ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
La energía, en cualquiera de sus variantes, constituye un elemento clave para la UEE. Foto: Erenovable

La Unión Económica Euroasiática (UEE) fue establecida en el 2015, representa a casi 180 millones de personas y se caracteriza porque en ella cada país posee el mismo derecho al voto, independientemente del alcance de sus economías.

Dicha organización la integran cinco países: Rusia, Belarús, Kazajistán, Armenia y Kirguistán, y su historia está marcada por la Unión Aduanera, el programa Cielo Único Euroasiático y por último el memorando de entendimiento firmado entre Cuba y la UEE.

Y es que como dijera la ministra de Integración y Macroeconomía de la Comisión Económica-Euroasiática, Tatiana Valovaya, durante un Seminario de Negocios sobre la Unión, desarrollado en La Habana el pasado 31 de mayo, «La Unión Económica Euroasiática no discrimina».

Además, la propia Valovaya aseguró, en esa ocasión, que su organismo ha demostrado su efectividad y se ha vuelto atractivo para nuevos socios. Seguro porque el mismo tiene la perenne tarea de garantizar la libre circulación de mercancías, capitales, servicios y mano de obra, sin control aduanero alguno, entre sus miembros.

UN POCO DE HISTORIA

De momento, cinco antiguas repúblicas de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) forman parte de la nueva Unión: Rusia, Belarús, Kazajistán, Armenia y Kirguistán, pero en un principio, tras la desaparición de la Unión Soviética en 1991, las circunstancias eran otras.

En ese entonces surgió una nueva unificación de las antiguas repúblicas soviéticas: la Comunidad de Estados Independientes.

Sin embargo, sus funciones fueron meramente representativas. En el 2009 se hizo un intento por sustituirla por la Unión Aduanera, y en el 2010 esta comenzó con Rusia y Kazajistán. Al año siguiente se unió también Belarús y los controles aduaneros entre las tres naciones se eliminaron. Posteriormente, en el 2015, Armenia y Kirguistán se sumaron a este grupo.

 «La UEE resulta necesaria para conservar y fortalecer los lazos económicos entre unos países que una vez formaron parte de la misma nación (URSS) y que después se alejaron considerablemente unos de otros en el plano económico», afirmó Evgueni Guschin, investigador del Laboratorio Internacional de Investigaciones Económicas Internacionales de la Academia Presidencial Rusa de Economía Nacional y Administración Pública.

Asimismo, el experto advirtió que la UEE debe convertirse en un escenario para la integración de la economía de sus integrantes en el sistema mundial.

¿UNA SEGUNDA UNIÓN EUROPEA?

Al comparar la UEE con la Unión Europea (UE) es necesario tener en cuenta, y primero que todo, lo joven que es la primera.

«La UE tiene a sus espaldas un largo recorrido sobre desarrollo de integración, que va desde la Comunidad Europea del Carbón y del Acero surgida tras la Segunda Guerra Mundial. Mientras que la UEE no puede presumir del nivel de composición alcanzado en esta Europa cohesionada», comentó Guschin.

No obstante, la experiencia del bloque, tanto positiva como negativa, se ha tenido presente al crear la UEE.

En resumen, no se puede hablar de un proceso exitoso o fallido al referirnos a la UEE, pero sí de una organización más viable, pues en la base de la alianza yacen los intereses económicos de los participantes.

La UEE no es una unión política, sino económica y sobre esa base se puede apreciar la formación de una colaboración euroasiática especial, en el más amplio sentido de la palabra.

PRINCIPIOS BÁSICOS

- Establecer una política común en sectores clave de la economía como la energía, la industria, la agricultura y el transporte, entre otros.

- La creación de una moneda común a la manera del euro, aunque actualmente se desconocen los plazos sobre el inicio de su circulación.

- Crear una zona de libre comercio entre la UE y la UEE, idea promovida por Rusia.

- Conformar un área única de pagos mutuos en las monedas de los integrantes de la Unión.

- Impulsar el libre comercio con el bloque Mercosur e Israel.

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