BOGOTÁ.—El máximo jefe de las insurgentes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) , Timoleón Jiménez, confirmó ayer que ordenó suspender la compra de armas y municiones a todas las estructuras de ese movimiento, el principal involucrado en el largo conflicto colombiano, reportó PL.
A través de su cuenta en la red social Twitter el comandante guerrillero explicó que dio esa indicación a sus subordinados desde el pasado 30 de septiembre. Llamó también a reducir la intensidad de la confrontación bélica, que ha ocasionado la muerte a unos 300 000 colombianos en el transcurso de más de medio siglo.
En días previos voceros de las FARC-EP solicitaron al Ejecutivo instaurar de mutuo acuerdo una tregua como anticipo del cese el fuego bilateral y definitivo.
Desde el 20 de julio ese grupo decretó una pausa combativa de manera autónoma, la sexta de su tipo, con el objetivo de minimizar la victimización de la población civil y avanzar hacia el término de la contienda. La iniciativa fue secundada con la orden presidencial de suspender los ataques aéreos o bombardeos contra los campamentos de la insurgencia, no así los operativos terrestres.
En sucesivos mensajes Jiménez denunció la presencia de factores perturbadores de la tregua unilateral iniciada hace tres meses, entre los que mencionó la persistencia de despliegues y acciones castrenses en las zonas donde permanecen asentadas las compañías bajo su mando.
El presidente Juan Manuel Santos dejó entrever la posibilidad de silenciar todos los fusiles de manera permanente a partir del 1ro. de enero o incluso antes como regalo de Navidad.















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