Francia conmemora hoy el primer aniversario de los atentados del 13 de noviembre de 2015 en París, los peores de la historia reciente, con actos sencillos y sobrios dirigidos a homenajear la memoria de las 130 víctimas fatales.
Este domingo termina un fin de semana marcado inevitablemente por el recuerdo de aquellos ataques terroristas que estremecieron al país, y dejaron una huella permanente en la llamada Ciudad Luz.
"No pasa un día sin que yo piense en las 130 víctimas del 13 de noviembre, en los cientos de heridos, en todas las otras víctimas del terrorismo, en sus familias", aseveró la víspera el primer ministro, Manuel Valls, en un artículo publicado en varios diarios de Europa.
La jornada solemne inició frente al estadio de Francia, donde a pocos metros murió un portugués cuando un extremista se hizo estallar con un cinturón de explosivos. En el lugar, el presidente François Hollande develó una placa en su honor.
También los familiares de las víctimas de los ataques estuvieron presentes en los actos y pidieron tolerancia.
Cerca de la zona de bares y restaurantes de París, donde hubo 39 fallecidos, Hollande inauguró también placas para recordar a las víctimas. La ceremonia final se llevó a cabo en la sala del teatro Bataclán, en la que el grupo extremista irrumpió por la noche hace un año y masacró a 90 personas.
Además de los 130 fallecidos aquella noche, cientos de personas resultaron heridas y todavía hoy 20 de ellas se mantienen ingresadas en hospitales a causa de las graves lesiones recibidas, mientras unas 400 siguen tratamientos con psicólogos para superar el trauma.
Para esta tarde está prevista una misa en la catedral de Notre Dame, al tiempo que la campaña "una vela, una ventana" llama a los franceses a colocar velas como muestra de recuerdo a las víctimas.
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