ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
En cada visita al CDI, Jennifer Zapata se siente querida por los cubanos. Foto: del autor

Sinamaica, Zulia.–Como si ir a Maracaibo no entrañara repasar desde Caracas una carretera sin fin, cuando una vez allí el reportero decide ir al Centro de Diagnóstico Integral (cdi) Karo’uya, en Sinamaica, capital del municipio de Guajira, debe hacer una travesía singular hasta muy cerca –apenas una hora, le explican– de la frontera con Colombia. El viaje valía cada atasco de tránsito, porque al otro lado trabajan cubanos que no reciben visitas, ni periodistas, todos los días.
Después de tres años de misión, la licenciada en enfermería Anisley Alberti la O prepara su regreso a Cuba y entrega el cargo de coordinador del cdi a un coterráneo santiaguero, el doctor Roisbel Hernández Serrano, quien llegó hace un mes a comenzar su segunda tarea en Venezuela.  
El cdi atiende a 65 545 personas que reciben, sin costo, servicios de electrocardiograma, ultrasonido, rayos x, oftalmología, estomatología, laboratorio, hospitalización en medicina y terapia intensiva, enfermería y cuerpo de guardia de emergencia. Como un mapa humano de Cuba, en la brigada de 29 colaboradores abundan los gentilicios de nuestras provincias.
«El pueblo –comenta Anisley– está integrado por dos etnias: la wayú, de agricultores, y la añú, que prácticamente vive en el agua y se dedica a la pesca. El nombre del municipio lo dice: Guajira, son personas muy buenas a las que les brindamos el servicio que necesitan».
Ya en el camino habíamos visto las casas en palafitos, esto es, clavadas sobre pilotes en medio de la laguna. El panorama es interesante, pero su traducción sanitaria implica enfermedades como la diabetes mellitus, las respiratorias, a causa de la arena, y las afecciones de la piel, por el ataque del sol. Si a eso se suma la abundancia de «zancudos» con su secuela de dengue, se entiende mejor aquello de que la belleza cuesta, al menos a estos médicos.
«Es una zona de difícil acceso, con dificultades sobre todo en la distribución del agua y la disponibilidad de corriente, pero nos crecemos. Yo nunca había dirigido y aquí, tan lejos, he aprendido mucho», afirma Anisley.
En solo este «pedacito» de la misión cubana en Venezuela se hicieron en el año que concluye 62 captaciones de recién nacidos y 88 de embarazadas, 10 675 consultas estomatológicas, ­9 129 de óptica y 670 electrocardiogramas, aunque el mejor saldo es cualitativo: «La gente comenta que los cubanos tratamos con amor y respeto, diferencia que les llama la atención», concluye la enfermera.

LA UNIDAD COMO RECETA
Tales posturas son explicadas por la licenciada en Terapia Física y Rehabilitación Elinet Reyes Galán, secretaria del Grupo de Trabajo en el cdi: «Tenemos en la brigada dos militantes de la ujc y tres del Partido. El trabajo es grande, a menudo la propia población pregunta a los colaboradores y estos aclaran que no vinimos a hacer otra política que no sea dar salud gratuita.
Para Elinet no hay retórica: en Venezuela todos los cubanos tienen muchos retos, pero el militante simplemente tiene que ser revolucionario y demostrarlo al frente. «Tiene que satisfacer –sostiene– el encargo de Fidel a todas las misiones: atender con esmero a los venezolanos, preparar su propio relevo y cuidarnos entre nosotros mismos».
El doctor Roisbel Hernández Serrano, nuevo coordinador, coincide en la postura: «Del 2014 al 2017 estuve en Monagas, había otra situación material en Venezuela y eso nos daba más oportunidades. Esta será mi primera experiencia frente a un cdi, pero voy a continuar el trabajo que se ha hecho».
Roisbel, joven de El Cobre, es parte de los nuevos 500 especialistas que Cuba envió a Venezuela para reforzar, sobre todo, las estructuras de dirección sanitaria en la base. «Esta segunda misión será más difícil –comenta–, pero la enfrento con la fuerza de la brigada y esa unidad de cubanos con que siempre vencemos las dificultades».

LA CURA DE LA ENSEÑANZA
La doctora en mgi Alicia García Rondón, vicecoordinadora docente del cdi, llegó hace cuatro años desde su santiaguero Contramaestre y aquí conoció la pasión por la enseñanza. «Sin esperarlo, descubrí que es una experiencia bonita. Cuando impartes clases también practicas la Medicina. Saber que formamos médicos locales y ejercen con orgullo y buenos resultados es muy reconfortante», señala.  
En Sinamaica, distante de todo, nuestros especialistas forman en pregrado y posgrado. En el primer nivel cuentan con 22 estudiantes en cinco años de la carrera de Medicina y para el 2019 avizoran una matrícula de 45 alumnos. Además, tienen jóvenes en dos años de Enfermería. «Los preparamos tanto en la práctica médica como en los encuentros docentes, lo cual incluye diferentes escenarios. Además, los alumnos se nos unen en los trabajos comunitarios integrales», refiere Alicia antes de destacar el énfasis en el valor humanista del futuro graduado.
Con profes cubanos se han formado ya siete residentes y siete especialistas, pero lo más interesante es saber quiénes son: «¡Claro que son wayús y añús!», exclama la doctora. «Terminan con buenas notas. En servicio y en docencia tienen compromiso con la Revolución Bolivariana y con la salud de su pueblo», agrega.
Ante una pregunta-trampa, la joven responde que no cambiaría Sinamaica por otro punto «más cómodo» de Venezuela: «Llegué y aquí termino. Esto es bello: conocemos otra cultura, con sus raíces indias, sus tradiciones de vestir, tejer, pescar, cocinar… es hermoso», dice y muestra orgullosa, bajo su bata de doctora cubana, una hermosa manta guajira, pieza tradicional de los wayús, que le obsequiaron. Viéndolas juntas, uno siente que manta y doctora están curadas por el amor.


ABRAZO FRENTE AL ESPEJO
En su cama de ingreso en el cdi, la venezolana Jennifer Zapata afirma que los cubanos son muy cariñosos, aunque el aserto tiene su historia: «Cuando llegaron la gente les tenía como miedo, porque no los conocían ni sabían sobre sus medicamentos… no era igual, pues. Después, ese miedo se convirtió en confianza. A mí me cuidan muy bien, me dan la medicina a la hora precisa, me hacen encariñarme».
Jennifer ha pasado varias veces por el cdi y siempre sale contenta. Aunque con diferentes síntomas, la «enfermedad» parece familiar: «Mi tía también se ha atendido con ellos. ¿Qué dice ella? ¡Que es amiguísima de los cubanos!».
Otro amigo nuestro en Sinamaica es el Médico General Integral Johnny Palmar Castillo, quien se graduó con profesores cubanos. «Yo soy un wayú –refiere–, para mi etnia un doctor inspira mucho valor y respeto. Que hablemos la misma lengua es una fortuna. Con el programa de Medicina Integral Comunitaria, a partir del Convenio Cuba-Venezuela, tenemos muchos wayús en formación y graduados. En mi propia familia, dos hermanas hacen la carrera y otra ya la terminó. Con el apoyo de ustedes, la salud pública, que antes era solo privada, ha tomado más sentido».
En su paso de alumno a colega, Johnny hace un retrato de los cubanos: «Son muy éticos. Admiro su voluntad de respeto, que viene de una formación distinta a la que se ha dado en las universidades tradicionales de Venezuela».
Antes de despedirse del primer doctor wayú que ha conocido, para tomar el camino de vuelta a Maracaibo, este reportero hizo la pregunta que le atoraba la garganta: ¿qué significa Karo’uya, el nombre del cdi? «En lengua añú –respondió el galeno–, Karo’uya es la unión de dos palabras que describen la subida del sol a la laguna de Sinamaica y el espejo que la refleja». Escuchándolo, entendí claramente por qué mis compatriotas no abandonan el apartado cdi: la imagen de tal paisaje ya tiene, además del astro rey, los cubanísimos rostros de luz de la solidaridad. 

Afables, Anisley y Roisbel están haciendo un traspaso de funciones a la manera santiaguera. Foto: del autor
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ManuelB dijo:

1

2 de enero de 2019

17:43:41


Saludos Enríque y Gracias por este articulo que hace un homenaje al ejército de Batas Blancas que combate con Estetoscopios, Esfigmos, Amor, solidaridad y cariño ; como continuidad de los que lo hicieron con Machetes o Fusiles a lo largo de 150 años y con la misma confianza en que VENCEREMOS. Gracias Hermano por combatir con la Pluma en la mano y Cuba en el Corazón.

Yudimar iguana dijo:

2

15 de noviembre de 2022

13:11:19


Quiero inscribir en enfermería en sinamaica la Guajira

Yudimar iguana dijo:

3

15 de noviembre de 2022

13:12:23


Gracias