
Chávez, un militar revolucionario como lo fueron otros en nuestro hemisferio, llegó a la Presidencia a través de las normas de la Constitución burguesa establecida, como líder del Movimiento v República, aliado a otras fuerzas de izquierda. La Revolución y sus instrumentos estaban por crear. De haber triunfado el levantamiento militar dirigido por él, la Revolución en Venezuela posiblemente habría seguido otro curso. Fue fiel, sin embargo, a las normas legales establecidas, que estaban ya a su alcance como vía principal de lucha. Desarrolló el hábito de la consulta popular cuantas veces fuera necesario.
Llevó a plebiscito popular la nueva Constitución. No tardó en conocer los métodos del imperialismo y sus aliados de la oligarquía para recuperar y conservar el poder. El golpe de Estado del 11 de abril de 2002 fue la respuesta contrarrevolucionaria. El pueblo reacciona y lo lleva de nuevo al poder cuando, aislado e incomunicado, estaba a punto de ser eliminado por la derecha, que lo compulsaba para que firmara su renuncia.
No se plegó, resistió hasta que los propios marinos venezolanos lo liberaron y helicópteros de la Fuerza Aérea lo llevaron de nuevo al Palacio de Miraflores, que ya había sido ocupado por el pueblo y los soldados del ejército en Fuerte Tiuna, que se sublevaron contra los altos oficiales golpistas. Pensé por aquellos días que su política se radicalizaría; sin embargo, preocupado por la unidad y la paz, en el momento de mayor fuerza y apoyo fue generoso y conversó con sus adversarios buscando la cooperación.
Era un hombre verdaderamente revolucionario, pero a medida que tomaba conciencia de la injusticia que reinaba en la sociedad venezolana se fue profundizando su pensamiento, hasta llegar a la convicción de que para Venezuela no había otra alternativa que un cambio radical y total.
Conoce hasta en sus más mínimos detalles las ideas del Libertador, a quien admira profundamente. Sus adversarios comprenden que no es fácil vencer frente a la tenacidad de un luchador que no descansa un minuto. Pueden optar por privarlo de la vida física, pero los enemigos internos y externos saben lo que eso significaría para sus intereses.
Pensándolo fríamente, Chávez es hoy un adversario formidable del sistema capitalista de producción y del imperialismo. Se ha convertido en un verdadero experto sobre muchos problemas fundamentales de la sociedad humana. Domina la teoría y la práctica del socialismo que su país requiere, y se esfuerza por sus más profundas convicciones. Define al capitalismo tal como es; no pinta caricaturas, muestra radiografías e imágenes del sistema.
Chávez no solo posee especial talento para captar y transmitir la esencia de los procesos; lo acompaña una memoria privilegiada; es difícil que se le olvide una palabra, una frase, un verso, una entonación musical, combina palabras que expresan conceptos nuevos. Habla de un socialismo que busca la justicia e igualdad; «mientras el colonialismo cultural siga vivo en las mentes, lo viejo no termina de morir y lo nuevo no acaba de nacer». Sobre todo ha demostrado ser el líder político en Venezuela capaz de crear un partido, transmitir incesantemente ideas revolucionarias a sus militantes y educarlos políticamente.
Chávez inundó Venezuela con libros. Antes promovió que todos los ciudadanos supieran leer y escribir. Abrió escuelas para todos los niños; estudios medios y técnicos para todos los adolescentes y jóvenes, posibilidad de educación superior para todos ellos.
Se engañan los que creen que dividiendo a colombianos y venezolanos tendrán éxito en sus planes contrarrevolucionarios. Muchos de los mejores y más humildes trabajadores en Venezuela son colombianos, y la Revolución les ha llevado educación, salud, empleo, derecho a la ciudadanía y otros beneficios para ellos y sus seres más queridos. Juntos, venezolanos y colombianos defenderán la gran Patria del Libertador de América; juntos lucharán por la libertad y la paz.
Hugo Chávez es un soldado venezolano en cuya mente germinaron de modo natural las ideas de Bolívar. Basta observar cómo transitó su pensamiento por etapas diversas del desarrollo político a partir del origen humilde, la escuela, la academia militar, la lectura de la historia, la realidad de su país y la humillante presencia del dominio yanqui.
No era general ni tenía a sus órdenes los institutos armados; no dio ni podía dar un golpe, no quería ni podía esperar. Se rebeló, asumió la responsabilidad por los hechos, convirtió la prisión en escuela, se ganó al pueblo y lo conquistó para su causa desde fuera del poder; ganó las elecciones a través de una Constitución burguesa, juró sobre el moribundo documento una nueva ley de leyes, chocó con ideas preconcebidas de izquierda y derecha e inició la Revolución Bolivariana en las más difíciles condiciones subjetivas de toda la América Latina.
Fuentes: Reflexión: El mensaje de Chávez, 28 de julio de 2008. Reflexión: La lucha apenas comienza, 10 de mayo de 2009. Reflexión: Educador infatigable, 29 de mayo de 2009. Reflexión: La Revolución Bolivariana y la paz, 18 de noviembre de 2009. Reflexión: La genialidad de Chávez, 25 de enero de 2012. Reflexión: El socialismo democrático, 26 de septiembre de 2008.
COMENTAR
Nany González dijo:
1
29 de julio de 2019
03:57:17
Miguel Angel dijo:
2
30 de julio de 2019
04:53:28
Responder comentario