En el 2006 Alexander Litvinenko fue envenenado con polonio en un céntrico hotel londinense mientras tomaba el té, pero este no ha sido el único exagente doble ruso residente en Reino Unido en correr esa suerte.
Serguéi Skripal, de 66 años, también fue contaminado con un agente nervioso junto a su hija, único miembro vivo de su familia, el pasado 4 de marzo, lo que dañó seriamente la salud de ambos, al punto de encontrarse todavía hospitalizados en estado crítico.
Esto ocurrió en la ciudad británica de Salisbury, y aunque hay muchas hipótesis rondando el caso, los hechos no mienten; lo que sí habría que esclarecer es quién los envenenó, cómo y por qué.
Algunos creen que todo tiene un trasfondo económico, pero se piensa que hubo algo más, porque pudieron haberlo intentado antes. Entonces, ¿por qué hacerlo a días de celebrarse las elecciones presidenciales en Rusia y en vísperas de la Copa Mundial de la FIFA?
Según Vladímir Chizhov, representante permanente ruso en la Unión Europea (UE), el escándalo en torno al caso Skripal –como se le conoce en buena parte del mundo– podría ser causado por el deseo de Londres de desviar la atención de los problemas en su política exterior, en particular, los relacionados con el Brexit.
Expresó que el secretismo que rodea al asunto sugiere que la capital británica tiene algo que ocultar.
Además, el Gobierno ruso ha asegurado en repetidas ocasiones que no tiene «nada que ver» con el ataque y solicitó acceso a la investigación.
De hecho, el presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró el pasado 18 de marzo que su país no dispone del agente químico con el cual se envenenó al espía y a su hija, en respuesta a las acusaciones del Gobierno del Reino Unido.

«En Rusia no tenemos esos medios. Hemos destruido todo nuestro arsenal químico», dijo el mandatario ruso en sus primeras palabras sobre el incidente.
A su vez aseguró que, a diferencia de la nación rusa, otros países, en clara alusión a Estados Unidos, no cumplieron con su palabra de destruir sus arsenales químicos.
Asimismo, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, sugirió a Londres «calmarse» en el caso de Skripal.
«Pienso que a todos y, antes que nada, a los funcionarios oficiales en Londres que, evidentemente, están nerviosos por esta situación, les conviene calmarse», afirmó Lavrov.
Por otra parte, cuatro líderes de potencias mundiales (Emmanuel Macron, Francia; Angela Merkel, Alemania; Theresa May, Reino Unido, y Donald Trump, EE. UU.) apuntaron contra Rusia por el envenenamiento del espía Serguéi Skripal y su hija Yulia, y exigieron explicaciones a Moscú por el atentado ocurrido a principios de marzo.
«Compartimos la conclusión británica de que no hay alternativa posible» a la responsabilidad rusa en el atentado contra el exespía ruso Serguéi Skripal y su hija, afirmaron los cuatro gobernadores en un comunicado conjunto, reclamando a Moscú que responda «a todas las interrogantes».















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Norberto Quesada dijo:
1
23 de marzo de 2018
03:44:44
Jose dijo:
2
23 de marzo de 2018
04:45:58
Elpidio Valdes dijo:
3
23 de marzo de 2018
18:58:20
Pedro Otto dijo:
4
24 de marzo de 2018
09:05:26
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