
Orlando, Florida.—En medio de una avalancha de noticias y la cruda polarización entre republicanos y demócratas, la sociedad estadounidense busca respuestas a dos grandes preguntas sobre la masacre en Orlando, Florida: por qué sucedió y cómo evitar que pase de nuevo.
Una de las claves principales, y donde se concentra el grueso de las investigaciones, son los móviles de Omar Mateen, el joven estadounidense de 29 años señalado como autor del tiroteo masivo en el club nocturno Pulse, que culminó este domingo con la muerte de medio centenar de personas y más de 50 heridos.
Las teorías van desde una operación de terrorismo internacional a una radicalización independiente, pasando por los móviles homofóbicos y supuestos conflictos del atacante con su sexualidad.
El presidente Barack Obama ratificó este martes en un comunicado que aún no existen pruebas que vinculen a Mateen con alguna organización terrorista.
Tras una reunión el pasado lunes con James Comey, director del FBI, Obama calificó lo sucedido como un ejemplo de “extremismo autóctono”.
De acuerdo con declaraciones oficiales, el atacante declaró su lealtad al Estado Islámico durante una llamada a la policía durante las tres horas que permaneció en el local junto a un grupo de rehenes. La organización terrorista reivindicó los hechos posteriormente pero no mostró evidencias de sus nexos con el joven.
“El tirador estaba inspirado por información muy extremista a través de internet”, precisó Obama, quien comparó la situación con lo ocurrido en la localidad de San Bernardino, en California, a finales del pasado año, cuando una pareja también influenciada por corrientes radicales acabó con la vida de 14 personas e hirió a otras 22.
Los investigadores del FBI también siguen las pistas de las motivaciones homofóbicas detrás del tiroteo, perpetrado en un local que es símbolo de la comunidad LGBTI (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexual) de la ciudad de Orlando.
Incluso se ha comenzado a hablar de la posibilidad de que Mateen fuera homosexual. Varios medios de comunicación estadounidenses citaron comentarios de hombres que dijeron asistían habitualmente al club y lo habían visto en el lugar antes del ataque. Sin embargo, otra fuente cuestionó la idea, reporta Reuters.
Personas que conocieron al joven y registros públicos lo retrataban como un solitario atormentado que tenía un carácter difícil y rasgos violentos, así como aspiraciones para desarrollar una carrera en el área de seguridad.
Noor Mateen, su esposa, podría ser acusada de cargos criminales, si se comprueba que supo con antelación las intenciones de su marido y las calló.
En unas declaraciones al canal ABC News, un agente de la Policía señaló que Noor, de 30 años, “pudo haber sabido con antelación sobre el incidente (el ataque en la discoteca)”, aunque la mujer dice que “trató de disuadirlo”.
Sin embargo, los debates desde la Casa Blanca se han centrado en las preocupaciones sobre la expansión de la propaganda extremista y los controles de armas, una de las obsesiones de la actual administración pero con un fuerte rechazo en el Congreso.
Obama volvió a hablar este martes sobre reglas que hagan “más difícil el acceso a las armas” para quien quiere matar civiles.
“Pensamos que es terrorismo e ignoramos el problema que tenemos con las armas. Tenemos que ir tras las organizaciones terroristas y extremistas, pero también tenemos que asegurarnos de que a esta gente no le resulte fácil obtener este tipo de armas”, dijo el lunes respecto a este tema.
El gobernante indicó que Mateen obtuvo las armas de manera legal. El historial delictivo del atacante estaba limpio a pesar de que había sido interrogado anteriormente por el FBI debido sus posturas radicales. “Lo fácil que sea o no obtener este tipo de armas, marcará la diferencia en este tipo de casos. No importa la motivación”, reiteró Obama.
En ese mismo sentido, la virtual candidata presidencial demócrata Hillary Clinton hizo el lunes un llamado para volver a prohibir la venta de rifles de asalto. “Creo que las armas de guerra no tienen lugar en nuestras calles”, afirmó en un discurso en Cleveland (Ohio), cosechando fuertes aplausos entre los asistentes.
Según las últimas versiones, Mateen utilizó un fusil Sig Sauer MCX de clase militar y una pistola de mano para llevar a cabo el atentado.
La exprimera dama añadió, citada por DPA, que si alguien está siendo investigado por el FBI como sospechoso por posibles vínculos con el terrorismo, como fue el caso, no debería poder comprar un arma legalmente “sin que nadie le hiciera preguntas”.
La poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA) salió este martes a la defensiva. El director ejecutivo del Instituto de la NRA por el Cambio Legislativo (NRA-ILA), Chris Cox, aseguró en un artículo de opinión publicado por el diario USA Today que “la corrección política de la Administración Obama” es responsable de no haber aplicado medidas para evitar la matanza.
“Tras este ataque terrorista, el presidente Obama e Hillary Clinton renovaron sus peticiones de mayor control de armas, incluidas prohibiciones en la categoría de armas semiautomáticas”, apuntó Cox.
La NRA ha reiterado tras las mayores matanzas de los últimos años en Estados Unidos que la solución no es el mayor control en la venta y ha llegado a proponer una mayor aceptación en el derecho a portarlas como respuesta a tiradores con intención de matar.
Por otro lado, existe una corriente que busca culpar de lo sucedido únicamente al islamismo y las políticas migratorias de Washington. Mateen nació en Estados Unidos, pero es descendiente de inmigrantes afganos.
El multimillonario Donald Trump, quien está a escasos pasos de convertirse en el candidato republicano a las elecciones presidenciales de este año, volvió a abogar el lunes por prohibir temporalmente la entrada a inmigrantes musulmanes a Estados Unidos y controlar las fronteras.
“Hice un llamado a una prohibición después de San Bernardino y me topé con gran repudio y odio, pero ahora muchos dicen que tenía razón en hacerlo”, dijo Trump en un discurso en Manchester, New Hampshire.
Obama criticó recientemente con dureza la propuesta de prohibir la entrada temporal a los musulmanes en el país y mantener bajo vigilancia a las comunidades islámicas como posibles amenazas.
“Los estadounidenses musulmanes son ciudadanos estadounidenses. ¿Vamos a empezar a tratar a todos los estadounidenses musulmanes de manera diferente?”, se preguntó el mandatario.
Además, como le han señalado muchos internautas al propio Trump, los padres del magnate son también inmigrantes y la inmensa mayoría de las víctimas en Orlando, por las que Estados Unidos está de luto, son latinos.
Más de la mitad de las víctimas son de Puerto Rico y hasta el momento los medios estadounidenses han confirmado la muerte en el club Pulse de dos ciudadanos de origen cubano: Alejandro Barrios Martínez, de 21 años, y Christopher Joseph Sanfeliz, de 24. (Redacción Internacional)















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15 de junio de 2016
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estemuchacho Respondió:
15 de junio de 2016
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Alberto dijo:
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marcos martin Respondió:
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