
WASHINGTON.— Una solución política de la crisis en Siria es imposible sin la participación del presidente Bashar al-Assad, según plantea en un comentario de opinión en el diario The New York Times el expresidente James Carter.
Antes del inicio de la crisis en marzo del 2011, Siria dio un buen ejemplo de las relaciones armoniosas entre los diferentes grupos étnicos y religiosos, entre ellos árabes, kurdos, griegos, armenios y sirios que eran cristianos, judíos, sunitas y chiítas, alauitas, plantea el exgobernante.
Por muchas razones complejas, Al-Assad tiene el apoyo de sus fuerzas militares, gran parte de la población y otros que temen la llegada al poder de los musulmanes sunitas radicales, asegura el fundador del Centro Carter.
Los enviados de la ONU, Kofi Annan, exsecretario general de Naciones Unidas, y Lakhdar Brahimi, exministro de Relaciones Exteriores de Argelia, abandonaron sus esfuerzos para solucionar el problema debido a incompatibilidades entre Estados Unidos, Rusia y otras naciones con respecto al papel de Al-Assad durante un proceso de paz, aseguró.
Cita comentarios del presidente ruso, Vladimir Putin, según los cuales la única posibilidad real de poner fin al conflicto es que Estados Unidos y Rusia se unan a Irán, Turquía y Arabia Saudita en la preparación de una propuesta de paz global.
Putin creía entonces que todas las facciones en Siria, con excepción del Estado Islámico (EI), aceptarían casi cualquier plan respaldado fuertemente por estos cinco, con Irán y Rusia apoyando a Al-Assad y los otros tres a la oposición. Con la aprobación de estos estados, la idea fue transmitida a Washington, señala.
El exmandatario aborda en su comentario los esfuerzos de los últimos tres años del Centro Carter para encontrar un camino político para poner fin al conflicto y precisa que los resultados de sus investigaciones indican que ninguna de las partes en Siria puede prevalecer militarmente.
Destaca que Irán esbozó una secuencia de cuatro puntos hace varios meses, que consiste en un alto el fuego, la formación de un gobierno de unidad, las reformas constitucionales y elecciones.
Trabajando a través del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y la utilización de una propuesta de las cinco naciones, algún mecanismo se puede encontrar para poner en práctica estos objetivos, asegura, y en consecuencia alcanzar un esfuerzo concertado para acabar con la amenaza del EI.
Carter concluye que una solución al problema depende esencialmente de actores externos que dicen querer la paz, pero se niegan a cooperar entre sí. (PL)















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mercedes romero dijo:
1
27 de octubre de 2015
09:47:11
fhsdfg dijo:
2
30 de octubre de 2015
20:54:02
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