Frei Betto alertaba en la IV Conferencia Por el equilibrio del mundo sobre los peligros a los que se enfrentaba la izquierda en Latinoamérica, y comentaba que el trabajo de los partidos debía volcarse en las bases: junto, con y para el pueblo.
No le hacía falta al teólogo brasileño una bola de cristal para ver esos riesgos, le bastaba con desnudar las intenciones de la multifacética ofensiva reaccionaria de la derecha proestadounidense y proimperial sobre los pueblos y gobiernos progresistas.
El plan, trazado desde la Casa Blanca y ejecutado desde las élites de poder que lo apoyan, con la participación de organismos supuestamente multilaterales, como la desprestigiada OEA, y de los poderes ejecutivos que han sembrado en varios países de la región, busca dividir, cooptar, desmovilizar y generar desánimo.
Esas son las razones de los viles y cobardes ataques contra Venezuela, con aviones espías, magnicidio, sabotajes eléctricos, guerras económicas y mediáticas; son también los motivos por los cuales agreden a Nicaragua, la sandinista, preñada desde la izquierda de disímiles programas sociales que le dieron un impulso significativo a su desarrollo económico, y son los que llevaron a ese imperio a arreciar, con la aplicación del Título III de la Ley Helms-Burton y todo el cuerpo de ese engendro legislativo, su sexagenaria hostilidad contra la Revolución Cubana.
Tanto es el cinismo de EE. UU., que bautizó al bien como eje del mal. En ese contexto se desarrollará a partir de mañana el foro de Sao Paulo (FSP).
El Foro se celebrará en esa Venezuela que no han podido doblegar, pues se ha convertido en ejemplo de resistencia, sustentada en la unión cívico-militar de su pueblo. La épica de la Revolución Bolivariana ha demostrado que el acumulado político de la izquierda multiplica las esperanzas para sostener que sí es posible vencer toda ofensiva imperial.
El lenguaje del FSP en Venezuela será fortalecer las luchas por la justicia y la emancipación social, por la plena soberanía política y la independencia económica, por la autodeterminación de los pueblos y la paz mundial, aspiraciones en las cuales el despojador neoliberalismo imperial no puede aportar absolutamente nada.
La defensa de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz se escuchará en Caracas, pues es el denominador principal de los pueblos del Río Bravo a la Patagonia. El Foro llamará a la defensa de esa condición desde esa Venezuela agredida y que hoy es objeto de las más flagrantes violaciones al Derecho Internacional.
En los debates del Foro estará también presente el compromiso de Cuba, que expresó mediante una declaración de su Gobierno Revolucionario en febrero pasado: «Se decide hoy en Venezuela la soberanía y la dignidad de América Latina y el Caribe y de los pueblos del Sur. Se decide también la supervivencia de las normas del Derecho Internacional y la Carta de las Naciones Unidas. Se define si la legitimidad de un gobierno emana de la voluntad expresa y soberana de su pueblo o del reconocimiento de potencias extranjeras».















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Dispuesto dijo:
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24 de julio de 2019
16:09:02
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