ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

No son hechos nuevos pero si abominables. Dan pena desde todos los puntos de vista.

Esa es mi apreciación luego de leer el siguiente despacho noticioso fechado en Buenos Aires: El ministro de Asuntos Exteriores de Colombia, Carlos Holmes Trujillo García, ha anunciado que llamará a su homólogo de Brasil, Ernesto Fraga Araujo, para evaluar unas declaraciones que hizo un «alto funcionario» del Gobierno de EE.UU. al finalizar el encuentro del Grupo de Lima, realizado en Buenos Aires, según reportes de EFE.

Aunque el canciller colombiano no precisó los detalles de la propuesta, señaló que se trata de la salida del poder del presidente Nicolás Maduro. Asimismo, indicó que Bogotá pedirá a los integrantes del Grupo de Lima analizar dicha propuesta.

Mientras, Caracas se ha convertido por estos días en el epicentro donde los movimientos de izquierda, agrupados en el Foro de Sao Paulo, se pronuncian en defensa de nuestros pueblos, de las conquistas sociales que ahora nuevos gobiernos hacen revertir, y en rechazo a las sanciones y agresiones de las administraciones norteamericanas, a las que, vergonzosamente, algunos gobiernos de la región se unen, como puntas de lanzas en esa agresión imperial.    

En esa «vanguardia» anti latinoamericana, aparece el  denominado Grupo de Lima. Al respecto es bueno recordar —y precisar—  que la OEA, descalificada y en franca capa caída, quiso salvar su imagen xenuflexa, cuando todos sus planes contra Venezuela se fueron desvaneciendo y entonces decidió, con los gobiernos más proclives a cumplir lo que diga Estados Unidos, crear esta facción, sin ningún sustento legal y mucho menos moral.

Luis Almagro, el obsoleto secretario general tenía que buscar —lo estaban agitando desde Washington para que lo hiciera—, un espacio donde, salvo algunas excepciones, estuviesen quienes al frente de sus países, han convertido los avances sociales en medidas neoliberales, como ocurre en Brasil, Ecuador, Argentina, y se ha creado una verdadera comparsa para arremeter contra gobiernos y países dignos como Venezuela, Nicaragua, Cuba y Bolivia, que se han mantenido firmes a los embates imperiales. 

Una verdadera pena es lo del Grupo de Lima. Cómo es posible que se invite a su reunión a un «alto funcionario» del gobierno estadounidense y que se pretendan seguir las órdenes de dicho personaje de dar un ultimátum al legítimo presidente venezolano Nicolás Maduro, para que abandone el poder en un «corto tiempo».

El citado canciller colombiano dijo que «en la reunión interna de Brasil y Colombia tratamos el tema relacionado con lo que debería ser la posición del Grupo de Lima frente a un esquema concreto de la salida de Maduro del poder»

En el convite del grupo, los funcionarios que piden a gritos una intervención foránea en Venezuela, olvidaron —creo que lo han hecho siempre— la situación en sus respectivos países.

Por ejemplo, el canciller colombiano no pidió la intervención, ni de Washington ni de sus homólogos de la región, para tratar de poner fin al asesinato de líderes sociales y ex guerrilleros de las FARC, que ya suman 706 en los dos últimos años, según un reporte del Colectivo de Abogados «José Alvear Restrepo», organización no gubernamental defensora de los derechos humanos.

Otro de los ansiosos por acabar con la Revolución Bolivariana es el canciller argentino, quien solicitó durante la decimoquinta reunión del autodenominado Grupo de Lima, evaluar la posibilidad de una intervención militar para derrocar el Gobierno constitucional del presidente Nicolás Maduro, en caso de que así lo pidiera el diputado opositor Juan Guaidó, reportó Telesur.

Al respecto, a través de su cuenta en la red social Twitter, el ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Jorge Arreaza, anunció el rechazo de ese país a la amenaza de una eventual intervención militar realizada por su homólogo argentino, Jorge Faurie.

En este contexto, el gobierno de Donald Trump decidió aplicar nuevas sanciones económicas a la República Bolivariana. Esta vez el hostigamiento alcanzó al programa de asistencia alimentaria (CLAP) llevado adelante por el gobierno del presidente Maduro. Con estas nuevas sanciones se pretende hacer morir de hambre a más de 6 millones de familias venezolanas beneficiadas por esa iniciativa.

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Pabel Pabón dijo:

1

26 de julio de 2019

18:48:22


El Grupo de Lima habla de lo unidos que Estamos los latinoamericanos.

Carlos Araya dijo:

2

26 de julio de 2019

20:06:12


Y vergonzosamente en este grupo esta incluido Costa Rica,pais que otrora mantenia una politica exterior digna y soberana.

El Oriental dijo:

3

28 de julio de 2019

22:30:45


Dice un viejo refrán, " Cuando el rio suena piedras traen"