Juez Sergio Moros bajo la lupa de la justicia brasileña

Las recientes revelaciones hechas por el periódico The Intercept colocaron en crisis el prestigio de las instituciones brasileñas bajo el actual gobierno de Jair Bolsonaro. Raquel Dodge, fiscal general de la República, recibió una petición para que Sergio Moros, exjuez y actual ministro de Justicia, sea investigado.

La petición fue hecha a nombre de Colectivo Abogadas y Abogados por la Democracia, según precisó un cable del servicio de noticias de Prensa Latina. En ella, se hizo hincapié en que fueran requisadas las pruebas lo más rápido posible, ya que los jueces y el mismo Moros, en su calidad de Ministro, podían usar sus poderes para eliminar todo rastro de culpabilidad.

En tal sentido, se solicitó que se requisen tablets, celulares, computadoras y otros equipos para la comunicación, donde pudiera hallarse material de evidencia, ya que se trataría de un delito no solo violatorio de los derechos humanos, sino contra la Constitución misma, ya que Moros habría violado la imparcialidad y la separación de poderes según lo establecido.

La petición señala hacia el cargo de Ministro que ostenta Moros, como el peor peligro para la democracia y la justicia en el país, ya que se hace evidente su poca vocación por el ejercicio limpio de la profesión de letrado.

Moros fue nombrado ministro, en retribución por un amañado juicio contra el expresidente Luiz Inácio Lula Da Silva. Las pruebas han aparecido en diferentes sitios de internet, a partir de conversaciones filtradas en las que Moros presiona a los jueces del caso Lava Jato, con la finalidad de impedir que Lula se presentase a unas elecciones en las cuales, según los sondeos, se mostraba como claro ganador.