ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Luis Britto afirmó que Venezuela «tiene el derecho y el deber de defenderse». Foto: Tomada de Internet

CARACAS, Venezuela.–«No alargue el tema. Nosotros estamos parados sobre la mayor reserva de petróleo del mundo, y por ahí pasa todo lo demás…».

Lacónico, vertical, un joven venezolano me explicó así por qué su país es vórtice de múltiples conflictos y blanco permanente de los ataques del imperialismo.

La nación bolivariana no deja de despertar interés, emociones y criterios, sobre todo luego del 30 de julio de este año, día en que más de ocho millones de ciudadanos dijeron sí a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC). Ha sido una respuesta no esperada por muchos, que dejó con la boca abierta y llenos de ira a los enemigos de la Revolución iniciada por el Comandante Hugo Chávez.

Sobre la hora actual del hermano país y su posible futuro, los análisis de quienes tienen echada su suerte con esta querida tierra no faltan. Aquí hay un pensamiento profundo a cargo de mujeres y hombres de prestigio mundial. Pocos pondrían en duda, por ejemplo, que una disertación del prestigioso intelectual venezolano Luis Britto García (Caracas, 1940) es digna de ser atendida.  

Estrenándose agosto, el abogado y Doctor en Derecho, narrador, ensayista, dramaturgo, dibujante, y autor de más de 60 títulos, compartió opiniones en un programa especial de Venezolana de Televisión. Sobre la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), Britto expresó que tal entidad tiene el valor de confirmación del carácter perdurable del bolivarianismo.

«Se había dicho mucho: “eso es un movimiento clientelar (…) porque como hay dádivas, entonces la gente lo apoya”. Y no: es un movimiento carismático, porque viene de un líder carismático. El líder del movimiento nos falta hace más de cuatro años. La gente sigue firme, con los mismos ideales del proceso. Bajó el petróleo (sus precios) de una forma tremenda, hay escases en el país, y sin embargo la gente salió a votar a pesar de que había cerco, de que había terrorismo, y surgieron esos ocho millones (de personas que dijeron sí a la ANC)».
Al decir del prestigioso intelectual, el proceso bolivariano va más allá de las oscilaciones breves en la historia: es algo «perdurable y confirmado, al extremo de que ya uno de los líderes de la oposición dijo que iba a entrar en las elecciones regionales y un vocero de la gran potencia del norte dijo que ellos no iban a reconocer un gobierno paralelo. Entonces hay un elemento de legitimación».

¿Qué esperar de esta ANC?, preguntaron a Britto en el programa especial. Su primera idea fue hablar de un «conjunto de normas magníficas en la Constituyente».

En su entender, «por segunda o tercera vez el pueblo ha solucionado un atolladero que parecía no tener salida. Cuando Chávez fue hecho prisionero, el pueblo lo liberó. Cuando se produjo el sabotaje petrolero que paralizó la producción, el pueblo resistió (…). Ahora que había esa crisis ocasionada por el ensoberbecimiento de la derecha que pensaba que ya tenía el poder, esos ocho millones y tanto de votos volvieron a legitimar, a mostrar el consenso que tiene el proyecto bolivariano».

Sobre desafíos apremiantes de la sociedad venezolana, Britto afirmó que «gran parte de las medidas que se deben tomar en Venezuela se pueden hacer con las normas que tenemos actualmente. Primero, detener el contrabando de extracción (de bienes), en el cual, según ha dicho el presidente Maduro, se va el 40 % de lo que Venezuela produce o importa. En segundo lugar, que el Estado asuma la importación y distribución de bienes básicos, porque no es posible que se inviertan 60 000 millones de dólares —cifra también dada por el presidente Maduro—, y que eso se vaya en empresas de maletín o en importaciones fantasmas».

El escritor tiene una convicción sobre su país: «Producimos gran parte de lo que consumimos. Producimos el 88 % de los alimentos que consumimos, y eso lo ignora mucha gente. El tapón está en la distribución. El Estado ha triplicado la cantidad de dólares preferenciales dados desde el 2004 para importar bienes básicos, y para importar medicinas».

Partiendo de esas realidades, Britto habla de «dejar de darle los dólares preferenciales a las empresas que no importan o que importan los bienes y los esconden. Hay que evitar que siga el contrabando de extracción, y aplicar medidas inmisericordes sobre esos tapones de la distribución que crean la escasez programada, y si eso se hace con medidas constitucionales urgentes, mejor».

LA PATRIA Y LOS ENTUERTOS DEL MUNDO

Por un lado Estados Unidos ha expresado su voluntad de no reconocer gobiernos paralelos (ante la evidente legitimidad que los resultados del 30 dieron al proceso bolivariano); y por otro, días después, pide al presidente constitucional Nicolás Maduro que devuelva los derechos a los ciudadanos. «Van y vienen –ha dicho Luis Britto–; pareciera que no hay una posición enteramente firme con relación al tema venezolano».

Como decían en una época, según rememoró el prominente analista, Chávez los dejó sin saber qué hacer: «A pesar de que el Comandante nos dejó hace tiempo, todavía él los tiene locos (a los imperialistas). Dicen que no van a reconocer un gobierno paralelo, e inmediatamente después declaran que Maduro tiene que renunciar, se tiene que ir, que ellos son los que deciden quién nos debe gobernar a nosotros los venezolanos; es decir, es una actitud errática que implica que no saben qué determinación tomar».

Si bien es cierto que el pensador ha dedicado algunas reflexiones a los peligros de una invasión externa a su país, lo que más le preocupa es una amenaza, una «cosa muy grave que es la infiltración paramilitar contra nuestro territorio, y las acciones del terrorismo. Eso lo tenemos que resolver nosotros».

En lo interno Venezuela, dijo Luis Britto, «tiene el derecho y el deber de defenderse. Tiene que haber una normativa nueva que habilite al Estado para pelear contra este nuevo tipo de guerra sanguinaria que es a la vez económica, política, cultural, mediática, estratégica. Entonces la Constituyente tiene que considerar ese problema de seguridad nacional y de paz para permitir la supervivencia del estado venezolano, de la República y de los venezolanos».

El abogado recordó que «Estados Unidos gasta en su presupuesto militar más de la mitad de todo el gasto armamentista del mundo. Esa es una cifra impresionante, pero ¿de qué le sirve ese gasto armamentista si a la hora de la guerra tiene que pelear con intermediarios? Estados Unidos en realidad no ha ganado ninguna guerra».

Desde el momento en que el mundo comenzó a vivir un equilibrio siniestro, desde el momento en que las grandes potencias tienen armas atómicas, «todos los golpes, al decir de Britto, se dan por debajo de la mesa. Es decir: “No, yo no te estoy declarando la guerra”, pero te estoy serruchando el taburete. Además, el pueblo estadounidense no quiere ir a la guerra. Entonces envía a los chicanos, a los hispanos, a mercenarios. Allí hay agencias de mercenarios.

«(…) La decadencia del imperio romano empezó con eso, cuando ya no tenían sus guerras con ciudadanos romanos sino con mercenarios, y llegó un momento en que los mercenarios dijeron, bueno y por qué vamos a estar peleando, y los mercenarios tomaron el imperio, se sublevaron y conquistaron Roma…».

Muchos planes ha diseñado el imperialismo del norte para destruir la Revolución Bolivariana y dominar Venezuela. Luis Britto mencionó, entre tantas otras guerras, la de haberle puesto a la nación sudamericana el cartelito de «riesgo país», para que muchos lo piensen dos veces antes de hacer planes de intercambio económico con la nación de Bolívar: «El mismo Eduardo Galeano preguntaba cómo es posible que un país con las mayores reservas de petróleo en el mundo sea un riesgo país mientras que otra nación que lleva más de medio siglo sumergida en una guerra civil no lo es…».

El andamiaje de agresiones que crean escenarios convulsos, que parecen un absurdo, que apuestan a impulsar un cambio de dólar que no es real, persigue, como ha denunciado el destacado intelectual, un solo propósito: liquidar al país en su hora actual. Sin embargo –y la idea la añade esta cronista–, muchas veces el pragmatismo obvia el factor humano; y por lo que se ve, muchos siguen empecinados en no respetar la voluntad de más de ocho millones de venezolanos que han dicho sí a resolver sus problemas a través del pacífico, inteligente y humanísimo camino de la Constituyente.

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marcos godoy v dijo:

1

25 de agosto de 2017

09:33:08


Cuando en 1965 los yanquis invadieron a la Repùblica Domincana Fidel dijo a su pueblo CUANDO VEAS LAS BARBAS DE TU VECINO ARDER PON LOS HIERROS EN REMOJO.. Esa advertencia que la asuma nuestro gobierno porque de