
Las elecciones primarias del 1ro. de marzo transcurrieron en el Partido Demócrata por cauces tradicionales, aunque Bernard Sanders le presentó una fuerte batalla a Hillary Clinton. Al final de cuentas, Hillary Clinton obtuvo un total de 507 delegados en los 11 estados en que se efectuaron comicios demócratas, mientras Sanders quedó por debajo con 331 delegados. Clinton obtuvo mayoría de votos en siete estados con por cientos entre el 78 % y el 64 % en seis de ellos y por el 50 % en Massachusetts. Por su parte, Sanders ganó su estado base (Vermont) con el 86 % de los votos y suma a su favor a todos los delegados del territorio y ganó por márgenes más estrechos otros tres (Colorado, 59 %; Minnesota, 62 % y Oklahoma, 52 %).
Pero más alla de haber ganado uno u otro estado, lo que cuenta al final son los delegados alcanzados. El gran total de delegados acumulado por Clinton es de 1 055 y en las restantes primarias tendrá que conquistar al menos 1 328 para asegurar la nominación, lo cual debe ser inevitable porque ahora le saca una ventaja de 637 delegados a Sanders, quien tiene un gran total de 418.
En el Partido Republicano la situación es bastante más compleja. Trump ganó siete de los 11 estados, con dos de ellos por encima del 40 % (Massachusetts, 49 % y Alabama, 43 %) y los cinco restantes con votaciones inferiores al 40 % (Georgia y Tennessee, 39 %; Virginia,35 % y Arkansas y Vermont, 33 %). Ted Cruz triunfó en su estado base, Texas, al recibir el 44 % de los votos y con ello pasar una prueba considerada eliminatoria y, además, venció en el vecino Oklahoma donde logró 34 %, mientras también ganó la ártica y remota Alaska al recibir el 36 % de la votación. Marco Rubio logró “salvar la honrilla” y pasar la prueba del Súper Martes cuando triunfó en Minnesota con el 37 % de los votos.
Nótese que los por cientos de votación obtenidos por los aspirantes republicanos en siete de los 11 estados, son inferiores al 40 %; en ninguno de los otros cuatro se alcanzó una cifra superior al 49 %, lo que es indicador de la atomización del voto republicano. Es el origen de la idea de que esta fase desemboque en la llamada “convención negociada”.
Trump y Cruz recibieron 237 y 209 delegados, respectivamente, y Rubio obtuvo 94. Los otros dos contendientes John Kasich y Benjamin Carson se tuvieron que conformar con 19 y tres delegados. Al final de la jornada, Trump acumula un gran total de 319 delegados; Cruz, 226 (el mayor aporte provino de su victoria en Texas); Rubio, 110; Kasich, 25; y Carson, ocho. Nótese que Trump, aunque ganó un buen racimo de estados, lo consiguió con por cientos relativamente bajos y en la cuenta final está por debajo del conjunto de sus oponentes en cuanto al número de delegados (Trump: 319; resto: 336)*.
El miércoles 2 de marzo, Carson manifestó que “no veo un camino hacia delante” (para su aspiración) y anunció el viernes su salida de la carrera presidencial, lo cual reduce a cuatro la lista de aspirantes republicanos.
Con los resultados del Súper Martes, se ha ahondado la crisis en el Partido Republicano ante los reiterados fracasos de cerrarle a Donald Trump el camino a la nominación. A partir del 15 de marzo, los delegados de los estados (salvo seis) que celebren primarias serán todos asignados al aspirante que obtenga la mayoría simple de los votos y es Trump quien mejores posibilidades tiene de alcanzar la mayoría. La próxima “prueba de la verdad” será ese día cuando se celebren las elecciones primarias en Florida, Ohio, Illinois, Missouri y North Carolina donde, según las reglas establecidas por el Partido Republicano, todos los delegados serán asignados al aspirante que obtenga la mayoría simple de los votos.
Florida es el estado base de Marco Rubio y aporta 99 delegados, mientras que John Kasich es el gobernador de Ohio, estado al cual le corresponden 66 votos. Si Rubio y Kasich no derrotan a Trump en esos dos estados, harán patente su inviabilidad como aspirantes e impedir la nominación de Trump solo será posible en hipotéticos cálculos aritméticos.
Una vez más los líderes republicanos intentan enfrentarse a Trump, pero las divisiones internas les restan efectividad a sus acciones. El mismo día del Súper Martes, el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, y el líder de la mayoría republicana en el Congreso, las más altas expresiones del liderazgo republicano, criticaron sin nombrarlo a Trump, por negarse a rechazar el apoyo que le ofreció un excabecilla del Ku Klux Klan, pero al mismo tiempo indicaron que lo apoyarían si resultase nominado como candidato a la presidencia.
Varios PAC (Comités de Acción Política, por sus siglas en inglés) republicanos han invertido varios millones de dólares en propaganda en los medios de difusión de Florida para atacar a Trump. Club for Growth ha comprado espacio en la televisión por valor de $1,5 millones de dólares para esos propósitos; American Future Fund, $1,75 millones en los medios de difusión; el Súper Pac que apoya a Rubio, Conservative Solutions, ha invertido otros $1,75 millones; y Our Principles, dedicado solo a atacar a Trump, también invertirá dinero en la campaña contra Trump en dicho estado. Entre las figuras que están concertadas en este esfuerzo se encuentran la presidenta y principal ejecutiva de Hewlett Packard, Meg Whitman; el director del Chicago Baseball Holding LLC (que ostenta la franquicia del equipo de béisbol Chicago Cubs) y Paul Singer, fundador y ejecutivo principal de Elliott Management Corporation, fondo buitre que encabeza la demanda judicial contra Argentina.
Si el 15 de marzo Trump no es derrotado en Florida y Ohio, se habrá perdido la última oportunidad de bloquear la nominación presidencial de Donald Trump. Hoy, ninguno de los aspirantes republicanos que se mantienen en la contienda tiene capacidad individual de remontar la ventaja que tiene Trump. El único camino con alguna remota posibilidad de éxito es que al menos dos o tres de los contrincantes de Trump que se mantienen vigentes logren entre ellos al menos la mitad más uno de los delegados y fuercen a una confrontación en la Convención Nacional, donde surja una coalición alrededor de una figura que desbanque a Trump de su casi inevitable nominación.
*(Nota: puede haber discrepancias ligeras en estos números, en dependencia de las fuentes que se tomaron como referencia)
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jorge monsalve. dijo:
1
7 de marzo de 2016
10:39:51
Enrique R. Martínez Díaz dijo:
2
7 de marzo de 2016
12:12:08
anibal garcia dijo:
3
7 de marzo de 2016
16:14:31
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