
BERLÍN.—La policía alemana liberó sin cargos al único sospechoso, al que detuvo pocas horas después del atentado contra un mercadillo de Navidad al oeste de Berlín, que el lunes mató a 12 personas al atropellarlas con un camión e hirió a otras 48.
La Fiscalía informó que el arrestado era un paquistaní de 23 años, solicitante de asilo, quien además negó todos los hechos que se le imputaban. La investigación no ha avanzado por ese lado, pero la pista del atentado se confirmó este martes cuando la canciller alemana, Angela Merkel, reveló que «con la información disponible» todo apunta a que el atropello múltiple se debe a un «atentado terrorista». Merkel pidió que el miedo no paralice a los alemanes.
Así, la principal hipótesis de la policía es que el atropello sea un acto de terrorismo, ya que el camión de gran tonelaje que arrolló a ciudadanos indefensos «fue conducido deliberadamente hacia la multitud».
Según El País, la policía cree que el autor del ataque robó el camión, mató a tiros a su conductor oficial —un hombre de nacionalidad polaca, como el chofer, fue hallado muerto dentro de la cabina, al parecer en el lugar del copiloto— y lo empujó contra la multitud, avanzando durante 50 metros por el interior del mercadillo, entre casetas de comida y puestos de venta de adornos.
Una acción muy similar a la perpetrada en julio por terroristas en Niza (Francia). Informaciones de último minuto señalan que el Estado Islámico asumió la autoría del ataque.
La emisora local RBB (Radio y Televisión Pública de Berlín) y Die Welt, citando fuentes policiales, detallan que el detenido ahora liberado se trata de Navid B., nacido el 1ro. de enero de 1993 en la ciudad paquistaní de Turbat y que entró en Alemania por el paso fronterizo de Passau, la linde con Austria. Ambos medios insisten en que el sospechoso fue arrestado con anterioridad como supuesto autor de delitos comunes y menores.
Su detención, acorde con el periódico Die Welt, se produjo gracias a un testigo que, tras ver como se bajaba del camión y se daba a la fuga tras atropellar a decenas de personas, le siguió. Ese ciudadano alertó a la Policía y estuvo hablando por teléfono con el servicio de emergencias mientras perseguía al sospechoso hasta el Tiergarten, el principal parque de Berlín, donde fue finalmente detenido.
Una unidad especial de la policía alemana entró el martes en un albergue de refugiados de Berlín, situado en un hangar del antiguo aeropuerto de Tempelhof, en el centro de la ciudad. Un sitio que desde el año pasado se habilitó como centro de acogida.
NUEVOS INDICIOS
El vehículo que se convirtió en un arma mortal tiene matrícula de Danzig (Polonia). El responsable de la compañía propietaria del camión declaró que el conductor oficial del mismo es su primo —también polaco—, y que había viajado con ese camión hacia Berlín con la intención de pasar la noche en la ciudad, pero que en ningún momento tenía que atravesar el centro.
El dueño de la empresa dudaba de la posibilidad de que el conductor, con 15 años de experiencia, fuera el responsable del supuesto accidente y apuntaba la posibilidad de que se tratara de un robo o un secuestro, lo que más tarde pareció confirmar la policía. Los datos de GPS del vehículo indican que hacia el mediodía del lunes estaba detenido frente a la sede de la empresa en Berlín y que volvió a ser puesto en marcha hacia las cuatro de la tarde.
El ataque contra el mercadillo se produjo sobre las ocho de la noche, hora local.
Los ministros de Interior de los 16 estados federados alemanes acordaron ayer con el titular del Ministerio federal, Thomas de Maizière, mantener abiertos los mercadillos de Navidad, con nuevas medidas de seguridad si son necesarias.
MISA HOMENAJE
El presidente de Alemania, Joachim Gauck, y la canciller, Angela Merkel, asistieron en la Ged chtniskirche a una misa para rendir homenaje a las víctimas del ataque terrorista del lunes.
La ceremonia, a la que también asistió el ministro del Interior, Thomas de Maizière, se celebró en la emblemática iglesia en torno a la que se extiende el mercadillo atacado y que constituye un símbolo del horror de la II Guerra Mundial.
El alcalde-gobernador de Berlín, Michael Müller, dijo que «la respuesta al odio no puede ser el odio».
«No conocemos a ciencia cierta el trasfondo de este ataque, pero sí lo que pretendía causar: propagar el miedo y el odio», señaló.
El atentado demuestra «lo vulnerables que somos, pero en una sociedad libre no existe una seguridad total. Ese es el precio a pagar», agregó, según EFE.
Müller resumió el sentir general al hablar de aturdimiento y profunda conmoción por lo ocurrido, al tiempo que recordó a los familiares de las víctimas que no están solas.
Berlín no debe dejarse intimidar por el miedo y el terror, dijo Müller, quien agregó que está en manos de todos que continúe siendo una ciudad abierta.















COMENTAR
Yosvanis Suárez Castellanos dijo:
1
22 de diciembre de 2016
12:32:29
Responder comentario