Por estos días, una vez más, el Departamento de Estado norteamericano incluyó a Cuba, junto a Corea del Norte e Irán, en la particular lista de países donde se ignoran —antes decían se violan— los derechos humanos.
Una copia más. Nada original en un mundo donde el que quiere juzgar es el único que debería comparecer ante el tribunal de los pueblos. Así han actuado los gobiernos —demócratas o republicanos— y en esta ocasión dicen estar «muy preocupados» porque por ese motivo, en estos países pueden producirse conflictos.
Me imagino las muchas veces que la palabra RESISTENCIA, en mayúscula, haya al menos quitado el sueño a los inquisidores de un mundo a la deriva, precisamente por sus acciones.
Ese mismo día el propio Departamento de Estado apoyaba a los grupos violentos que en Venezuela matan a civiles y provocan un verdadero caos económico.
En el patrón de las administraciones estadounidenses, Cuba viola los derechos humanos porque ha resistido más de 55 años de cruel bloqueo, precisamente implantado por Washington con el ánimo de asfixiar al pueblo por hambre.
Por eso nos ponen en cuantas listas se les ocurre y acudiendo al «acto democrático» de oír a alguno que otro mercenario o mercenaria local, que por tal de recibir algunos dólares y que le paguen algún pasaje para viajar por el mundo, son capaces de hasta exigir que siga el bloqueo o que el vecino poderoso ocupe militarmente la Isla.
De qué derechos humanos puede hablar el país cuyas administraciones solo en las últimas dos décadas han invadido, bombardeado y ocupado países usando mentiras como pretextos.
Quién debe estar sentado permanentemente en el banquillo de los acusados sino el gobierno o los gobiernos que con sus guerras han provocado la muerte de millones de personas, la mutilación y secuelas de otras miles y la destrucción de ciudades que son patrimonio cultural de la humanidad.
Esta vez, los «preocupados» anfitriones del país donde radica la ONU, emplearon una sesión especial del Consejo de Seguridad impulsada por ellos mismos, para volver con el tema derechos humanos, ahora concentrado en tres países que —no me cabe la menor duda— son castigados por resistir y no ponerse de rodillas ante el poderoso imperio.
En la reunión el representante norteamericano insistió en «la necesidad de que el Consejo de Seguridad preste más atención a la vigilancia de los derechos humanos para poder anticipar este tipo de crisis, en lugar de simplemente reaccionar a ellas», según refleja un despacho de la agencia EFE.
El descaro llegó a tal grado que el diplomático de Washington puso el ejemplo de Siria y dijo que muchas de las peores guerras de la actualidad se iniciaron con represión por parte de las autoridades.
Es decir, ahora Estados Unidos «descubrió» e informó al mundo que no fueron los grupos terroristas, armados y financiados por Washington, como Al Nusra y el llamado Estado Islámico, los que masacran a la población de esa nación árabe. ¿Qué les parece?
Ni una palabra. Ni una letra en la gran prensa. Ni una condena en el foro de la ONU. Nada para quienes al decir estas diatribas contra otros estados, pretenden hacer olvidar el glosario de violaciones de los derechos humanos cometido por los gobiernos que invadieron y ocuparon países; violaron los derechos íntimos de reclusos sometidos a las más bárbaras torturas en cárceles como la de Abu Ghraib en Irak y la de la ilegal base militar en Guantánamo, Cuba; lanzaron bombas con sustancias prohibidas y uranio empobrecido contra la población civil yugoslava e iraquí, matando a miles de personas y dejando mutiladas por años a familias que ven nacer sus hijos con deformaciones terribles o con falta de órganos.
Quiero recordar si alguna vez en la ONU y fuera de ella, se condenó a estos causantes de los mayores genocidios que se recuerden en los últimos años.
No estoy seguro de haber oído o leído alguna acusación directa de una organización que nació para luchar por la paz, cuando se le ha ignorado a la hora de hacer guerras o bombardear países como se ha hecho últimamente contra Siria y Afganistán y como se repitió muchas veces en la antigua Yugoslavia, en Irak o en Libia.
Es una pena que en el propio Consejo de Seguridad, la voz de la ONU fuese coincidente con la del delegado de Estados Unidos en cuanto a que la violación de los derechos humanos es una señal temprana de las crisis. Otro «descubrimiento» en una especie de enajenación visual e histórica, cuando lo que se quiere no es castigar a los verdaderos violadores de los derechos humanos, sino a quienes se oponen a esa política imperial y resisten ante ella.
Pero, tanto para los que presentan signos de «olvido involuntario», o para los encaprichados en imponer sobre otros lo que verdaderamente le corresponde a ellos, la verdadera razón de estas listicas acusatorias es que se trata de países que han resistido a las amenazas o han vencido a quienes le declararon la guerra, como ocurrió en Cuba con la invasión de Playa Girón.
También la República Islámica de Irán ha levantado su frente y nunca se ha inclinado ante las amenazas de Washington.
Otro tanto ocurre con la República Popular Democrática de Corea, a la que se le quiere poner de rodillas y debilitar su poder militar disuasivo de posibles agresiones.
Mientras, las administraciones norteamericanas seguirán exponiendo copias de un original que nunca ha existido ni podrá existir.
COMENTAR
Marcelino dijo:
1
20 de abril de 2017
20:02:38
Rubén dijo:
2
20 de abril de 2017
20:09:34
ivan Respondió:
21 de abril de 2017
07:06:55
Miguel Respondió:
21 de abril de 2017
07:32:15
Pinero dijo:
3
21 de abril de 2017
03:42:10
Miguel Angel dijo:
4
21 de abril de 2017
04:33:39
juan dijo:
5
21 de abril de 2017
05:21:19
Jasón dijo:
6
21 de abril de 2017
05:39:42
IVAN dijo:
7
21 de abril de 2017
07:17:06
Leonardo Bueno Chibás dijo:
8
21 de abril de 2017
09:23:53
Juan Carlos dijo:
9
21 de abril de 2017
10:47:27
Fernando Mirabal dijo:
10
21 de abril de 2017
11:07:53
Jorge L Gomez M dijo:
11
21 de abril de 2017
12:33:56
Responder comentario