
La desestabilización provocada en los gobiernos progresistas en América Latina, la injerencia en asuntos propios de cada Estado, los intereses de grandes compañías por los recursos naturales así como la pérdida de avances y conquistas sociales alcanzadas son algunos elementos que caracterizan la realidad de los pueblos de esta región.
Ante este escenario, se ha instalado desde finales de octubre hasta inicios de noviembre la Jornada Continental por la Democracia y contra el Neoliberalismo.
Tras diez años de la derrota del ALCA en la Cumbre de los Pueblos de Mar del Plata (Argentina), representantes de numerosas expresiones organizadas de sectores sindicales, campesinos, estudiantiles, indígenas, intelectuales, ambientalistas y ecuménicos se reunían en La Habana en noviembre del pasado año. Precisamente, para conmemorar la histórica fecha fue convocado el Encuentro Hemisférico Derrota del ALCA en Mar del Plata. América Latina y el Caribe diez años después por el Capítulo cubano de la Articulación de Movimientos Sociales hacia el ALBA.
La declaración final de esta cita subrayó el «momento clave para el continente. El imperialismo reconstruye su estrategia de dominación articulada que se expresa en una gran ofensiva del capital, los avances del libre comercio, el poder de las transnacionales que violan nuestras soberanías, en una lógica que también es militar, cultural y mediática donde el monopolio de los medios de comunicación tiene un papel alienante y de control».
Además, señaló la rearticulación de la derecha que «amenaza conquistas políticas y sociales, resultado de largos procesos de lucha popular. La defensa de la democracia y los procesos de transformación en la región es fundamental».
Para los participantes en este foro se evidenció lo imprescindible de «fortalecer la lucha y el protagonismo de los movimientos populares, las organizaciones sociales y nuestras alianzas por las transformaciones sociales, para el ejercicio de los derechos, la ampliación de nuestras conquistas, y la profundización de las democracias».
En este contexto, su declaración final recalcó además «la integración desde los pueblos como un proyecto fundamental para construir nuestras alternativas y pasar a una ofensiva frente a la crisis que nos impone el modelo dominante».
De igual forma, el consenso de La Habana incluyó como ejes la lucha contra el libre comercio y las transnacionales, la profundización de los procesos democráticos y la defensa de las soberanías, así como la integración desde los pueblos.
Luego de los debates entre miembros y dirigentes de más de 110 organizaciones de 24 países, el Encuentro Hemisférico decidió convocar a «una acción de lucha conjunta contra el libre comercio y las transnacionales. Tengamos una jornada de lucha y movilización que nos permita dar un paso más para fortalecer una acción común».
Bajo este concepto se acordó para hoy 4 de noviembre una Jornada Continental por la Democracia y contra el Neoliberalismo. Una cita con «carácter multisectorial y que demuestre la capacidad de convocatoria de los movimientos sociales de izquierda en resistencia», precisó la página oficial de la Jornada Continental por la Democracia y contra el Neoliberalismo.
Su consigna central es ¡Ni un paso atrás! ¡Los pueblos seguimos en lucha por nuestra integración, autodeterminación y soberanía, contra el libre comercio y las transnacionales!
La fecha servirá de espacio para reforzar argumentos progresistas y ampliar diferentes puntos de vista entre los cuales se incluyen la lucha contra el libre comercio y las transnacionales; la profundización de los procesos democráticos y la defensa de las soberanías y la integración desde los pueblos.
Estos puntos que «conforman nuestra agenda buscan la acción y movilización en este contexto donde nos enfrentamos al dominio del mercado sobre nuestras vidas e identificamos la solidaridad y el internacionalismo como principios de unidad.
Nos junta la certeza de la necesidad de una transformación sistémica contra el capitalismo, el patriarcado, el colonialismo, el racismo», según explicaron las instituciones participantes.
«Aspiramos entonces a la construcción de una sociedad estructurada bajo principios de igualdad, autodeterminación de los pueblos, autonomía de las mujeres, trabajadoras/es, campesinos/as, pueblos indígenas, justicia social y ecológica», agregaron los organizadores.
Por supuesto, Cuba forma parte de esta lucha y se convertirá en un símbolo de resistencia e integración este viernes. La Plaza Ignacio Agramonte de la Universidad de La Habana acogerá una movilización de diferentes sectores sociales desde estudiantes, intelectuales hasta campesinos que tendrá como eje central la defensa de nuestra soberanía.
Entre los organizadores se encuentran el Capítulo cubano de la Articulación de Movimientos Sociales hacia el ALBA: la Central de Trabajadores de Cuba, la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, la Federación de Mujeres Cubanas y la Federación Estudiantil Universitaria.
A este se le suma, la Unión de Jóvenes Comunistas, los Comités de Defensa de la Revolución, la Organización de Solidaridad de los Pueblos de Asia, África y América Latina, el Centro Memorial Dr. Martin Luther King Jr., el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos y el Movimiento Cubano por la Paz, detalló el sitio digital.
En el marco de la Jornada Continental por la Democracia y contra el Neoliberalismo, otros países acogerán igualmente este tipo de actividades: Brasil, Argentina, México, Canadá, Colombia, Estados Unidos, Panamá, Nicaragua, Barbados y Chile.















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