Mientras varias organizaciones civiles de la nación haitiana abogan por el diálogo consensuado entre todos los actores políticos, las manifestaciones en las calles de la capital continuarán hasta que el presidente Michel Martelly renuncie y se conforme un gobierno provisional.
Según los resultados oficiales de la primera vuelta electoral, Jovenel Moise, del partido gobernante TetKale Haitiano, obtuvo casi 33% de los votos frente a 25% de su más cercano contendor, el opositor Jude Celestin, de la Liga Alternativa por el Progreso y Emancipación.
La segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Haití debieron haberse celebrado el 27 de diciembre del pasado año, pero los ocho candidatos de la oposición, agrupados en el bloque G8, presionaron al presidente Martelly para suspender dichos comicios.
La crisis política se agravó cuando Jude Celestin se negó a presentarse a la segunda vuelta electoral por considerar fraudulentos los primeros comicios del 25 de octubre y señaló que los planes para celebrar dichos comicios en diciembre eran “una farsa”.
Por estos días renunciaron dos miembros del Consejo Electoral Provisional (CEP): el vicepresidente del tribunal, Pierre Manigat, y el representante de los derechos humanos, Jaccéus Joseph.
Los candidatos de la oposición propusieron la creación de un gobierno de transición encabezado por el presidente del Tribunal Supremo de Justicia, tras la salida del mandatario Michel Martelly.
También propusieron la instauración de un gabinete interino entre las figuras más reconocidas de la política nacional el 7 de febrero, cuando el jefe de Estado deberá entregar su puesto.
Por otra parte, algunos sectores amenazan con un levantamiento armado si el gabinete de tránsito solo lo integran políticos de Puerto Príncipe.
Los manifestantes en las calles de la capital haitiana durante toda esta semana quemaron autos, protagonizaron disturbios contra la policía y amenazaron con impedir la celebración de las elecciones.
Estudiantes, trabajadores y luchadores de todas las generaciones atravesaron en estos días el bulevard La Saline e irrumpieron en el barrio Bel-Air bajo las consignas de “Martelly tiene que irse. Nosotros somos el gobierno”.
Sin embargo, el candidato oficialista, Jovenel Moise confía en que las personas estén dispuestas a votar en masa por él como lo hicieron en la primera vuelta electoral.
Los observadores internacionales están preocupados por la incertidumbre electoral y aclaman un acuerdo que ponga fin a la crisis y permita elegir al sucesor de Martelly, quien prometió dejar el poder el 7 de febrero.
El país, aún en pleno proceso de reconstrucción tras el terremoto del 2010, está sumergido en una crisis política que según la oposición no terminará hasta que el presidente actual renuncie y se forme un gobierno de transición.















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