CARACAS.—Surgida al calor de la firma bilateral del Convenio Integral de Cooperación entre Cuba y Venezuela, en octubre del año 2000, la Casa de Nuestra América José Martí, de esta ciudad, celebró ayer los 15 años de su concepción por los líderes Hugo Chávez y Fidel Castro.
En su sede ubicada en el centro de la urbe, justo en el antiguo colegio Santa María, donde el Héroe Nacional ofreció clases de Literatura en 1881, cubanos y venezolanos agasajaron la labor de promoción cultural, académica y de investigación que desde su creación ha llevado a cabo la entidad.
Rogelio Polanco, embajador de Cuba en la nación sudamericana, exaltó a la institución como un suceso trascendental, precedente de otros hitos como la misión social Cultura Corazón Adentro, el ALBA Cultural y la ampliación colaborativa
regional en los campos editorial, musical, audiovisual y otras áreas.
“Es un sueño hecho realidad gracias al esfuerzo de muchos, que permitieron que Martí y Cuba tuvieran definitivamente su casa en Venezuela”, dijo.
Sady Loaiza, director del Instituto Autónomo Biblioteca Nacional, rector del enclave, señaló que “es esencialmente un centro cultural de difusión y conocimiento en el país de la obra martiana, del pensamiento de ese gran hombre de Cuba, el continente y el mundo que fue José Martí, que tanta admiración profesaba por nuestro Libertador Simón Bolívar”.
“Se ha convertido además en locación por excelencia de diversas actividades políticas, conmemorativas, académicas, a la par de ser una vitrina para artistas plásticos, creadores e investigadores que apoyan la labor de promoción martiana y bolivariana, y ayudan a posesionarla como centro de referencia cultural en Caracas”, afirmó.
En la ceremonia, la embajada cubana agasajó, con una estatuilla a escala del Martí de la Tribuna Antimperialista habanera, a Zaida Castro, directora ejecutiva de la institución, quien retribuyó el reconocimiento al personal de la sede diplomática, los medios de comunicación de la Isla representados en
Venezuela, así como al Centro de Estudios Martianos de la Mayor de las Antillas, principal colaborador de la entidad.
Al cierre del acto, los participantes dejaron inaugurada la exposición Maestros del Arte Latinoamericano, que muestra al público un total de 24 obras de pintores insignes del continente —entre ellos los cubanos Wifredo Lam y Amelia Peláez—, cuyas diversas corrientes y estilos apuntalan el sincretismo cultural que la casa propugna como una de las claves de la integración regional.















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