ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Un trabajador de rescate busca entre los escombros de una casa destruida en la ciudad costera del Pacífico de Pedernales. Foto: AP

QUITO.—Nuevos sismos azotaron Ecuador y los especialistas del Instituto Geofísico descartaron cualquier relación de estos con el devastador terremoto del pasado día 16, cuyo saldo de muertos asciende de momento a 587.

Las labores de búsqueda y rescate de cuerpos entre los escombros en zonas de la costa noroccidental ecuatoriana continúan en medio de sucesivas réplicas, ya más de 600, precisó Prensa Latina.

Sin embargo, en el centro de la ciudad de Gua­­yaquil cientos de personas bajaron corriendo esta mañana de los edificios a causa de un fuerte temblor, y el director del Instituto Geo­fí­sico, Mario Ruiz, sorprendió con la noticia de que no tiene relación con el terremoto del sábado an­terior.

Múltiples fotos del susto se comparten en re­des sociales, las calles están repletas de personas asustadas y no es para menos, pocos pudieron conciliar el sueño anoche luego de que otras réplicas del gran sismo removieran varias provincias y ciudades, incluida esta capital.

El Instituto Geofísico registró un sismo de 5,2 en la escala de Richter con profundidad de 12,53 ki­lómetros y epicentro frente a la costa de la provincia del Guayas, próxima a la isla Puná, don­de los habitantes reportaron de inmediato da­ños en las viviendas.

Varios usuarios de la red social Twitter dieron cuenta de la percepción del sismo también en Cuenca, Zamora Chinchipe, Machala y Loja.

Por su parte, la sismóloga Gabriela Ponce, jefa de turno del Instituto Geofísico, indicó en una entrevista a una emisora local de radio que este sismo no tuvo relación con el terremoto de 7,8 registrado el pasado sábado, una catástrofe de la cual Ecuador tardará años en recuperarse.

PORTOVIEJO, CIUDAD INSOMNE    
Casi una semana después del terremoto de 7,8 grados la mayoría de los portovejenses prefiere dormir con el cielo por techo, ante el temor de que las casas aún en pie se vengan abajo con las constantes réplicas.

Según constató Prensa Latina, cualquier si­tio es bueno para instalar una casa de campaña, colocar un lujoso colchón o un humilde petate para pasar la noche, con tal de que sea en un descampado.

Hace una semana que no duermo en mi casa, confesó a este corresponsal una señora de aproximadamente 60 años de edad mientras recogía el “campamento” improvisado frente a su vivienda todavía en pie.

El ajetreo es constante en esta ciudad cabecera de la provincia de Manabí, a la que el potente sismo del sábado pasado le cambió el paisaje y la rutina diaria a sus habitantes.

El ir y venir de rescatistas, ambulancias y camiones cargados con ayuda humanitaria tampoco deja mucho margen para conciliar el sueño en Portoviejo, cuya parte más céntrica semeja el objetivo de un bombardeo.

La llamada “zona cero” permanece cerrada al tráfico vehicular para facilitar el trabajo de remoción de escombros mientras la policía tr­a­ta de bloquear si algunas personas intentan re­cuperar sus pertenencias, o hurgar por algún bo­­tín dentro de los numerosos edificios y viviendas colapsados.

Aunque el servicio de electricidad y de agua potable se restableció en gran parte de la urbe, mucha gente pide “agua y comida”, cuando di­visan algún convoy con ayuda estatal privada o internacional que sigue llegando a la ciudad.

Según las autoridades, tales reclamos obedecen más al desconocimiento que a la necesidad pues el gobierno estableció puntos como las Unidades de Policía Comunitarias para distribuir de la manera más equitativa posible los alimentos y vituallas.

El presidente Rafael Correa, quien desde el domingo pasado recorre las zonas afectadas por el terremoto, advirtió que la reconstrucción tomará años y miles de millones de dólares.

Hasta el momento, según cifras oficiales, el movimiento telúrico dejó 587 muertos, más de cinco mil heridos y decenas de desaparecidos.

La cifra de víctimas podría aumentar pues la posibilidad de encontrar sobrevivientes entre las personas que quedaron atrapadas bajo los escombros son cada vez más escasas, si no mi­lagrosas.

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Miguel Angel dijo:

1

23 de abril de 2016

04:33:17


El desastre es inmenso, los pobladores se encuentran muy asustados, nuevos sismos, la tierra no para de temblar. Dios los acompañe y proteja, por favor.

FREDI LARA B. dijo:

2

23 de abril de 2016

12:16:34


Fuerza Ecuador. En estos momentos muchas naciones de la ONU, están prestando diversas ayudas. Ahora es cuando se puede ver el real daño, Dios los cuide

Gustavo Vallejo dijo:

3

24 de abril de 2016

00:14:18


Mi Ecuador fue golpeado por la naturaleza. Nos estamos levantando con la energía de un pueblo trabajador y enorme. Con la solidaridad de los mismos ecuatorianos, de los hermanos de latinoamérica y de otros pueblos.