Se abre el telón y aparece Luis Almagro enviando un tuit de última hora: «A solicitud del Secretario General @Almagro_OEA2015, Consejo Permanente de la #OEA convoca sesión extraordinaria el miércoles 5 de septiembre, a las 14:30 EDT (18:30 GMT) para considerar la crisis migratoria originada por la situación en #Venezuela #OEAconVzla».
La jugada estaba cantada. Desde hace algunas semanas el tema de las personas que emigran de Venezuela ha sido punto de enfoque mediático y por supuesto la «distinguida» OEA no se podía quedar atrás. Lo que ocurre hoy en la nación bolivariana le viene como anillo al dedo, tanto a Washington como a su organización genuflexa y a su bufón de turno, el señor Almagro.
No dudemos entonces que de la cita salga alguna que otra resolución llamando a «acciones» contra Caracas.
Para el espectáculo del día 5 van cogidos de la mano otros personajes de la actual política latinoamericana. No olvidemos que la campaña feroz contra el presidente Maduro y la nación venezolana tiene aliados en un Brasil gobernado por un Michel Temer salido de un golpe de Estado parlamentario y mediático.
Otros actores pueden encontrarse en la vecina Colombia, país del que solo para Venezuela han emigrado millones de personas que viven en tierra bolivariana disfrutando, como cualquier otro ciudadano –ecuatoriano, peruano, brasileño– de los servicios de salud, educación y beneficios sociales que facilita un gobierno dedicado a brindar el mayor bienestar a su pueblo.
Vale recordar que no por gusto la desprestigiada OEA aprobó un presupuesto de 84,8 millones de dólares para el presente año 2018, que garantiza, entre otras cosas, la escenificación de obras del peor teatro bufo, como la que Almagro ha convocado para la próxima semana.
Ya ha adelantado algunas de las diatribas con las que se presentará en la reunión: «Venezuela se ha transformado en un país en caída libre».
«Nosotros queremos a los venezolanos en Venezuela, los queremos en paz, los queremos en un gobierno en democracia, y tenemos que ayudar a construir ese camino. Mientras tanto, tenemos que atender la crisis que surge de la situación migratoria», apuntó.
Previo al convite del día 5, en declaraciones a la prensa, Almagro abogó por que los países latinoamericanos apliquen sanciones a Venezuela, y que haya más sanciones de la Unión Europea y Estados Unidos.
Tanto este señor como su patética organización –que dicen ser más democráticos que cualquiera– descalificaron los recientes comicios en ese país, donde el presidente Nicolás Maduro resultó electo nuevamente y de manera contundente.
Fueron las urnas y el voto ciudadano los que dieron la victoria a Maduro, y tanto nacional como internacionalmente los garantes calificaron la contienda como transparente y legítima.
Ante el triunfo electoral, Luis Almagro advirtió amenazadoramente: «Hoy tenemos un gobierno ilegítimo sentado en el seno de la organización, entonces hay que pensar las medidas de representatividad y legitimidad que debe tener Venezuela para estar presente en la OEA».
Que esa organización apueste a la caída del gobierno venezolano, aunque para ello haya que usar la fuerza foránea, es parte de la existencia misma de una institución que debía borrarse de una región agobiada por males intrínsecos al sistema por el que aboga, aunque quienes la representen sean funcionarios corruptos, lamebotas al servicio de Washington, o incendiarios que se han dedicado a desestabilizar gobiernos y países en nombre de una «democracia» marcada por el hambre y la sangre aún caliente de las guarimbas en Venezuela y Nicaragua, donde se quemaron vivos a seres humanos, sin que nunca la OEA se pronunciara contra ello.
Debiera esta reunión dedicar, aunque sea unos minutos, a condenar las escenas de xenofobia contra emigrantes venezolanos en países como Colombia, Ecuador y Brasil. Y recordar que viven en Venezuela 5 millones 600 000 colombianos, 400 000 ecuatorianos y 500 000 peruanos, gozando de todos los beneficios sociales al igual que cualquier venezolano.
El Gobierno de Caracas ha denunciado más de 750 noticias falsas relacionadas con el tema migratorio, generadas con toda intención mediática y política para fomentar el odio y la inestabilidad en la nación bolivariana.















COMENTAR
Miguel Angel dijo:
1
1 de septiembre de 2018
09:02:42
BRAULIO CARREÑO dijo:
2
3 de septiembre de 2018
00:45:42
Responder comentario