BRUSELAS.—Tras un año de medias tintas en el enfrentamiento a la crisis migratoria, la Unión Europea (UE) llegó a un trato con Turquía que finalmente pone en evidencia su intención real ante el fenómeno: impedir más llegadas de foráneos.
Los jefes de Estado y de Gobierno del bloque regional acordaron con Ankara devolver a territorio turco a todos los indocumentados —incluidos los que escapan de la guerra en Siria— que arriben al denominado viejo continente a través de esa nación euroasiática, reportó Prensa Latina.
A cambio, el grupo de los 28 entregará a Turquía una suma de tres mil millones de euros para que garantice condiciones de vida propicias a estas personas, una cantidad que podría incrementarse en el futuro.
El trato bilateral contempla además que por cada persona devuelta a Turquía el bloque regional admitirá de forma legal a un sirio al que Ankara le haya otorgado la condición de refugiado.
Este acápite genera un amplio escepticismo, pues el plan aprobado hace varios meses para distribuir a 160 000 demandantes de asilo marcha a paso de tortuga: apenas unos 400 fueron reubicados.
El hecho no tardó en despertar reacciones de rechazo y preocupación pues, en primera instancia y sin mucho análisis, constituye una violación del derecho de los seres humanos a pedir protección internacional cuando huyen de países en guerra o de persecución política.
“La expulsión colectiva de extranjeros está prohibida en virtud de la Convención Europea de Derechos Humanos”, advirtió el director para Europa del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Vincent Cochetel.
En una rueda de prensa, alertó que tal medida solo ayudará a fragmentar la ruta migratoria y no resolverá la esencia del problema: “mientras el conflicto de Siria continúe, es un mito creer que la gente no intentará marcharse”, apuntó.
Desde el año pasado, Europa enfrenta una crisis migratoria de grandes magnitudes con la llegada de más de un millón de indocumentados en el 2015, la mayoría procedentes de países afectados por la guerra como Siria, Irak y Afganistán, mientras las cifras de inicios del 2016 apuntan a una agudización del fenómeno. Ante la perspectiva del agravamiento de la crisis, la UE ha fijado de una vez su postura al llegar al trato con Turquía.
Al respecto, la Secretaría de Naciones Unidas abogó por el respeto a los derechos humanos en las medidas que se toman frente al flujo, mientras diversas agencias expresaron su preocupación sobre las posibles consecuencias del pacto en el tratamiento a los indocumentados.
Mientras, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que hace pocas semanas decidió casualmente enviar fuerzas al mar Egeo para ayudar en la gestión de la crisis migratoria, anunció ahora que sus buques ya están patrullando esas aguas para actuar en virtud del trato conciliado.















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Miguel Angel dijo:
1
10 de marzo de 2016
11:46:46
Fernando dijo:
2
13 de marzo de 2016
14:30:27
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