ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Sectores sociales venezolanos convocados por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) se suman este sábado a la celebración del XXV Foro de Sao Paulo Foto: Ricardo Alonso Venereo

Para poner, sin temor, «la piedra fundamental de la liberación sudamericana, latinoamericana, caribeña, mundial» - tal como pidiera el Comandante Chávez, parafraseando al Padre Libertador Simón Bolívar, en el Encuentro del Foro de Sao Paulo (FSP) realizado en Caracas en el año 2012, se alzaron las voces de los más de 800 delegados e invitados al XXV Encuentro del FSP, clausurado este domingo en Caracas.

La secretaria ejecutiva del FSP, Mónica Valente, dijo que el mejor homenaje al Comandante Chávez en el aniversario de su natalicio es continuar su lucha, seguir sus pasos y no permitir la injerencia del imperialismo en nuestros países, hasta alcanzar la derrota definitiva del colonialismo en nuestra región.

Valente aseguró que se logró construir una Declaración final que, acompañada de resoluciones y un importante Plan de acción política, «nos van a guiar, unidos, hasta la victoria: la victoria de la dignidad en el camino hacia la liberación definitiva de nuestros pueblos».

Resaltó también el protagonismo de los movimientos sociales, de los pueblos originarios, de los indígenas, de las mujeres y de los jóvenes junto a los partidos en lo que ha sido un Congreso de la izquierda mundial de la unidad, de la solidaridad entre la izquierda y entre todas las fuerzas progresistas del mundo que se han aglutinado en torno al Foro de Sao Paulo.

De manera especial, reiteró el apoyo a Cuba, a su Gobierno y a su pueblo, y destacó que una de las cosas más importantes que le ha enseñado la Isla caribeña al mundo es que la solidaridad es un valor fundacional de la Revolución y «por eso tenemos que aprender mucho de la Revolución Cubana y seguir expresando y actuando desde la solidaridad».

El mayor desafío sigue siendo el de la unidad

Luego de días de intensos debates, intervenciones y propuestas que confirmaron los desafíos comunes de nuestros pueblos en la lucha por construir sociedades más justas e inclusivas, sin injerencias ni imposiciones externas, y donde prime el respeto y la cooperación entre todos, por esa felicidad posible de la que hablara Bolívar, el XXV Encuentro Anual de Foro de Sao Paulo delineó los principales ejes y desafíos de la lucha de la izquierda continental.

En las resoluciones y en la Declaración final aprobadas en el encuentro, se convocó a seguir fortaleciendo el movimiento mundial por la defensa de la paz, pues la derecha está operando unida y urge extender el internacionalismo revolucionario, defendiendo la democracia y comprometidos con la proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz.

El resguardo de los derechos de los pueblos, la lucha contra el imperialismo, la defensa de la soberanía y la autodeterminación desde las identidades, historias y culturas de cada nación fueron prioridades definidas en el documento.

Se insistió en la importancia de lograr una verdadera articulación que nos permita avanzar unidos y fortalecer los diálogos políticos para favorecer la paz, la democracia, el entendimiento y el bienestar de nuestros pueblos.

Igualmente, se ratificó el respaldo a la Revolución chavista, a su legítimo Gobierno y a su presidente constitucional Nicolás Maduro, repudiando las medidas coercitivas unilaterales contra Venezuela y Cuba como forma de genocidio y violación masiva de los Derechos Humanos, y se condenó de forma contundente el informe de la Alta Comisionada de Derechos Humanos de las Naciones Unidas sobre la nación bolivariana, por su parcialidad, sus falsedades y por desestimar las informaciones de las autoridades constitucionales y legítimas del Gobierno venezolano.

Se abogó también por el apego y el respeto al derecho internacional y a la Carta de las Naciones Unidas y, en ese sentido, se propuso que los parlamentos nacionales velen porque no se viole el Derecho público internacional ni se vulneren sus principios, para contribuir así a la convivencia pacífica, respetuosa, armónica y en paz, de la comunidad internacional.

El XXV Encuentro del FSP convocó a un encuentro de parlamentarios en noviembre próximo, con el objetivo de crear la Secretaría Parlamentaria del Foro y constituir grupos de Amistad con la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) de Venezuela.

También se reiteró su repudio al militarismo y a todas las acciones del imperialismo estadounidense que pretendan traer de vuelta los postulados de la Doctrina Monroe y conlleven a tratar a América Latina y el Caribe como su «patio trasero».

De igual forma, se rechazó el papel injerencista de la Organización de Estados Americanos (OEA), al servicio del imperialismo, y el de los gobiernos lacayos de la región que se pliegan a los designios de la Casa Blanca.

Se condenó de forma enérgica la aplicación de los esquemas de guerra no convencional y los guiones de Golpe Blando que aplica EE.UU. contra los gobiernos progresistas de la región.

Se insistió en la importancia de respetar y hacer cumplir los Acuerdos de Paz en Colombia, firmados en La Habana en 2016, y continuar denunciando el asesinato en ese país, de líderes de muchos sectores.

Los asistentes al Encuentro del FSP en Caracas rechazaron, además, la política de Washington hacia los emigrantes - sobre todo a los de Centroamérica – y expresaron su condena a todo tipo de discriminación social, así como al narcotráfico, al tráfico de personas y al terrorismo en todas sus formas.
Una vez más, el FSP demandó el fin incondicional, total y definitivo del bloqueo económico, financiero y comercial del Gobierno de EE.UU. contra Cuba y la devolución a la Isla, del territorio que ocupa ilegalmente la Base Naval de Guantánamo.

Asimismo, se denunció los intentos de intervención de los EE.UU. en Nicaragua y la arremetida contra el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), con la promoción de acciones violentas y de desestabilización a lo interno del país.

Se expresó, además, el apoyo al estado plurinacional de Bolivia en el marco de las elecciones generales y al líder continental Evo Morales, así como a la propuesta Fernández – Fernández en Argentina y la de Daniel Martínez en Uruguay.

Se respaldó a los pequeños Estados insulares del Caribe en sus demandas por los daños causados por la esclavitud y se reafirmó el apoyo a la lucha por la Independencia definitiva de Puerto Rico.

Se reconoció también la importancia de seguir estrechando los lazos entre los miembros del FSP y los del Partido de la Izquierda Europea (PIE).
Con gran fuerza se exigió el cese de la persecución política contra los líderes progresistas de la región y la liberación inmediata de Luis Inácio Lula da Silva.

La solidaridad como bandera

Los postulados de quienes, en estos días, fueron protagonistas del XXV Encuentro del FSP reafirmaron – junto al pueblo venezolano y al Gobierno de ese hermano país – su compromiso con el multilateralismo y con la existencia de un mundo multipolar.

Para la secretaria ejecutiva del FSP, Mónica Valente, la derecha está tratando de anular este tipo de encuentros porque es un definitorio espacio de concertación que – aunque es necesario perfeccionar – logra importantes articulaciones políticas es pos de la lucha antimperialista en la región.
Es también el principal mecanismo de coordinación, declaración y acción conjunta de sus miembros, con relación a aquellos temas en que se logra formar consenso y en toda su historia siempre se ha respetado la diversidad de fuerzas que lo integran.

Este Encuentro resultó, sin dudas, ser un termómetro cercano de la correlación de fuerzas existentes dentro de la izquierda latinoamericana y caribeña, tanto en sentido general, como con relación a temas o coyunturas particulares.

Caracas permitió también que los miembros del FSP y todas aquellas fuerzas que se articulan alrededor del él – que cada vez son más - se ratifiquen como abanderados de la solidaridad hacia todas las causas justas de los pueblos del mundo.

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