En lo que va de año Palestina suma 107 muertos, más de 12 000 heridos y alrededor de 8 000 prisioneros dentro de cárceles israelíes. Los sionistas controlan casi el 60 % de Cisjordania, donde se encuentra la mayoría de las riquezas naturales de la región, entre ellas el Valle del Jordán, que es la cesta de la alimentación de tres países, Israel, Palestina y Jordania, y el mar Muerto, que es la zona más importante de los recursos naturales y el turismo.
Recientemente, en declaraciones sobre las madres palestinas, la ministra de Justicia de Israel, Ayelet Shaked dijo que “deberían desaparecer junto a sus hogares, donde han criado a estas serpientes. De lo contrario, criarán más pequeñas serpientes”.
La situación es insostenible, pero el pueblo palestino sigue su lucha diplomática para de manera definitiva poner un alto al conflicto. Al respecto, Akram Samhan, embajador de Palestina en Cuba aceptó conversar con Granma.
“Bajo la dirección de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) tenemos un proyecto nacional que se resume en dos palabras: Independencia y el retorno. Independencia es un Estado Palestino en los territorios ocupados después de la guerra de 1967, y Jerusalén Oriental como capital, basándonos en la resolución 242 del Consejo de Seguridad de la ONU , y el retorno de los refugiados bajo la resolución número 194 de la Asamblea General de la ONU.
“Queremos una solución pacífica y diplomática siempre bajo la legalidad internacional, por eso fuimos a las Naciones Unidas con el objetivo de ser un estado nuevo, el número 194, y decir que las fuerzas israelíes están ocupando los territorios de un estado miembro de la ONU, y así demandar la expulsión de las fuerzas ocupantes.
“Por eso agradecemos el trabajo que ha hecho Cuba para abrirnos las relaciones con todas las fuerzas progresistas en América Latina a favor de nuestra causa.
“Creemos que es importante para nosotros ese reconocimiento, pues con esto probamos que el pueblo palestino existe, el Estado de Palestina existe, y nosotros queremos crear nuestro estado.
“Desde el 1ro. de octubre de este año ha ocurrido un gran levantamiento a través de los movimientos populares, principalmente de los jóvenes, quienes están luchando para que se reconozca su soberanía. No podemos seguir aguantando esta situación, la política sionista del terror y de humillación hacia nuestro pueblo.
“Queremos una resolución nueva del Consejo de Seguridad, que imponga un límite cronológico claro a la ocupación, y la salida de los colonos, y con referencias internacionales, y crear una forma diferente de las negociaciones. No vamos a seguir los convenios bilaterales con la mediación de Estados Unidos porque verdaderamente después de 22 años hemos visto que no progresan.
“Al mismo tiempo internamente estamos trabajando para unir todas las fuerzas palestinas, con el objetivo de integrar a los que están en el exilio y organizar elecciones dentro de los territorios, tanto generales como presidencial y así robustecer nuestra causa en contra de la agresión que cada vez es más fuerte”.
—Actualmente, el territorio del pueblo palestino es el 22 % de la Palestina histórica. El estado de Israel tiene el otro 78 % de la región geográfica de Palestina. El conflicto israelí-palestino sin dudas ha afectado la vida diaria del pueblo que ha sido dividido por razones de seguridad pero también por la fuerza sionista. ¿Puede usted describir esta situación?
—El pueblo palestino, por las consecuencias de las guerras y el terror del estado sionista, ha sido dividido en dos partes, una formada por los refugiados en el exterior que son alrededor de seis millones y medio de habitantes y otros seis millones y medio que viven dentro de la tierra palestina; estos últimos, a su vez, están divididos en tres partes en Cisjordania, Gaza, y los territorios del 48.
“Hay una relación directa entre los palestinos que están dentro y los que están fuera porque son el mismo pueblo, somos hermanos.
“Las acciones que realizan son diferentes entre ellos, existen varios factores de peso que condicionan sus métodos tales como el país donde estén, la cultura, costumbres de esos países, así como deberes y derechos que tengan ahí.
“Por ejemplo, los palestinos que estan en Jordania, que son casi la mitad de los seis millones y medio tienen derecho al pasaporte, a la nacionalidad, al trabajo, son iguales que los jordanos, no hay diferencias sociales.
“Mientras que los palestinos que viven en el Líbano, Siria o en Egipto no tienen ese derecho sino que son refugiados que viven en campamentos de la UNRWA, que es el programa de la ONU para la atención a los refugiados palestinos. Existen diferentes realidades y tratamientos a los palestinos en los distintos países árabes.
Los palestinos que viven en Cisjordania están bajo la dirección de la OLP, en Gaza igual, y los que están en los territorios ocupados son prácticamente ciudadanos israelíes, pero siempre han sido los que más defienden la causa palestina, pues son tratados como ciudadanos de segunda. Son el corazón de nuestro pueblo, pues se han quedado dentro del estado de Israel, y tienen sus representantes en el parlamento israelí, que este año ha llegado a ocupar 14 escaños.
“El gobierno palestino atiende la salud, la educación y otros temas de interés social de los palestinos que viven en las zonas ocupadas pero no tiene control sobre las fronteras, tampoco seguridad, pues en cualquier momento se nos viene encima una ocupación. En Cisjordania el ejército israelí puede entrar cuando quiera y donde quiera”.
—Cree usted que los conflictos que existen en el Oriente Medio (lucha contra el Estado Islámico, la crisis migratoria, etc.) de cierta forma han quitado visibilidad a lo que vive Palestina.
—Sí, por supuesto, ha quedado en segundo plano, nosotros como palestinos estamos en este frente internacional amplio de lucha contra el terrorismo porque creemos que ese terror fue creado por los gobiernos que han estado siempre a favor de una división del mundo árabe, de una nueva división de las riquezas del Oriente Medio.
“Esta situación sin dudas la han creado los países económicamente muy avanzados, las grandes potencias como Estados Unidos y sus aliados. Es un enemigo común que hay que combatir, y ahora se ha creado una zona de caos que dejó a un lado el problema palestino, que sigue siendo el problema fundamental y básico del mundo árabe.
“Queremos la paz. Nosotros queremos dos estados que no estén de espaldas sino de frente. Creemos que tanto nuestros hijos como los judíos necesitan esa paz”.
COMENTAR
ali issa elkhatib dijo:
1
11 de diciembre de 2015
13:28:58
Responder comentario