Nueva injusticia contra Lula: casi 13 años de cárcel esta vez

La jueza brasileña Gabriela Hardt condenó ayer al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva a 12 años y 11 meses de prisión por supuestos delitos de corrupción. La magistrada es la reemplazante de Sergio Moro, actual ministro de Justicia del país sudamericano, en la megacausa conocida como Lava Jato.

En este caso la investigación giró en torno al pago de sobornos para la reforma de una casa de fin de semana en Atibaia, San Pablo, que fue financiada por las constructoras OAS, Odebrecht y Schahin. La Justicia sostiene que el líder del Partido de los Trabajadores (PT) recibió un millón de reales (270 000 dólares) por las reformas del inmueble.

No obstante, al igual que en la condena anterior que lo mantiene preso injustamente desde abril de 2018, Lula no es dueño de la propiedad. Como reseña el medio Estadao, el titular de la vivienda es Fernando Bittar, hijo del amigo de Lula y exalcalde de Campinas, Jacó Bittar, indicó RT.

Hardt  también encontró culpables  a los empresarios José Adelmário Pinheiro Neto  y Léo Pinheiro, quienes recibieron la pena de un año, siete meses y 11 días de prisión.