Tras negociaciones México y Estados Unidos llegan a acuerdo sobre inmigración

Las presiones del mandatario norteamericano Donald Trump desde su gobierno en Twitter, hacia el sur parecieron funcionar, ya que tras rondas de negociaciones, la delegación mexicana enviada de emergencia  a Washington aceptó el reforzamiento de la frontera, a cambio de que Estados Unidos no impusiera una guerra de aranceles a partir del mismo lunes 10 de junio.

Es un paso en la agenda antiinmigrante llevada a cabo por Trump de cara a sus votantes en una posible reelección en el 2020, y que no ha logrado cumplir, por ser totalmente inviable, racista y contraproducente para las economías de Norteamérica.

«México, ha acordado tomar medidas enérgicas para detener la marea de la migración hacia nuestra frontera sur» dijo Trump exultante, sin embargo, aún no se vislumbra qué tipo de medidas reforzarán esa frontera, sobre todo por su longitud y el carácter inestable de determinados puntos, adonde las leyes de uno y otro país no alcanzan, por hallarse en manos de tráfico organizado.

Los aranceles a productos mexicanos comenzarían con un gravamen de 5 % el lunes, y ascenderían en octubre a un 25 %, afectando al conjunto de las economías del norte. El presidente Andrés Manuel López Obrador, anunció que el pacto era una victoria y convocó a un encuentro llamado «Acto de la Unidad», para el sábado 8 de junio.

México es el principal socio comercial de los Estados Unidos, superando incluso a China, por lo que la guerra comercial, además de irracional, hubiera aniquilado la economía de varios de los más grandes y prósperos Estados del Sur norteamericano, a la vez que desestabilizaría el flujo comercial en la región.