Las delegaciones del gobierno de Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), anunciaron este viernes en La Habana que iniciarán un proceso «rápido y eficaz» para escuchar propuestas y definir «prontamente» una solución ante el rechazo al acuerdo de paz, expresado en las urnas el pasado 2 de octubre; mientras reafirmaron su compromiso de terminar el conflicto.
En una declaración separada a la prensa, el jefe de la delegación gubernamental, Humberto De la Calle dijo que oír las preocupaciones de quienes rechazaron lo acordado en La Habana era fundamental para «alcanzar un acuerdo que nos dé garantías a todos. Si queremos construir la paz de verdad, tenemos que buscar el consenso más amplio posible, tenemos que buscar la unión».
El exvicepresidente colombiano detalló que «cualquier ajuste o precisión que se le haga al Acuerdo Final deberá ser el resultado de un diálogo constructivo entre las delegaciones del Gobierno y las FARC-EP».
Colombia no quiere regresar a la guerra, sostuvo el jefe de la comitiva gubernamental que dialogó durante cuatro años con su contraparte guerrillera para finalizar una guerra de casi cinco décadas.
De la Calle reafirmó la posición del gobierno de mantener el cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo decretado el pasado 29 de agosto, y agradeció a Naciones Unidas, a los países garantes de los diálogos (Cuba y Noruega), y al enviado especial de Estados Unidos por el apoyo brindado».
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