ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Foto: Granma

En la cima del mundo del espectáculo, de los medios, de las revistas de modas, hay un Olimpo habitado por «famosos» o «celebrities»: modelos, actrices, actores, cantantes, deportistas, presentadores de televisión, youtubers, diseñadores, aristócratas. Tienen millones de seguidores en las redes, multitudes que se mantienen al tanto de cada detalle de la vida de sus preferidos.

Cada episodio íntimo de un «famoso» se convierte de inmediato en una noticia mundial. Da la impresión de que los managers deciden cada cierto tiempo fabricar un incidente, un escándalo, para alimentar la leyenda de sus representados y que ganen popularidad.

Una pareja de «celebrities» tuvo hace años un altercado. El novio aceptó haber lesionado a la novia, y se le ordenó permanecer lejos de ella, a no menos de 50 metros de distancia (que se reducía a diez en eventos públicos). Luego se les permitió aparecer juntos en premios y nominaciones. Esta historia mantuvo en vilo a millones de personas.

Estar al tanto de la vida de estas «celebrities» es un hábito que puede crear adicción y requerir ciertas dosis. Vi una web que convoca a inscribirse y recibir así boletines semanales: «¡Regístrate para tu dosis semanal de chismes de famosos! ¡Ingresa tu correo electrónico!».

Cierta «famosa», sometida a una operación de cadera, mandó a hacer una silla de ruedas bañada en oro. Fue calificada de «extravagante»; aunque pronto la extravagancia se convirtió en filantropía: cuando la «famosa» mejoró, regaló su silla a una joven inválida y pagó el tratamiento al que debía someterse.

Un aspecto sensible de estos impulsos filantrópicos tiene que ver con la adopción de niños de países del Sur. Alguna prensa se ha preguntado si es «un verdadero gesto de amor» o acaso «algo de moda chic».

Muchas «celebrities» han practicado la filantropía. Varias de ellas, incluso, han creado fundaciones para ayudar a gente pobre. No dudo de que hayan tenido buenas intenciones; pero, más allá de sus objetivos, en ese mundo no hay nada puro, y a menudo las acciones humanitarias se contaminan con intereses comerciales. El sistema crea una extraña promiscuidad donde cohabitan el altruismo, la publicidad y el marketing. Un ejemplo notorio fue el acuerdo entre la Fundación Pies Descalzos y la firma seat para producir el modelo «seat León Pies Descalzos», que fue subastado en 2007, en el Salón del Automóvil de Ginebra.

Muchos de estos «famosos» son cristianos; pero ignoran que Cristo se opuso a dar limosnas con acompañamiento de trompetas, «como hacen los hipócritas en sinagogas y calles». Deben darse «en secreto» –dijo– donde solo lo vea Dios. No obstante, los actos caritativos de las «celebrities» son replicados con altavoces en los medios y las redes.

Aparte de tales iniciativas benévolas, los «famosos» incursionan en proyectos comerciales muy lucrativos. Sus nombres, utilizados como marcas rutilantes, prestigian todo lo que venden.  

En su universo lo superfluo adquiere una enorme importancia. Al ejemplo de la silla rodante de oro, podría sumarse la decisión repentina de un cantante «famoso» de cambiar su «corte de cabello», considerado en su momento el «más costoso de todos los tiempos». Réplicas de su efigie en museos de cera y en series de muñecos de goma, tuvieron que ser decapitadas y reconstruidas con los consiguientes gastos adicionales.  

La exaltación de la belleza física y la quimera de la eterna juventud, forman parte del culto a la imagen, a la apariencia, por encima de valores éticos, intelectuales o artísticos. Un tema explotado morbosamente se asocia a «rumores» acerca de operaciones de cirugía estética a que se someten muchas «celebrities».

La «fama» es un valor en sí misma. Está por encima del Bien y del Mal. Ya existe la marca «El Chapo» (inscrita por familiares del Chapo Guzmán) para vender camisetas, artículos deportivos, juguetes y un largo etcétera. Y hay otros narcotraficantes ilustres con sus marcas y sus producciones dentro del estilo «narcoclothing» o «narco-ropa».

Fidel dijo que no podíamos formar a los cubanos del presente y del futuro «en una urna de cristal». Teníamos que hacerlo a la intemperie, en medio de un diluvio de gérmenes. En esa lluvia incesante nos llegan «famosos» impresentables. El reto radicaría quizás en familiarizar a nuestros niños, adolescentes y jóvenes con otro Olimpo, un Olimpo real, habitado por grandes creadores inmortales, de Cuba y de todas partes. Que la energía ingenua y limpia de su admiración fluya hacia quienes lo merecen.

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Ramón. dijo:

1

24 de mayo de 2019

02:34:40


Brillante artículo.

Rosa Marqués Martínez dijo:

2

24 de mayo de 2019

06:50:26


Es verdad, y pasa por intrascendente, cosa peligrosa porque se subestima el daño que hace, como engaña a la gente con información sin ningún valor. Es comparable a la alimentación basada en comida chatarra. Mientras, ese público subestima, o desconoce la riqueza cultural en toda su diversidad y donde tiene para escoger....

carmen dijo:

3

24 de mayo de 2019

08:04:37


Muy buen comentario la realidad misma nos van vendiendo vanalidad y sin contenido

Marlene dijo:

4

24 de mayo de 2019

08:36:39


Gracias Abel, usted siempre tan oportuno,necesitamos que se multiplen artículos como este, los cubanos y el mundo los necesitamos para no perder el rumbo de los verdaderos valores humanos.

Samuel dijo:

5

24 de mayo de 2019

08:52:55


Y se ha quedado usted corto, el tema da para mucho mas, llega a lo absurdo de lo absurdo.

Odalis dijo:

6

24 de mayo de 2019

11:10:45


Excelenete. Mas en la actualidad donde quieren traspolarse a nuestros pueblos y nuestra gente, en especial niños (as) ,adolescentes y jóvenes el modo de vida norteamericano y capitalista en general, lo banal, tanto en modas, modos y modelos, musica, deporte e ídolos, marcas de ropa, zalzado, carros sofisticados, tecnología en especial de comunicaciones, con epidemia de celulares -mientras más grade y sofisticadas sean las marcas "mejores", y lo más importante a lo que se tiene acceso y se pasa de manos en manos, se sube y baja de internet, desde video juegos, novelas, series, pornografía, violencia, contrabando, mafias que pululan etc, etc. Las familias tienen que controlar y preocuparse por sus hijos al respecto en cuanto a estos temas, de lo contrario su niñez y adolescencia, juventud serán burdas, groseras, violentas, mientras el intelecto, la cultura, mejoramiento humano estarán bajo el lodo.

Andrachi dijo:

7

24 de mayo de 2019

11:55:41


Todo este culto (forzado por los medios) a personajes ridículos, destalentados e inútiles, forma parte también del derrumbe del sistema Occidental. Extravagancias y personajes grotescos semejantes se vieron también en los últimos tiempos, crepusculares y decadentes, del imperio bizantino y del imperio romano. Son un síntoma más de la total corrupción, confusión y desorientación de una sociedad ya ha perdido el rumbo, porque ya dio todo lo que iba a dar. A este culto ridículo le acompañan en los países capitalistas occidentales toda una serie de crímenes horrendos, delitos escalofriantes, perversiones inimaginables, vicios, corrupción de todo tipo, droga, pornografía, manipulación de los resultados de las elecciones, guerras innecesarias, y la paulatina división de la sociedad entre dos clases definidas: los de abajo que trabajan y mantienen funcionando el país, y los de arriba que se dedican a vivir de trabajos puramente simbólicos, y derrochan la riqueza creada en lujos, en vicios y perversiones. La hecatombe final del sistema capitalista ya está a la vista. Y el culto a estos repulsivos personajes solo es un síntoma de lo que se avecina.

Ada Ibis Gómez Hernández dijo:

8

24 de mayo de 2019

13:05:43


Acabo de leer este magnífico trabajo del siempre claro y concreto Abel Prieto, lo he compartido porque lo amerita y espero que las personas a las que ha llegado tengan el mismo criterio.

M.Montero dijo:

9

24 de mayo de 2019

14:20:51


Tienen razón, detesto la mediocridad de los medios, tanto en el cine como en la música solo lo que se logra con verdadero talento, sencillez y amor; perdura. Se lo he explicado a mi hija adolescente ciento de veces, trato de desviar ese gusto casi obsesivo por el arte banal que ni es arte ni es nada, pero ... El fin de semana se que tomare su celular y encontrare esa música que roza lo vulgar. Esos videos clip que no resisto. Su predilección por esas novelitas de paquete que empaquetan su cerebro. Mi hija adolescente es mi tesoro y es a la vez, mi desafío.

Edel Nuñez Cardentey dijo:

10

24 de mayo de 2019

17:20:50


Muchas felicidades por este gran articulo, muy bueno. Refleja todo lo que pienso y comentó muy a menudo.

Luciano dijo:

11

24 de mayo de 2019

23:14:09


El artículo lo mismo se puede aplicar a Cuba que a cualquier país. Ser rico bien habido no es delito como tampoco lo es cuando se gana basado en el talento individual de cada ser humano. Bienvenidos todos los Bill Gates que han puesto en sus testamentos que sus fortunas se utilizarán en proyectos educacionales, de investigación, de salud, en mejoras a las comunidades, etc. Hace solo unos días un millonario norteamericano de la raza negra que ha hecho su fortuna en la industria de la tecnología digital, sorprendió a los graduados del 2019 de una universidad con el regalo de sus vidas: les costeó las carreras universitarias a todos: Más de 40 millones de dólares en total. Es mala la filantropía? No. Es malo anunciarla? No, porque divulgarla ayuda a despertar el espíritu de ayuda en otros. Por eso en Cuba gritamos a los 4 vientos que la población tiene educación y cuidado de la salud gratuitos, para que la imiten y nuestro mundo sea más equitativo.

Fernando dijo:

12

25 de mayo de 2019

00:34:50


En verdad ya no creo se tenga solución a lo antes expuesto. Para acabar con lo que venden y hacen ganar dinero de una forma teatral a los famosos hay solo que superarlos, pero con qué?