
RÍO DE JANEIRO.–Los transportes de Sao Paulo, Río de Janeiro y Brasilia, así como buena parte de los servicios públicos de Brasil fueron afectados este viernes debido a una huelga general en protesta por la política de recortes del gobierno de Michel Temer, quien logró en un año niveles récord de desempleo.
Decenas de sindicatos y las principales centrales de trabajadores del país apoyaron la huelga de este viernes para tratar de frenar dos reformas impopulares –la laboral y la del sistema de pensiones– que se tramitan en el Legislativo.
Ambas iniciativas están en votación en el Congreso como parte del programa del gobierno para enderezar las cuentas y sacar a Brasil de la peor recesión de su historia, apuntó AFP.
El presidente Temer asegura que las dos reformas son fundamentales para devolver a Brasil a la senda del crecimiento económico, sin embargo la izquierda denuncia un intento por acabar con derechos históricos.
«Las personas decidieron parar como protesta a la retirada de derechos», comentó ayer el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, que busca ser candidato presidencial en el 2018.
«Si quieren resolver el problema del sistema de pensiones la economía tiene que volver a crecer. Es simple. Pero este gobierno solo sabe cortar», agregó el exmandatario, citado por Notimex.
Los manifestantes cortaron este viernes algunas vías de acceso en ciudades como Río, Sao Paulo y Belo Horizonte durante la mañana, y hubo enfrentamientos entre la policía y los protestantes.
En Sao Paulo –la ciudad más poblada y más rica del país– al menos 16 personas fueron detenidas por las fuerzas de seguridad, y en la tarde estaban previstas marchas que servirían de termómetro para evaluar el respaldo a una huelga que el gobierno criticó con dureza.
Para el gobierno, la paralización es un fracaso: «Están impidiendo que las personas lleguen a sus lugares de trabajo. En un primer análisis, eso evidencia que es una huelga que no existe. Es más una huelga de sindicatos perturbados con las decisiones del Congreso», dijo el ministro de Justicia, Osmar Serraglio, a la radio CBN.
La huelga se produce apenas un año después de la llegada de Temer al poder –el 12 de mayo– y con una insatisfacción récord de la población con el mandatario (desaprobado por el 87 % de los brasileños) y con la clase política en general por los escándalos de corrupción.
A pesar de los recortes y de las promesas de crecimiento por parte del gobierno, Brasil sigue todavía duramente afectado por la recesión y, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el país solo crecerá un 0,2 % este año.
El desempleo sigue creciendo y datos de este viernes señalaron un nuevo récord en el número de parados: 14,2 millones de personas, es decir, el 13,7 %, según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), que publica las estadísticas oficiales.
«No hay absolutamente nada que muestre cualquier indicio de recuperación», dijo Cimar Azeredo, coordinador del sector de estadísticas sobre el empleo del IBGE.
Temer, que tiene un apoyo de la población de apenas un 10 %, reemplazó en el 2016 a la presidenta constitucional Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), destituida por el Congreso.















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Miguel Angel dijo:
1
29 de abril de 2017
05:31:14
Bertino Queiroz dijo:
2
29 de abril de 2017
09:03:57
Oscar Ramos Isla dijo:
3
30 de abril de 2017
08:56:55
Wilfredo dijo:
4
30 de abril de 2017
16:08:46
Miguel Angel dijo:
5
1 de mayo de 2017
04:42:48
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