
Cuba fue el primer país de América Latina y el Caribe en establecer relaciones diplomáticas con Mongolia. Fue en el año 1960, cuando la Revolución Cubana era muy joven y hacía amigos en cada pedazo de tierra, incluso en los más lejanos continentes.
Precisamente este año se conmemora el aniversario 55 del inicio de esos vínculos que por tanto tiempo han unido a ambas naciones.
El embajador de Mongolia en La Habana, Tsedendamba Batbayar, no quiso pasar por alto esta fecha tan significativa y accedió a conversar con Granma sobre los lazos que unen a su país y la Isla.
“Durante medio siglo, Cuba ha sido un amigo especial y socio confiable para Mongolia. De hecho fue el único en Latinoamérica por cerca de 50 años, hecho que valoramos mucho”, dijo el Embajador.
Ambos países comparten muchas cosas, sostiene. “Somos estados con una población mediana, miembros del Movimiento de Países No Alineados y del Grupo de los 77”.
“Cuba y Mongolia trabajan muy de cerca en la arena internacional, nos apoyamos mutuamente sobre todo en elecciones importantes dentro de las Naciones Unidas”, expresó.
Este país asiático habitualmente ha votado a favor de la resolución presentada en la ONU que condena el bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba, además recientemente la Isla dio su voto para que Mongolia fuera electa como miembro del Consejo de los Derechos Humanos de ONU, por los próximos dos años.
“Estos 55 años son una excelente página en la historia de nuestras relaciones. Esperamos continuar con esta bella amistad por 55 años más”, declaró Batbayar.
En Mongolia estamos muy agradecidos por la ayuda cubana en sectores claves como la educación, la salud y los deportes, comentó el diplomático.
“Son muy generosos al ofrecer becas a estudiantes mongoles para que se gradúen de médicos y dentistas. En mi país actualmente existe una comunidad integrada por más de 100 profesionales de la salud licenciados en la Isla”, reveló.
Cuba es una potencia en el deporte, aseguró Batbayar. Durante mucho tiempo, de la colaboración deportiva se han beneficiado disciplinas como el boxeo, atletismo, judo y voleibol, entre otros.
Nuestro equipo nacional de boxeo ha aprovechado las bases de entrenamiento realizadas en la Isla, así como la participación en los torneos domésticos, señaló.
“El próximo año serán los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, en Brasil, y en Mongolia tenemos la ilusión de que nuestros atletas puedan hacer un periodo de preparación en Cuba, apuntó.
POTENCIALIDADES PARA EL COMERCIO
Los lazos entre Cuba y Mongolia se pueden fortalecer aún más si dedicamos esfuerzos a ampliar la cooperación económica, acotó el embajador. A pesar de estar distantes geográficamente coincidimos en la necesidad de incrementar nuestros vínculos comerciales.
La colaboración en sectores como el turismo, la agricultura y la biotecnología traerían beneficios para ambos países, añadió.
En su visita a la Isla, en julio pasado, el ministro de Relaciones Exteriores de Mongolia, Lundeg Purevsuren, se refirió a las potencialidades para el comercio entre los dos países.
El canciller mongol mencionó, además, el interés de algunas compañías de su país en invertir aquí. Destacó la disposición de compartir con los cubanos la experiencia alcanzada por Mongolia con el formato de pequeñas y medianas empresas, sobre todo en la construcción y los supermercados.
En Mongolia admiramos la fortaleza de su país en la biotecnología, reconoce el embajador. “Mi gobierno ha expresado el deseo de importar suministros y medicamentos de la empresa Labiofam, especialmente de sus fábricas asentadas en China y Vietnam. En el futuro nos gustaría tener nuestra fábrica conjunta”.
Los vuelos directos desde Beijing y Moscú a La Habana convierten a la Isla en un nuevo destino para los turistas asiáticos.
Mongolia no tiene salida al mar, cuenta el diplomático. “Los ciudadanos de mi país están deseosos de visitar la Isla y conocer sus atractivas playas. Según nuestras previsiones, en un corto tiempo, el flujo de turistas mongoles hacia el Caribe aumentará, especialmente hacia Cuba”.
MONGOLIA POR DENTRO
Mongolia ocupa el lugar 19 en la lista de países más extensos geográficamente. Su capital Ulán Bator, alberga a un tercio de su población total. Esta nación asiática tiene además frontera con dos enormes países vecinos: Rusia y China.
“Como resultado de políticas económicas coherentes y el impulso de sectores claves como la minería y ganadería, el país dejó de estar en la lista de países de bajos ingresos hasta alcanzar el estatus de ingresos medianos-bajos en el 2011”.
Mongolia tiene fijadas sus metas de desarrollo a partir de sus recursos naturales. Aunque su población es de apenas tres millones de habitantes existen en el país 60 millones de cabezas de ganado con una gran extensión de pastizales. Además poseen importantes yacimientos de oro y uranio.
En los últimos años, comenta Batbayar, la de Mongolia ha sido una de las economías de más rápido crecimiento del mundo. “Luego de un 2011 en que experimentamos un ascenso sin precedentes (17,5 %) hemos logrado estabilizar nuestros números y lograr un crecimiento moderado pero constante, alrededor de 7 %”.
La estabilidad mostrada durante los últimos años ha captado intereses políticos y empresariales de todo el mundo, sostiene.
“En el país tenemos muy claro que se nos presentan oportunidades sin precedentes para el desarrollo económico, pero también riesgos sustanciales; con inteligencia trataremos de sortearlos”.
“Nuestra prioridad ahora es mantener altas tasas de progresión y utilizarlas para diversificar la economía. Sin abandonar nuestros principales proyectos hemos dedicado tiempo a desarrollar otros sectores que nos pueden reportar muchas ganancias”, explica el embajador.
El turismo, por ejemplo, es una de las áreas con mayores potencialidades. Mongolia es una nación con enormes paisajes naturales que podrían ser tremendamente atractivos.
“Si logramos diversificar satisfactoriamente nuestra economía, tenemos el desarrollo asegurado por mucho tiempo”, concluyó.















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