
Tras varios meses de secretismo, la primera ministra británica, Theresa May, reveló los pasos que seguirá para concretar la salida de su país de la Unión Europea. En una reciente conferencia de prensa, May expuso un plan de 12 puntos claves, entre los cuales se encuentran fortalecer y reforzar los lazos entre los integrantes del Reino Unido (Escocia, Gales, Inglaterra e Irlanda del Norte), así como lograr un Brexit ordenado.
El discurso de la premier incluyó también el control de la inmigración, para limitar el número de personas de la UE que llegan a su país, a la vez que garantiza el derecho a los comunitarios (pobladores de la UE) que ya viven en el Reino Unido, y viceversa.
Uno de los aspectos más importantes incluidos en la estrategia resulta vital para el futuro de la potencia europea: el abandono del mercado único, considerado como uno de los mayores logros de la UE y que facilita el comercio entre las 28 naciones que la componen (así como Islandia, Liechtenstein y Noruega).
May dejó claro en su intervención que si el Reino Unido permanecía en el mercado único estaría sometido aún a la legislación europea. Sin embargo, se interesó por establecer una relación nueva entre la nación y la UE. «Buscamos el mayor acceso posible mediante un nuevo acuerdo de libre comercio amplio, osado y ambicioso. Ese acuerdo podría tomar elementos de los actuales compromisos del mercado único, en ciertas áreas», aseveró.
En ese sentido, el ministro de Finanzas británico, Philip Hammond, entrevistado por Reuters, afirmó: «tenemos que seguir siendo competitivos. La mejor manera de hacerlo es tener una amplia relación comercial con la Unión Europea, nuestros vecinos más cercanos».
Al salir del mercado único, el Reino Unido ya no contaría con las llamadas «cuatro libertades»: libre circulación de bienes, trabajadores, servicios y capitales a través de la UE, lo que permite a los ciudadanos de la zona trabajar, estudiar o jubilarse en cualquier país del bloque, comprar una mayor cantidad de artículos y abaratar las transacciones de pequeñas y medianas empresas a través de sus fronteras.
No existe con anterioridad ningún país que haya abandonado el mercado único (o la Unión Europea). De acuerdo con un informe de la UE, ese organismo representa el mayor PIB de todas las economías del mundo, es el mayor exportador mundial de alimentos, y en su área vive el 7 % de la población mundial.
Actualmente el mercado único cuenta con más de 500 millones de consumidores, y el comercio transfronterizo entre sus países alcanzó 3,07 billones de euros en el 2015, un 71 % más que con el resto del mundo.
En el caso específico del Reino Unido, su cuota de bienes exportados en el 2015 fue del 10,2 % de acuerdo con el sitio web estadístico Eurostat. Sin embargo, Reino Unido es el único miembro de la UE con un comercio menor dentro del organismo que con terceros países.
A pesar de que perderá el acceso a un mercado de más de 500 millones de consumidores, refieren los defensores del Brexit, Reino Unido ganaría en independencia y podría ofrecer ventajas económicas, atraer capitales e imponer ventajas fiscales (pues también se saldrá de la Unión aduanera).
Algunos expertos consideran esto como una «oportunidad única para abrazar al mundo», y May adelantó que existen negociaciones sobre acuerdos de libre comercio con viejos y nuevos socios, entre los que se encuentran Australia y China.
«Estoy determinada a defender el libre mercado, el libre comercio y la globalización, pero también a demostrar cómo estas fuerzas pueden funcionar para todos», dijo.
Sin embargo, estos acuerdos no se podrán concretar hasta que el Reino Unido no abandone formalmente la UE, algo que podría ocurrir en dos años como máximo.
Por su parte, en el foro de Davos que tuvo lugar a mediados de enero, el primer ministro holandés, Mark Rutte, citado por DPA, afirmó que «la tasa de crecimiento económico del Reino Unido se verá influida negativamente por la salida del país el mayor mercado en el mundo».
Asimismo, el Tesoro británico prevé una contracción del PIB entre un 3,6 y un 6 % (2017-2018), un incremento del desempleo y una retracción de la inversión privada.
Igualmente, muchos analistas internacionales alertan sobre las consecuencias del Brexit para el mecanismo de integración europeo, en momentos de tensión por la oleada migratoria y el triunfo de Donald Trump en Estados Unidos, acompañado por una retórica proteccionista.
El Brexit es aún incierto. Por un lado políticos y economistas analizan qué ocurrirá con el futuro de la Unión Europea tras un proceso inédito, mientras que en el Reino Unido el Tribunal Superior votó a favor de que el parlamento tenga la última palabra a la hora de invocar el Artículo 50 del Tratado de Lisboa (que recoge el derecho a abandonar la UE). Por ahora solo queda esperar.
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emilio dijo:
1
3 de febrero de 2017
07:43:11
Hilda Respondió:
3 de febrero de 2017
09:52:31
Miguel Angel Respondió:
4 de febrero de 2017
06:06:21
Miguel Angel dijo:
2
3 de febrero de 2017
10:31:02
José dijo:
3
3 de febrero de 2017
10:46:56
Miguel Angel Respondió:
4 de febrero de 2017
06:18:17
Lee dijo:
4
3 de febrero de 2017
14:10:57
pbruzon Respondió:
3 de febrero de 2017
15:05:04
emilio dijo:
5
3 de febrero de 2017
16:03:22
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