Sus promotores lo han dicho claramente: la Cumbre de la OTAN a celebrarse entre hoy y mañana en Varsovia, la capital polaca, tiene entre sus objetivos vitales, Rusia.
No importa que, al menos que se conozca internacionalmente, no haya ningún tipo de amenaza para los 28 países miembros de la Alianza Atlántica.
Tampoco es Moscú quien impone sanciones a esos Estados. Todo lo contrario, la Unión Europea cabalgando al galope norteamericano acaba de prorrogar esta misma semana sus sanciones económicas contra Rusia, a la par con la avalancha belicista que justifica la cita de Varsovia y los posibles acuerdos para continuar cercando a Moscú.
Despachos de prensa se refieren al mensaje que transmite el gobierno polaco: “Necesitamos tropas de la OTAN permanentes en el Este. ¿Cómo? Es un asunto aún en debate. Pero que estén presentes cada día del año”, afirmó esta misma semana el ministro de Defensa, Antoni Macierewicz.
Por su parte, la primera ministra polaca, Beata Szydlo, y el titular de Asuntos Exteriores, Witold Waszczykowski, también subrayaron que la Cumbre de Varsovia debe concluir con “soluciones concretas” para hacer frente a una amenaza.
Para buen entendedor, con estas palabras bastan y ante tantas diatribas belicistas, tratar de formar una imagen diabólica de Rusia a través de un poder mediático al servicio de Occidente, es, más que un objetivo, la mejor forma de desviar la atención de otros graves problemas económicos y sociales que tienen los países que integran la OTAN.
Crear la imagen del “enemigo” ruso es alejar la atención de los millones de desempleados, los que pasan penurias en sus naciones o de los millones de refugiados del África que fue colonia y de países del Oriente Medio llevados a la guerra por Occidente y que hoy deambulan —cuando no mueren en la travesía marítima— por diferentes fronteras europeas.
Europa está atrapada en las contradicciones sistémicas que no encuentran solución. Sería más razonables en tales circunstancias que la OTAN quedara abolida y sus fabulosos recursos sean empleados en bien del desarrollo de los millones de ciudadanos que habitan en esos países.
Según reportes desde la ciudad sede de la cita Atlántica, en la Cumbre de Varsovia estarán presentes decenas de delegaciones con cifras desbordantes de representantes. Y, de manera muy importante, se esperan cientos de periodistas, lo que garantizará que el furor belicista se expanda por todo el mundo a la vez que tanta prensa sacada de su rutina diaria, no escriba sobre las grandes manifestaciones en ciudades europeas donde la policía arremete a golpes y bombas lacrimógenas contra sus propios conciudadanos.
Ya la mayoría de los grandes medios europeos y norteamericanos se hacen eco de las declaraciones del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, quien durante una visita a Varsovia reiteró que “habrá más tropas de la Alianza desplegadas en ese país”.
Como para no perder tiempo, en una reunión de los ministros de Defensa de los países pertenecientes al ente bélico, se decidió reforzar la “presencia avanzada” en el este de Europa, a las puertas de Rusia, con el despliegue de cuatro batallones multinacionales en los países bálticos y en Polonia.
Se recuerda que tal expansión podría ser fortalecida con rapidez, como ocurrió con el recién realizado ejercicio Fuerza Avanzada que incluyó el traslado de un millar de militares y 400 vehículos de guerra desde España hasta Polonia en solo cuatro días.
Con ese mismo objetivo se resolvió aumentar la presencia naval de la OTAN en el Mar Báltico y el Mar Negro, en los límites de las aguas territoriales rusas. Al mismo tiempo, la organización bélica enviará más fuerzas militares, acompañadas de aviones-radar AWACS, al Mediterráneo, el Medio Oriente y África, señala la red informativa francesa Voltaire.
Un aspecto a destacar en la reciente reunión de ministros de Guerra de la OTAN es el compromiso de incrementar en más de 3 000 millones de dólares los gastos militares de la Alianza para el presente año 2016.
También se ha ido conformando la imagen de que países del este europeo como Polonia, Estonia, Letonia y Lituania, acudirán a la Cumbre “preocupados por la amenaza rusa”; mientras que los estados del occidente europeo, como España, Francia, Italia, Grecia, Bélgica y hasta el Reino Unido, ponen su foco de atención en la situación del terrorismo, la guerra en Siria y la ola migratoria que afecta a estas naciones.
Ucrania, que aun no es miembro de la OTAN, asistirá a la reunión y, de seguro, será como una vedette mediática cuando se utilice como bandera para las acusaciones contra Moscú.
En fin, una vez más, estaremos en presencia de una verdadera Cumbre belicosa que buscará por todos los medios justificar la existencia de la OTAN y para ello, el mejor incentivo es y será alentar la guerra contra un enemigo inexistente, y recabar bastante dinero —el 2 % del PIB de cada país miembro— para complacer al Complejo Militar de los Estados Unidos, principal abastecedor de armas a esa institución armamentista.















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Manuel dijo:
1
8 de julio de 2016
03:34:57
Rné dijo:
2
8 de julio de 2016
12:05:36
Rné dijo:
3
8 de julio de 2016
12:11:12
medardo m rivero p dijo:
4
10 de julio de 2016
15:43:53
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