En este 2017 la naturaleza se ha ensañado con el Pacífico y, en esta ocasión, Filipinas fue su última víctima.
La calma después de la tormenta no parece llegar para este territorio del sudeste asiático, que sufrió un trágico fin de semana y enfrentó el embate de severos eventos climatológicos, el más devastador: el tifón Tembin, con saldo preliminar de 240 muertos.
Tras ser azotado por la tormenta tropical Kai Tak, que dejó 90 personas fallecidas y centenares de desaparecidos, el poderoso tifón, nombrado localmente Vinta, irrumpió en el sur de este archipiélago, formado por 7 107 islas y más de cien millones de habitantes, dejando un rastro de muerte y destrucción a su paso.
El temporal, que causó mayores estragos en las islas de Mindanao, la segunda mayor del archipiélago, y Palawan, en el oeste del país, provocó lluvias torrenciales, fuertes inundaciones y corrimientos de tierra.
Además de las víctimas mortales, 550 000 personas fueron afectadas y más de cien se encuentran desaparecidas, mientras las autoridades prosiguen con las tareas de rescate y salvamento.
Romina Marasigan, portavoz del Consejo Nacional de Gestión y Reducción del Peligro de Desastre (Ndrrmc), organismo que canaliza toda la información oficial, aseguró que desplegaron 4 000 efectivos, en 500 equipos de ocho miembros cada uno, para las labores de recuperación en las provincias más afectadas.
Las autoridades locales también alertaron sobre la necesidad de prestar ayuda urgente a las personas, así como a la revitalización de la zona fustigada por Tembin, que causó, sobre todo, graves daños a la agricultura, la infraestructura gubernamental y al fondo habitacional.
Tras abandonar territorio filipino, Tembin enfiló rumbo oeste hacia Vietnam, donde provocó menos estragos de los esperadados, al tocar sus costas con vientos de 60 kilómetros por hora.
UNA REGIÓN ALTAMENTE VULNERABLE
Filipinas está ubicada en el cinturón de fuego del Pacífico y posee un clima tropical, lo que lo convierte en un territorio vulnerable a terremotos y tifones, de hecho cada año entre 15 y 20 fenómenos atmosféricos de este tipo llegan hasta sus tierras, según cifras oficiales de la Administración de Servicios Atmosféricos, Geofísicos y Astronómicos de Filipinas (Pagasa).
En el 2013 la nación vivió uno de los momentos más tristes de su historia cuando el tifón Haiyan, uno de los ciclones tropicales más fuertes jamás registrados, golpeó las islas centrales del país y dejó más de 6 000 personas muertas, además de desaparecidos y heridos.
A pesar de ser una zona altamente propensa al desarrollo de estos organismos, investigaciones científicas se muestran preocupadas por su incidencia en los países más al sur de Asia. De hecho, un estudio publicado por la revista Nature Geoscience reveló que la intensidad de los tifones asiáticos ha aumentado en un 12% en las últimas cuatro décadas.
En ese sentido, expertos advierten que el sudeste asiático es una de las zonas más expuestas a riesgos por los efectos del cambio climático y advierten sobre el impacto que esto pudiera tener a nivel global, en correspondencia con el peso que estos países van ganando en el escenario político internacional.
















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Daisy T. Rivero Leon dijo:
1
27 de diciembre de 2017
04:54:18
Atonio J Martínez dijo:
2
29 de diciembre de 2017
01:09:10
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