Si fue difícil para los puertorriqueños ser azotados por el huracán Irma, más complicada resultó la situación luego de la arremetida con mayor intensidad de un segundo evento meteorológico del mismo tipo, llamado María. A varias semanas de los sucesos, la recuperación de la isla parece aún improbable.
El huracán María pasó por Puerto Rico con categoría 4 y vientos sostenidos máximos de 250 kilómetros por hora, de acuerdo con la información del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC).
Las afectaciones producidas por este fenómeno meteorológico vinieron a dar el tiro de gracia a esta economía en bancarrota. Imágenes en cadenas multinacionales dan cuenta de un país donde no solo escasea el dinero, sino también la comida, el agua potable, la gasolina y la electricidad.
Muchos buscan salvaguardarse hacia otras regiones como Estados Unidos, para lo que han tenido que estar varios días en el aeropuerto. De acuerdo con distintas agencias noticiosas, viven más puertorriqueños en Estados Unidos que en la propia isla, habiéndose intensificado el flujo migratorio hacia su metrópoli luego del paso del huracán María.
Sin embargo, las afectaciones en la economía puertorriqueña no se deben únicamente a los fenómenos atmosféricos: la nación tiene una deuda pública aproximadamente de 74 000 millones de dólares y los daños por los eventos climatológicos de las últimas semanas ascienden a 90 000 millones.
Aunque la deuda crediticia boricua fuera eliminada a largo plazo, que no depende solo de una promesa de Trump, sino de difíciles negociaciones con los diversos acreedores; la isla no saldría tampoco del caos en que se encuentra.
Según el diario boricua El Nuevo Día, Donald Trump había sugerido en una entrevista con Fox News que la deuda pública de Puerto Rico tendría que ser eliminada, pero «del dicho al hecho…».
Hace varios años los índices económicos del país son negativos, ¿cómo se puede explicar esto? Debido a que la nación es un Estado Libre Asociado, no presenta un tesoro público, pues todos los ingresos van a parar a los Estados Unidos, en situación de metrópoli. Además, el país, al no ser un estado norteamericano más, no puede acogerse a los rescates económicos.
Según la cadena multinacional Telesur «Washington decide todo lo relacionado a su sistema financiero, las relaciones exteriores, la migración y el comercio. Puerto Rico no puede hacer tratados comerciales con ningún país ni recibir en sus puertos barcos con banderas diferentes a las de Estados Unidos».
Donald Trump no ha brindado una ayuda importante a la isla caribeña, luego del paso del huracán María. Su corta visita del 3 de octubre vertió más críticas a su administración, aunque este jueves recibiera al gobernador Ricardo Roselló para gestionar ayuda financiera para la reconstrucción.
Diversos medios de comunicación juzgaron la lenta respuesta del presidente norteamericano ante el desastre ocurrido en Puerto Rico, comparado con la veloz respuesta del mandatario luego del paso del huracán Harvey en Houston y María en la Florida. Trump tal vez no recuerde que son más de tres millones de puertorriqueños que intentan salir de los destrozos de un huracán que afectó a su país completo.
El resultado de la visita hizo desvanecer cualquier tipo de ilusión existente. Las acciones realizadas por Donald Trump están lejos de los aplausos, en su escasa estancia en el territorio puertorriqueño.
Uno de sus actos más controvertidos en la isla fue tirar rollos de papel sanitario a personas congregadas en una iglesia. Para el mandatario estadounidense esta acción fue correcta: «tenían esas hermosas y suaves toallas, muy buenas toallas.
Y entré y había una multitud que gritaba y amaban todo eso. Me estaba divirtiendo, estaban divirtiéndose. Ellos dijeron: “¡láncelos, señor Presidente!”», explicó el mandatario, citado por PL.
El pasado 12 de octubre, según información del diario mexicano Infórmate, Trump en su cuenta de la red social Twitter «amenazó con retirar los equipos de la Administración Federal de Manejo de Emergencias (FEMA) de Puerto Rico, al argumentar que su presencia en la isla no puede ser permanente».
El futuro de la isla parece entonces incierto; harán falta muchísimos millones y demasiado tiempo para que Puerto Rico se recupere. Mientras, un país está en pedazos y la mayoría de sus habitantes en un total caos. No bastan para ellos las buenas intenciones de algunos o la hipocresía de otros, sino que el tiempo sane las heridas sufridas no solo por culpa del cambio climático.
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yB dijo:
1
20 de octubre de 2017
09:44:42
ENRIQUE R. BALDOQUIN dijo:
2
20 de octubre de 2017
10:47:21
AJ dijo:
3
20 de octubre de 2017
16:08:18
Yoe dijo:
4
20 de octubre de 2017
19:18:03
E.navarro dijo:
5
21 de octubre de 2017
07:28:57
LUJAN dijo:
6
22 de octubre de 2017
20:35:25
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