En el país donde las estadísticas hacen pensar que viven tantos elefantes como personas, alrededor de tres años atrás los científicos hallaron fósiles de organismos pluricelurares con unos 2 100 millones de años de antigüedad. A partir de ese descubrimiento de fósiles que superan en tiempo a todos los que se habían hallado hasta la fecha, la zona de la República Gabonesa se considera como la que «modificó el escenario de la historia de la vida de la Tierra».
Pero no es esto -como se puede presuponer- lo que convierte a Gabón en una de las naciones con mayor desarrollo económico de África. Desde inicios de la década del 70, el pequeño Estado centroafricano, devino importante productor de petróleo y, en la actualidad, ese renglón económico abarca alrededor del 50 % del Producto Interno Bruto (PIB) de la nación, que cuenta con la selva más densa y virgen del llamado continente negro, según expertos. Esta ocupa el 85 % de su territorio, estimado en 267 670 kilómetros cuadrados y, de los cuales, 550 corresponden a una reserva natural: el Parque Nacional de Loango.
***
Hace apenas unos días, cuando el presidente gabonés, Ali Bongo, se encontraba en Cuba, sostuvo en nombre de su país que mantiene interés por ampliar la cooperación bilateral y por comenzar a invertir en esta Isla caribeña con la que Gabón comparte algo más que tamaño.
A ambas tierras las une el pasado colonial, así como haber sido blancos del saqueo de las tradicionales potencias occidentales. La literatura histórica cuenta que los primeros europeos en visitar las costas gabonesas fueron los portugueses, en 1472. Luego lo harían los franceses, los holandeses y los británicos, a lo largo del siglo XIX.
De Gabón extrajeron —como extrajo España el poco oro de Cuba— marfil, maderas preciosas y esclavos. Cuando
lo creyeron necesario, fundaron el asentamiento de esclavos libertos de otras colonias francesas que bautizaron como Libreville, actual capital del «país de los elefantes».
Rememorarlo es como reproducir en la imaginación la hollywoodense película de Tarzán. Salvo por un detalle: el filme se concentra en un drama amoroso en el Congo, y no en el drama sociocultural de las naciones africanas que vivieron bajo la tutela de Francia.
Recuerdos aparte, testimonios ofrecidos a El País por algunos gaboneses exiliados, expresan que aún existe una recepción pasiva de los símbolos de la cultura francesa Ωy más ampliamente occidentalΩ. Sin embargo la nación ha logrado emprender su camino de manera independiente y con estimables resultados.
No obstante, el país se independizó de Francia en 1960, por la vía no armada, y desde entonces quedaron remanentes de la cultura gala en el modo de vida de los gaboneses. Ello, por sí solo, no puede ser calificado como negativo. Procesos de transculturación han dado lugar a la plena conformación de la nacionalidad en cada rincón del mundo.
Sin embargo, la historia más reciente de Gabón parece indicar un paulatino proceso de asunción de lo propio, lo nacional, lo idiosincrático, en aras de fortalecer el sentido de pertenencia de los ciudadanos respecto a su país.
De ahí la importancia que adjudican a sus recursos naturales. La prohibición de la caza de elefantes constituye una muestra. Más allá de que su población de elefantes lo convierta en una rareza ecológica hacia la que giran sus ojos los científicos, el Estado africano transita de forma significativa hacia su descolonización mental.
¿Cómos se expresa esto en lo económico? Según estadísticas de The World Bank, es el quinto productor de petróleo en África. En promedio, en los últimos cinco años, el sector petrolero ha representado el 80 % de las exportaciones, el 45 % del PIB y el 60% de los ingresos presupuestarios.
***
Durante su estancia en la Isla, la delegación gabonesa encabezada por Ali Bongo, realizó visitas de trabajo a Labiofam, al Instituto Carlos J. Finlay y al Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología.
En ese contexto, se firmó el nuevo Acuerdo de Colaboración Médica que prevé el envío de 12 especialistas cubanos de la salud que se sumarán a los 33 colaboradores que ejercen allá. Para la aplicación del Programa de Lucha contra la Malaria de Labiofam, con varios años de funcionamiento, se firmó una Carta de Intención por un monto ascendente a diez millones de USD.
Esto forma parte de la intención del actual gobierno gabonés de diversificar la economía y acentuar las políticas sociales.
Para ello organizó desde el 2014 una consulta nacional de gran envergadura: Assises Sociales, y comenzó a redefinir la estrategia de inversión humana del Gabón (SIHG).
«La nueva política social, máxima prioridad gubernamental, tiene tres objetivos: (I) ayudar a las poblaciones más vulnerables (ancianos, huérfanos, discapacitados...), a través de programas sociales integrados; (II) ayudar a las personas de bajos ingresos a desarrollar actividades generadoras de ingresos y (III) reducir las desigualdades en el acceso a los servicios públicos básicos», se lee en un informe del Banco Mundial.
Allí se añade que la tasa de matrícula primaria (96,4 %) es una de las más altas de África, si bien presenta una baja tasa de terminación primaria (37,2 %) y se halla en el lugar 110 de 188 en la lista del Índice de Desarrollo Humano de la ONU.
Desafíos nunca faltan. La clave se halla en intentar saltar sobre ellos como ha hecho Gabón. La visita a Cuba de su presidente, que sirvió para tender puentes económicos y sociales, lo demuestra, en tanto Ali Bongo reconoció el prestigio del sistema de salud cubano y la calidad de diversos productos biotecnológicos producidos en la Isla.
COMENTAR
Lee dijo:
1
22 de julio de 2017
15:45:25
Yosmany Velazco dijo:
2
23 de julio de 2017
11:20:42
victor faife dijo:
3
23 de julio de 2017
12:00:24
Responder comentario