
Edad: 51 años.
Partido Político: Congreso por el Cambio Democrático (CCD).
Lugar de nacimiento: Monrovia.
Formación previa: futbolista.
Cuando hace 12 años el exfutbolista George Weah fracasó por primera vez frente a la portería política en su país, el mundo quizá pensó que sus goles habían quedado sepultados en el pasado, y que se le daban única y exclusivamente en el ámbito deportivo. Pero el Balón de Oro intentó una segunda, y —aunque volvió a fallar en los comicios del 2012 junto a su compañero de fórmula Winston Tubman— tuvo una tercera vez. Como reza el refrán, fue la vencida.
Así, el hombre del fútbol en Liberia se convirtió en la última semana del 2017 en el duodécimo quinto presidente del país del oeste de África que emergió desde 1822, cuando la Sociedad Americana de Colonización comenzó a enviar a esa tierra exesclavos afroestadounidenses.
Weah aparece en las páginas de la historia como el único africano ganador de un Balón de Oro y sus pies irradiaron al Milán, de Italia. También jugó en el Mónaco, el París Saint-Germain, y el Chelsea y, en 1995, llegó su hora de ser reconocido con el máximo lauro que otorga la FIFA.
Antes del fútbol, el actual presidente liberiano —nacido en un barrio pobre de la capitalina Monrovia— trabajó como técnico en una compañía de telecomunicaciones. Solo después obtuvo fama como futbolista.
Durante su campaña, prevaleció en el discurso de Weah la idea de no temer al cambio. «Nadie debería temer a la transformación; mira mi vida: pasé de futbolista a político… Tú también puedes ser esta persona, somos iguales», solía expresar.
Con el 61,5 % de los votos frente al 38,5 % del actual vicepresidente del país, Joseph Boakai, del Partido de la Unidad (PU), Weah sucede en el puesto a la jefa de Estado y su excontendiente desde el 2005, Ellen Johnson-Sirleaf. Ella, primera mujer en llegar a la jefatura de Estado en un país africano y Premio Nobel de la Paz 2011, deja en manos del astro africano del fútbol una nación considerada como una de las más pobres del mundo.
Sin embargo, ella logró levantar su PIB en un 248 %: de 604 a 2 101 millones de dólares, lo cual repercute en la esperanza de vida, que ahora se colocó en los 62 años, ocho más que antes de la era Sirleaf. En la misma etapa, consiguió el levantamiento de todas las sanciones que Naciones Unidas había aplicado al país por la guerra civil que padeció hasta el 2003 y logró la retirada de la misión de paz de la ONU en Liberia, activa desde el 2003 al 2016.
Sirleaf no pudo —a pesar de intentarlo— dejar de entregar un país en crisis debido a la «cruzada» del ébola, con el que unas 10 300 personas se contagiaron en el 2014 y a otras 5 000 les costó la vida.
De ahí que Weah se enfrente a la tarea de recuperar una debilitada economía, que en el 2016 finalizó con una caída del 1,6 % del PIB, reducir la pobreza y acabar con la corrupción.
Al respecto, el nuevo presidente y su par en la candidatura, la exprimera dama Jewel Taylor, dijeron a lo largo de su campaña que se acelerará la creación del empleo, así como será gratuita la educación desde la guardería (prescolar) hasta el Instituto (preuniversitario).
Liberia, con 4,6 millones de habitantes, sufrió dos guerras civiles (1989-1996 y 1999-2003) que costaron la vida a más de 150 000 personas y que causaron centenares de miles de desplazados y refugiados.
«Siento profundamente la emoción de toda la nación» ante la «ingente tarea de la que me hago cargo», twiteó Weah tras ser declarado ganador una vez escrutado el 98,1 % de los votos, en la segunda vuelta.
Dentro de algunos días, el venidero 22 de enero, el exfutbolista de 51 años tomará la silla presidencial, en cuanto jure ante los 4,6 millones de liberianos. Ese día, se celebrará el primer traspaso de poderes entre dos presidentes elegidos democráticamente en los últimos 73 años en ese país, por lo que el secretario general de Naciones
Unidas, António Guterres, y la misión de observación de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao) elogiaron la votación «pacífica». Weah tendrá que «dar goles» para reconstruir la economía de su país e introducir mejoras sociales de raíz transformadora.
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Miguel Angel dijo:
1
3 de enero de 2018
07:54:26
Armando dijo:
2
3 de enero de 2018
14:04:30
Bonavento dijo:
3
3 de enero de 2018
16:58:23
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