En medio del desierto del emirato árabe de Abu Dabi existe una ciudad completamente autosostenible donde los edificios futuristas dan sombra a las calles estrechas.
Por ahora, solo 150 estudiantes conviven con las grúas que continuarán dando forma a la metrópoli que tiene fecha de terminación en el 2030. Para entonces se espera que albergue a más de 40 000 habitantes y 1 500 empresas.
La meta de Masdar, nombre dado por su arquitecto Norman Foster, es reducir su dependencia energética y abastecerse solo de fuentes renovables. Hasta el momento lo hace gracias a los paneles solares que revisten los tejados, pero al llegar la noche sus escasos habitantes se ven obligados a recurrir a la red eléctrica.
En el futuro, la ciudad contará con un sistema de pozos geotérmicos que aprovecharán la temperatura de las bolsas de agua que hay a 2 500 metros bajo tierra.
El proyecto arrancó en el 2006, bajo el diseño y planeación del prestigiado estudio de diseño Foster + Partners, el mismo que se hará cargo del nuevo aeropuerto para Ciudad de México, financiado por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) y los Emiratos Árabes Unidos.
Muchas empresas como Siemens y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) se fueron sumando al proyecto y así comenzaron su construcción en el 2008 esperando finalizar en el 2016, pero algunos problemas con el presupuesto y la crisis mundial afectaron la compra de materiales y ahora apuntan a la nueva fecha.
Debido a estos atrasos y falta de financiamiento, en el 2013 decidieron abrir una cuarta parte de la ciudad para recibir turismo, así como a los primeros habitantes, con la intención de impulsar la economía del lugar y costear lo que falta del desarrollo.
Pero el objetivo de Masdar parece ser mucho más ambicioso. No se trata de una simple ciudad residencial. Aspira a ser la sede de la investigación y de las empresas dedicadas a la energía limpia.
Los constructores, personal de apoyo, ingenieros y el arquitecto principal tienen una gran preocupación: que nadie visite Masdar, incluso, que nadie viva en ella, convirtiéndola en una especie de pueblo fantasma que le haga quedar en el olvido.
Esta inquietud está sostenida por el futuro de la mayoría de los megaproyectos
de la zona de los Emiratos Árabes. Grandes edificios, islas artificiales que poca gante puede darse el lujo de visitar y que por las diferencias culturales no están entre los destinos de preferencia del turismo occidental.
La ciudad supone ser la primera ciudad del mundo diseñada especialmente para ser ecológica y autosuficiente, una ciudad inteligente con tecnología que haría de ella un modelo o la base para el futuro de la humanidad.
















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Reinaldo Roodriguez dijo:
1
21 de febrero de 2018
09:44:01
PP dijo:
2
21 de febrero de 2018
14:23:35
Eusebio Respondió:
23 de febrero de 2018
11:30:58
María Lexi dijo:
3
21 de febrero de 2018
14:38:28
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