Pyongyang.— La República Popular Democrática de Corea (RPDC) y Corea del Sur realizaron la víspera una sesión de trabajo donde discutieron la fecha, el lugar y la agenda del próximo diálogo intergubernamental.
Varios países vecinos aplaudieron el contacto y apoyaron la concertación entre los dos países, dirigido a la reconciliación y la cooperación, a la mejora de las relaciones y a realizar contribuciones conjuntas a la paz y la estabilidad en el territorio.
En ese contexto, recientemente, el Ministerio de Relaciones Exteriores de la RPDC emitió un comunicado en el que reafirma su posición invariable de eliminar el peligro de la guerra y aliviar las tensiones en la Península.
La RPDC volvió a exponer su anhelo de sustituir el Acuerdo de Armisticio de Corea por un convenio de paz que asegure un ambiente pacífico en la región.
Aunque han pasado 60 años de la firma de este armisticio, Corea Democrática continúa expresando que este pacto no elimina las tensiones con su vecino del Sur, ni asegura una paz duradera.
De acuerdo con la agencia estatal KCNA el despunte de tensiones entre las partes ocurrido en agosto último disparó las alarmas sobre un nuevo enfrentamiento.
El gobierno de Pyongyang condena sistemáticamente la política hostil de los Estados Unidos y la realización de ejercicios militares de gran envergadura, en la región, en coordinación con Corea del Sur. Estos actos provocadores, advierten, debilitan el ambiente de todas las posibles negociaciones entre los dos países y empeoran la tensión en la Península.
La RPDC confía que con la firma de un convenio de paz se pueden eliminar las tiesuras entre las partes, sobre todo con Estados Unidos, y crear un ambiente de confianza que ponga fin a la carrera armamentista nuclear.















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