
QUITO.— Indígenas y campesinos del norte de la Amazonía ecuatoriana afectados por las operaciones de Texaco-Chevron, cumplieron ayer 22 años del inicio de la lucha jurídica para que la transnacional repare el daño generado al ambiente y a la salud humana por 28 años de explotación antitécnica de petróleo.
Con ese motivo, los afectados realizaron varias vigilias en los cementerios de Sucumbíos y Orellana, para recordar a las víctimas mortales de la contaminación que trajo cáncer, leucemia, y afectación al suelo y a las fuentes de agua.
José Medardo Shingre, vocero de los campesinos afectados, quien en septiembre del 2013 expuso ante la ONU el daño dejado por la compañía estadounidense, indicó que las personas muertas en la Amazonía por esta causa pasan de las 1 200.
Shingre aclaró que si bien la lucha jurídica contra la transnacional empezó hace 22 años, la labor social de indígenas y campesinos inició en 1983, cuando en el área del Pozo Cononaco empezaron a recoger las primeras evidencias y a tomar fotografías del daño que venía provocando Texaco, cuyas acciones adquirió Chevron en el 2001.
Shingre y Humberto Piaguaje, indígena quien es el coordinador de la Unión de Afectados por Texaco (Udapt), dijeron que al inicio, pese a ser las víctimas, la pelea arrancó con cautela: tenían mucho miedo de ser reprimidos por los gobiernos ecuatorianos de turno y por la compañía extranjera, así como por la incertidumbre de no saber cuánto durarían los juicios.















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TJO dijo:
1
4 de noviembre de 2015
12:37:07
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