ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Las compañías aéreas norteamericanas están interesadas en el mercado cubano. Más de 100 000 norteamericanos han visitado la Isla desde enero del año pasado. Foto: AFP

Los ciudadanos norteamericanos pueden viajar a “Irán, Iraq, Siria, Sudán,Viet Nam, China y Corea del norte. Actualmente el único país del mundo a donde se prohíbe viajar sin licencia es a Cuba”.

Esta acusación la formuló John Kerry, actual Secretario de Estado, cuando era presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de ese país. Fueron publicadas en el diario St. Petersburg Times el 12 de julio del 2009 para anunciar su apoyo al proyecto de ley “Libertad para Viajar a Cuba” (Freedom to Travel to Cuba Act). Kerry argumentó entonces, como ahora en el 2015, que la ley “no levantaría el embargo”.

El presidente Eisenhower arrebató a los norteamericanos el derecho de viajar a Cuba el 17 de enero de 1961, hace ahora 55 años. La política de Estados Unidos con Cuba ha estado congelada durante más de medio siglo, a pesar de los actuales intentos, como son los vuelos charter.

Un Memorando de Entendimiento para el establecimiento de los vuelos regulares entre Cuba y EE.UU., alcanzado en diciembre último, va a permitir la operación de 110 vuelos regulares diarios entre ambos países.

Thomas Engle, subsecretario adjunto de Estado para Asuntos del Transporte, quien dirigió la delegación de EE.UU. en las reuniones, precisó que el acuerdo alcanzado incluye 20 vuelos a La Habana y el resto a otros nueve aeropuertos internacionales en Cuba.

“Esto es bueno para los viajeros, para los negocios y las aerolíneas de Estados Unidos. Todos están empujando en la misma dirección para que se haga realidad pronto", dijo Engle. El acuerdo allana el camino para que las líneas aéreas de Estados Unidos puedan negociar con las autoridades cubanas y establecer rutas entre aeropuertos de ambas naciones.

Analistas han subrayado el aumento de los viajes de estadounidenses a la Isla, por encima de 50% en 2015, que podrían crecer a un ritmo mayor si se deroga la prohibición actual de hacer turismo con Cuba que aun pesa legalmente sobre los ciudadanos de ese país. Actualmente, la American Airlines opera más de una veintena de vuelos chárter semanales a Cuba. El 12 de diciembre último abrió la ruta Los Ángeles-La Habana con una frecuencia semanal, en asociación con el turoperador Cuba Travel Services. American desea iniciar este año 2016 los vuelos regulares desde Miami y otras ciudades. Por su parte, en otra declaración enviada a los medios, Delta Airlines indicó: “aplaudimos a los gobiernos de Estados Unidos y Cuba por alcanzar un acuerdo que permitirá el servicio aéreo regular entre nuestros países”.

LINEAS AEREAS ANHELAN NUEVA POLITICA DE EE.UU.

Es creciente la cifra de estadounidenses que han viajado a Cuba en vuelos charter, y podría crecer mucho más si cesara totalmente la prohibición de hacerlo. Foto: AP

United Airlines calificó el acuerdo de diciembre pasado como “un arreglo histórico, que fortalecerá los lazos económicos y de desarrollo entre los dos países. Tan pronto como tengamos aprobación iniciaremos los vuelos regulares entre nuestras puertas de salida globales y Cuba”.

Después de estas declaraciones, incluso la de Kerry, no deberían quedar dudas de que levantar la prohibición, la más antigua de la historia, está tanto en el interés de EE.UU. como en el de Cuba.

El presidente Obama y el propio Kerry han pedido al Congreso que vote por terminar de una vez con la política de bloqueo, llamada embargo por los gobernantes norteamericanos.

Es oportuno recordar que a fines del año 2000 el exlíder del Partido Republicano en la Cámara Baja, Tom DeLay, evitó con sucias maniobras que se restituyera la facultad de viajar a Cuba a los norteamericanos, derecho que había sido aprobado en ambas cámaras por una iniciativa de los dos partidos, aprobada por amplia mayoría. Durante el trámite de ajuste entre los proyectos aprobados por el Senado y la Cámara, DeLay sencillamente hizo desaparecer esos acuerdos que hacían cesar la prohibición de viajar como turista a Cuba.

DeLay, asociado a los hermanos Lincoln y Mario Díaz-Balart, nietos de un exministro del exdictador Fulgencio Batista, fue expurgado del Congreso después por corrupción. Lincoln Diaz-Balart renunció para no ser expulsado.

Grupos encabezados por los Díaz-Balart y Ros-Lehtinen convirtieron la medida administrativa en ley, que ahora debe ser desmantelada por un Congreso con mayoría republicana.

Cada día avanza más la idea de que 55 años de prohibiciones es demasiado tiempo. La ley de comercio con el enemigo que se aplica a Cuba fue utilizada en octubre de 1942 por Roosevelt para enfrentar al nazismo y duró apenas los cerca de cinco años que participó EE.UU. en la II Guerra Mundial. La medida punitiva estuvo dirigida contra las actividades del grupo de intereses empresariales encabezado por Preston Bush, abuelo del actual candidato a la presidencia, Roland Arriman, y el millonario nazi Fritz Thysen, que desde 1933 financiaba al nazismo. Ellos formaron la Harriman International Co., vinculada con la German Steel Trust (GST) para coordinar las exportaciones de la Alemania nazi a Estados Unidos. La GST producía el 50,8% del hierro colado del régimen hitleriano, que se usaba en los tanques y el resto del armamento nazi.

MAYORÍA DE VOTANTES APOYA CESE DEL BLOQUEO

A pesar de las letanías de los congresistas de origen cubano Díaz Balart, Ros Lehtinen, Menéndez, Cruz y Rubio, el 64 % de los votantes encuestados se han mostrado a favor de la expansión del comercio, los viajes y las relaciones diplomáticas con La Habana. Esa mayoría de estadounidenses apoya el levantamiento del bloqueo, a raíz de una encuesta realizada en marzo del 2015 por la consultora Benenson Strategy Group (BSG), en la que se incluyen tanto las opiniones de votantes demócratas como republicanos.

Asimismo, el 72 % de los encuestados cree que el comercio y las relaciones diplomáticas con la isla traerán "mejores resultados que las sanciones y el aislamiento", mientras que el 71 % considera que políticas en esa dirección beneficiarán a Estados Unidos y al pueblo cubano. Otra encuesta el 14 de abril del diario El Nuevo Herald, archi enemigo de la Revolución Cubana, y la agencia AP, a cargo de la firma Friendly Planet Travel, reveló que el 88 % de los viajeros estadounidenses a Cuba favorecen el levantamiento del bloqueo. La información reflejada hasta en ese diario de Miami, expone que la mayoría de los estadounidenses que visitan Cuba, habla de “cálidos y abiertos” diálogos con cubanos de todos los ámbitos.

En la Asamblea General de la ONU, cada año una abrumadora mayoría de países demandan el cese del bloqueo y solo en contra se pronuncian dos, EEUU e Israel. Algo aun más favorable fue la última sesión de la Organización de Estados Americanos (OEA), que demostró el creciente aislamiento de EE.UU. en la región, que el presidente Obama se vio obligado a reconocer.

Esta convicción influirá, según analistas, en los resultados de la campaña electoral de 2016, en especial a La Florida, antiguo bastión de la contrarrevolución, donde el 91 % de encuestados "apoyan la eliminación de las restricciones de viajes a Cuba y un porcentaje ligeramente superior dice que el bloqueo debe terminar". La investigación fue realizada por CihanCobanoglu, del College of HospitalityTourism Leadership, y publicada por el Herald Tribune

En diciembre del 2014, poco después del anuncio de los presidentes Raúl Castro y Barack Obama, del 63 al 74% de los preguntados por la investigación de Pew Research apoyó levantar el bloqueo. Otra conducida en 2015 por la firma U.S. Bendixen & Amandi International encontró que 97 % de los cubanos residentes en EE.UU. favorece restaurar los lazos.

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