Si hay un país que posee experiencia en salir de la pobreza, ese es Vietnam. La nación del sudeste asiático es admirada por recuperarse de una devastadora guerra y sacar, en menos de 20 años, a más 25 millones de personas de la miseria.
Gracias a la aplicación de la política de Renovación (Doi Moi), iniciada en 1986, el país archiva incontables éxitos económicos y hoy reforma sus estrategias para convertirse en un país industrializado.
Pero las autoridades vietnamitas tienen muy claro que esa meta no será posible sin eliminar los problemas sociales asociados al rápido crecimiento económico de los últimos años.
En la actualidad, con una economía estable que crece de manera sostenida alrededor de siete puntos porcentuales cada año, Vietnam tiene el reto de alcanzar la prosperidad para todos sus nacionales.
Aunque es uno de los seis países que cumplieron los Objetivos de Desarrollo del Milenio en cuanto a la reducción de la pobreza, con dos años de anticipación en relación con lo establecido, Hanoi imprime un impulso decisivo a su programa de reducción sostenible de la pobreza y tiene la meta de recortarla, al menos, un 1 % anual hasta el 2020.
Los programas diseñados buscan reducir considerablemente esas brechas en el próximo lustro y seguir disminuyendo la actual tasa oficial del 8 % de la población que vive en esas condiciones.
POLÍTICAS PREFENCIALES PARA LOS MÁS DESFAVORECIDOS
El Comité Central del Partido Comunista de Vietnam promulgó una Resolución exclusiva sobre el bienestar social, fijando la disminución de la pobreza como una de las metas que el país debe alcanzar lo antes posible.
La Dirección Central para la Reducción Sostenible de la Pobreza es el ente designado por el gobierno para vigilar el ritmo de los objetivos trazados para el próximo quinquenio.
Afirmaciones de la titular del Ministerio de Trabajo, Inválidos de Guerra y Seguridad Social, Pham Thi Hai Chuyen, confirman que de contar con el éxito de esos proyectos nacionales coherentes, Vietnam procura disminuir entre el 1,3 y el 1,5 % la tasa de familias pobres.
Según lo planificado para el periodo comprendido entre el 2016 y el 2020, entre las prioridades de la política vietnamita se encuentra reducir las diferencias entre los ricos y pobres, prestar mayor atención a las zonas montañosas, lejanas, devastadas y habitadas por las minorías étnicas y generar oportunidades para los más desfavorecidos.
El nuevo programa, que se prevé cueste al Estado cerca de 2 000 millones de dólares, incluye asegurar el acceso a servicios médicos, educativos, vivienda, agua potable e higiene comunitaria y hogareña.
Anteriormente se aplicaron políticas preferenciales para ayudar a los más desfavorecidos que implican el otorgamiento de tierras de producción en el caso de los agricultores, impuestos y créditos preferenciales, asistencia para el desarrollo de sus actividades económicas y ayudas de mercado para atraer a las empresas y mejorar la productividad en esas zonas.
Si bien en los años de la Renovación el porcentaje de la población que vivía bajo el umbral de pobreza pasó de un 58 % a un 14,5 %, en Vietnam aún existen dificultades, mayormente, de corte social y por ello actualiza varios de sus métodos para lograr el bienestar de la mayor parte de la población.
Datos oficiales confirman que el número de familias pobres de Vietnam experimenta una reducción anual del 2 %, esos índices han oscilado del 14,2 % a finales del 2010 a menos de 4,5 % en el 2015. En consonancia con estos logros, en la nación indochina ponen atención en evitar que aquellos que superaron la pobreza regresen a esa situación.
Una de las acciones para equiparar el crecimiento económico al bienestar social consiste en minimizar el desempleo y dedicar una importante cantidad de fondos para la asistencia y formación de los jóvenes, encargados en el futuro de conducir los hilos de la nación.
Autoridades de la cartera de Trabajo, Inválidos y Seguridad Social aseguran que para reducir las diferencias entre las zonas rurales y urbanas se precisa también de una fuerte inversión en infraestructura, para lo que se ha destinado una importante de cantidad de recursos.
Actualmente están aprobados seis proyectos de construcción de viviendas, obras hidráulicas y vías de transporte en comunidades pobres y distritos con dificultades económicas extremas.
El pueblo de los anamitas, inmerso en una nueva etapa de transformación para dar el salto hacia la industrialización, sabe que el margen de mejora es todavía bastante amplio y por ello tienen como ocupación generar un ambiente de inversión mayor y liberar mucho más las fuerzas productivas.
La reducción de la pobreza es una prioridad no solo para Vietnam también para todo el mundo, pero en este territorio del sudeste asiático, que vivió épocas peores, eliminar las diferencias es también una vía para mantener los éxitos que tanto esfuerzo han costado a generaciones vietnamitas.















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edgar dijo:
1
21 de julio de 2016
09:24:05
Caridad Rondon dijo:
2
21 de julio de 2016
09:51:38
francisco dijo:
3
21 de julio de 2016
11:55:15
Ramon Perez dijo:
4
21 de julio de 2016
16:48:53
Jose Miguel Rodriguez Corrales dijo:
5
21 de julio de 2016
21:20:40
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