PARÍS.— Las organizaciones de la sociedad civil cubana presentes en la conferencia de la ONU sobre el clima reclamaron un nuevo acuerdo universal todo lo abarcador y vinculante posible para salvar la vida en el planeta.
De parte de la sociedad cubana asistieron a la cumbre COP21, que se desarrolla hasta el 11 de diciembre en el Parque de Exposiciones de París Le Bourget, miembros de la Asociación Cubana de Naciones Unidas, de la Asociación Cubana de Producción Animal, y de la Fundación Antonio Núñez Jiménez de la Naturaleza y el Hombre.
Yosiel Marrero, ingeniero y conductor del programa de medio ambiente, consumo y economía responsable de esa institución naturalista, dijo a Prensa Latina que “tenemos una gran esperanza de que todos los presentes en esta conferencia del clima logren un acuerdo vinculante, que acerque las medidas para detener la devastación ambiental del planeta”.
Cuba se encuentra inmersa —agregó— en una serie de transformaciones socioeconómicas y también tiene la imperiosa necesidad de aumentar su producción y sus niveles de crecimiento y desarrollo.
En la jornada de trabajo de este jueves, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) abogó por una mejor gestión del agua en las megalópolis, ciudades de más de diez millones de habitantes, por ser un desafío mayor en estrecho vínculo con el cambio climático.
Especialistas de la organización señalaron que más allá de las cuestiones demográficas, el cambio climático implicará en los centros urbanos, donde vive principalmente la población mundial, unas medidas de adaptación de envergadura para hacer frente a las profundas transformaciones que se anuncian.
Debido a sus características (concentración de la población, servicios y bienes, etc) las megalópolis son especialmente vulnerables a los riesgos relacionados con el agua, los cuales se amplifican con el cambio climático: inundaciones de gran magnitud, contaminación del preciado líquido, recursos hídricos insuficientes, entre otros.
El ministro ecuatoriano del Ambiente, Daniel Ortega, reseñó que la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) trabajó todo un año en la construcción de un espacio de diálogo.
No es fácil porque somos 33 naciones con visiones distintas, muy heterogéneas, incluso políticas y de proyección e inserción internacional, apuntó Ortega, cuyo país ejerce la presidencia pro témpore de ese mecanismo de integración. 
Sin embargo, remarcó, hay un consenso del grupo en esta reunión, una posición sólida que demanda un acuerdo vinculante, que funcione para los pobres.
A su juicio, hay un gran fortalecimiento en la región, y la misma Celac lo refleja, una prioridad principal y transversal a todos los esfuerzos para poder erradicar la pobreza extrema. En América Latina y el Caribe tenemos unos 69 millones de personas que viven con menos de un dólar al día.
Recalcó que Ecuador habla de una declaración universal de los derechos de la naturaleza, de una corte de justicia ambiental y de un tratado vinculante en derechos humanos para transnacionales.
Jhon Knox, relator especial de la ONU para los Derechos Humanos y el Ambiente, advirtió que las obligaciones de los estados en materia de derechos humanos también incluyen el tema del cambio climático y su impacto en las personas.
“Cada estado presente en la conferencia COP21 es signatario de al menos un tratado sobre derechos humanos, por tanto, debe asegurarse de que sus acciones están en sintonía con los compromisos adquiridos”, precisó.
Por su parte, el ministro de la Secretaría Privada de Políticas Nacionales de Nicaragua, Paul Oquist Kelley, jefe de la delegación de ese país a la cumbre del clima, afirmó a Prensa Latina que su país rechaza las afectaciones al desarrollo de los estados que más lo necesitan.
La nación centroamericana, apuntó el titular, aboga en las negociaciones de la COP21 por el principio que estableció la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático referido a las responsabilidades compartidas pero diferenciadas de los países ante el calentamiento global.
Nicaragua, agregó, reclama en la cumbre del clima de las Naciones Unidas que los estados con la responsabilidad histórica del calentamiento global deben indemnizar a las naciones que sufren las consecuencias del cambio climático, sin haberlo causado, y sufren cada vez más los embates de los fenómenos de El Niño y la Niña, que antes rotaban cada siete años y ahora lo hacen cada casi uno.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, la Agencia Internacional de Energía y la Agencia de Energía Nuclear señalaron que el mundo espera de la COP21 un nuevo acuerdo climático que transforme la actual vía de desarrollo.
El éxito de esta conferencia puede impulsar y acelerar la transición hacia un futuro más limpio y más seguro y saludable, el crecimiento económico y el desarrollo sostenible, indicaron varias de esas organizaciones en una declaración.
“Necesitamos una reducción sostenida de las emisiones de gases de efecto invernadero en las próximas décadas para limitar los riesgos climáticos y esto significa que los países necesitan acelerar enormemente sus esfuerzos actuales de reducción de emisiones”, agregaron.
Representantes de pueblos indígenas que participan en la cumbre pidieron aquí a los gobiernos que asuman compromisos serios para combatir ese fenómeno.
Venimos a este evento para que haya presencia de nuestras comunidades en las discusiones sobre cambio climático, los derechos de nuestros pueblos y cómo nos afecta lo que ocurre en dicha materia, declaró a Prensa Latina Tashka Yawanawá, originario de Brasil.
Nosotros necesitamos del bosque todos los días para cazar, pescar y trabajar. Quien vive en el bosque puede sentir claramente el impacto del cambio climático, enfatizó.
Por su parte, Giríbati, del pueblo Asháninca de la Amazonía peruana, expresó a la agencia que buscan reforzar la propuesta de hacer un grito por el planeta, por todo el desequilibrio ecológico y medioambiental existente en la Amazonía.
Sentimos mucho las consecuencias del cambio climático. Los veranos, ahora sumamente fuertes, cumplían antes un cierto tiempo, pero las estaciones se han corrido. En invierno hay muchos desastres, los ríos se empiezan a desbordar, las aves se retiran de sus hábitats normales, detalló.
Representantes de 195 países y la Unión Europea se reúnen en la capital francesa para concertar un acuerdo que limite el alza de la temperatura global a menos de dos grados Celsius respecto a la era preindustrial, en el marco de la conferencia sobre cambio climático de la ONU.
De no lograrse un consenso sobre el tema, el sobrecalentamiento de la Tierra sería incontrolable, según numerosas advertencias de científicos de todo el planeta, y los más de 120 tipos de impactos registrados hasta ahora en continentes y océanos.


                        
                        
                        
                    












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Handy Acosta dijo:
1
4 de diciembre de 2015
09:39:44
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