Nanjing, Jiangsu, China.– Sin importar la distancia que los separa, las barreras del idioma, o las diferencias culturales, China siempre ha tenido una presencia notable en la región de América Latina y el Caribe (ALC). Hoy, esa relación se hace cada vez más fuerte y extensa gracias a la visión de Xi Jinping, quien ha apostado por profundizar los nexos bilaterales ya existentes, reforzados a partir de las tres giras que ha realizado por la región en los últimos años.
El también Secretario General del Partido Comunista de China (PCCH) ha afirmado que hay que «tomar acertadamente el pulso de nuestra era, captar las oportunidades de desarrollo y forjar de la mano la Comunidad de Destino China-América Latina y el Caribe para avanzar juntos».
La nación milenaria es actualmente el segundo mayor socio comercial de nuestra región, a la cual integró a la iniciativa de la Franja y la Ruta; y más allá de los números, también son importantes los intercambios que se vienen dando en materia cultural desde ambas partes.
Recientemente se dieron cita en la ciudad china de Nanjing más de cien funcionarios de gobierno, diplomáticos, académicos y periodistas, provenientes del gigante asiático y de alc, quienes participaron en el II Seminario Internacional «China y América Latina: diálogo entre civilizaciones», enfocado en la iniciativa de la Franja y la Ruta.
Partiendo de los diversos puntos de vista presentados durante los paneles de discusión, Granma los acerca a algunos de los principales temas de la colaboración China-ALC, así como a sus desafíos y soluciones.
Más allá de la relación económica, potenciar la cultural
En el marco del XIX Congreso del PCCH, el vicedirector general de Asuntos de alc del Ministerio de Relaciones Exteriores, Zhang Run, aseveró que una de las principales metas del gigante asiático en los próximos años es fortalecer las relaciones comerciales con países de nuestra región en aras de consolidar una economía más abierta.
El territorio latinoamericano y caribeño es la segunda zona que más inversión extranjera directa recibe por parte de la nación asiática y el comercio entre ambos se multiplicó por 22 veces entre el 2000 y el 2013, de acuerdo con datos de la Cepal.
La política del gigante asiático con ALC, según Telesur, se basa en fortalecer el comercio, la inversión y las finanzas en áreas como infraestructura, cultura, manufactura, energía, ciencia y tecnología. Para ello cuenta con alrededor de 2 000 empresas en la región, lo que ha permitido crear más de 1,8 millones de puestos de trabajo en las últimas décadas.
Sin embargo, «es necesario revertir la tendencia de darle más importancia a los intercambios económicos que a los culturales», aseguró Zhang Tuo, vicepresidente de la Asociación de Amistad China-América Latina y el Caribe durante el seminario celebrado en Nanjing.
En ese sentido, destacan los 39 institutos Confucio instalados en alc, dedicados a promover el idioma y la cultura china, mientras que en el país asiático actualmente cursan el español a nivel universitario unos 20 000 estudiantes, además de los miles que lo aprenden en escuelas primarias y secundarias. Existe también un Instituto Cervantes en Beijing, donde anualmente estudian el idioma alrededor de 5 000 personas.
En cuanto a libros de nuestra región traducidos al chino, ha ocurrido un crecimiento exponencial en las últimas décadas, entre 1949 y 1978 solo se publicaron 82 obras; entre 1978 y 1999 fueron 277 (con textos de Gabriel García Márquez como protagonista); y desde el 2000 hasta la actualidad han sido alrededor de 355 títulos.
La Academia de Ciencias Sociales de China cuenta con el Instituto de Estudios de América Latina (ILAS, por sus siglas en inglés), surgido el 4 de junio de 1961, desde donde se presta atención diaria a lo que ocurre al otro lado del océano, enfocados en temas como las relaciones económico-comerciales, los acontecimientos políticos, e intercambios de cooperación bajo la iniciativa de la Franja y la Ruta de la Seda.
Sin mediación de terceros
Una de las mayores preocupaciones para las autoridades, estudiosos, periodistas y población china en general, es la manera en que se cuentan sus historias al resto del mundo.
La información que llega a América Latina proveniente del país asiático, y viceversa, es muy parcial, filtrada por actores ajenos a esta relación, aseveró durante el seminario en Nanjing, Bai Lingyan, subdirectora de Diplomacia Pública y del departamento de Información de la Cancillería. En China hay apenas tres corresponsales acreditados de ALC (Prensa Latina, Telesur –en convenio con la agencia cubana–, y El Mercurio, de Colombia); los grandes medios de noticias a nivel global son quienes controlan el flujo de información, aseguró.
Con vistas a revertir esta situación, el presidente chino Xi Jinping anunció que China formaría a «500 profesionales de medios de comunicación para los países latinoamericanos y caribeños en aras de la prosperidad conjunta del sector de los medios de ambas partes», e invitó a más medios de prensa a abrir corresponsalías en el gigante asiático.
En esta propuesta se inserta el Centro de Prensa China-América Latina y el Caribe (Clacpc, por sus siglas en inglés), y que este año arribó a su segunda edición. Gracias a ello, aseguró Bai, la percepción que tenían a su llegada estos profesionales sobre el gigante asiático ha cambiado.
El programa de seis meses incluye clases sobre cultura, idioma y actualidad del país, la participación en seminarios y visitas a sitios de interés, tanto en Beijing como en diferentes ciudades, y la cobertura de eventos de alto nivel. La misión de estos periodistas es contar de primera mano lo que ocurre en China, y una vez en sus países poder transmitir sus conocimientos a los demás colegas.
China ha cerrado en los últimos años varios acuerdos de colaboración y coproducción con diversos grupos mediáticos de ALC.
Llevar la Franja y la Ruta hasta el imaginario latinoamericano
Aunque la iniciativa de la Franja y la Ruta es un proyecto que cumplió recientemente cinco años, la región de América Latina y el Caribe no estaba incluida desde el inicio, pues solo se perseguía una mayor conectividad con Asia, África y Europa. Fue en enero pasado, durante la inauguración de la II Reunión Ministerial del Foro China-Celac, que se anunció de manera formal la inclusión de la región latinoamericana en este proyecto, al considerarla como una extensión natural del mismo.
Los primeros pasos ya se han dado: hasta el fin de agosto del 2018 China firmó documentos de cooperación con nueve países para la construcción conjunta de la iniciativa, que incluirá mayor inversión, construcción de infraestructuras y creación de empleos.
Sin embargo, muchas personas de nuestra región no conocen ni siquiera de qué se trata el proyecto, aseguró Nehemias Jose Jaen, vicecónsul de Panamá en Shanghái, durante el evento en Nanjing. Hay que darle el lugar que merece a esta Iniciativa, que se difunda y se conozcan sus beneficios, como el Foro China-Celac, que cumplió tres años y cuenta con un documento guía para la relación bilateral y el Plan de Cooperación 2015-2019.
Uno de los primeros pasos para lograr acercar a ambas partes al proyecto fue la presentación en el evento del libro La Franja y la Ruta y América Latina: nuevas oportunidades y desafíos. Se trata del primer texto que analiza sistemáticamente dicho tema y cuya edición en español será presentada en noviembre.
En el prólogo, a cargo del embajador de Argentina en el gigante asiático, Diego Ramiro Guelar, queda claro el camino a seguir: «China y América Latina se encuentran frente a una oportunidad histórica para construir el periodo más fértil y relevante de la historia de sus relaciones. Tenemos la responsabilidad de sentar las bases para un relacionamiento estructural, profundo, maduro y de largo plazo».
Esquema de cooperación entre el gigante asiático y ALC (2015-2019). Definido como «1+3+6», está
compuesto por:
Tres grandes motores:
Comercio
Inversiones
Finanzas
Seis campos
Energía
Construcción de infraestructuras
Manufactura
Innovación tecnológica
Agricultura
Tecnología de la información















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