ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Foto: Internet

Tras más de cinco años de negociaciones, los países de la Cuenca del Pacífico llegaron a un consenso sobre el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (o TPP por sus siglas en inglés).

Se trata de un tratado de libre comercio multilateral entre las economías de la región del Asia-Pacífico, concluido este lunes en la ciudad estadounidense de Atlanta, que representa el 40 % de la economía mundial.

Este controversial pacto, que creará la ma­yor zona de libre comercio del mundo, incluye a poderosas economías como Estados Uni­dos, Ca­­nadá, Japón, Malasia y Singapur, así como los latinoamericanos México, Perú y Chile.

Las negociaciones secretas, que llegaron el lunes a su fin, pretendían abarcar un gran nú­mero de temáticas entre las que se encontraban agricultura, aduanas, bienes industriales, reglas de origen, textiles, servicios, finanzas, movilidad de personas de negocios, inversión, telecomunicaciones, comercio, medio am­bien­te y derechos de propiedad intelectual.

Otro de los debates generados por este TPP es la ausencia,  por decisión propia, de China, una de las potencias económicas del Pacífico.
Igualmente de los 11 países latinoamericanos que podrían ser parte de esta asociación solo México, Perú y Chile lo integran, pero sin escaparse de los reclamos de su gente.

El pacto, que aún debe ser ratificado individualmente por cada estado miembro, no está ex­e­n­to de críticas  y algunos expertos lo equiparan con los “fracasados” Tratados de Libre Co­mercio  (TLC) de Estados Unidos con Amé­rica Latina.

A FAVOR Y EN CONTRA

Si esta iniciativa llegara  a concretarse esta­ría­mos en presencia de un poderoso bloque ca­paz de incrementar la actividad económica mun­dial en 200 000 millones de dólares anuales, se­gún sus defensores.

Esta asociación, que aglutina a casi 800 mi­llo­nes de personas, tiene como propósito original reducir considerablemente los aranceles entre los estados miembros. De acuerdo con las últimas informaciones, la alianza reducirá más de 18 000 impuestos.

Las voces a favor consideran que los países latinoamericanos, por ejemplo, podrían au­men­­tar sus exportaciones y fomentar aún más la inversión de los asiáticos.

Esta asociación comercial intenta además hacer coincidir legislaciones en cuestiones co­mo  el acceso a Internet, protección a inversionistas, producción digital, protección al medio ambiente y la propiedad intelectual, sobre todo en el sector farmacéutico.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, destacó la importancia del acuerdo pues fortalece la relación estratégica de su país con los socios en la región.

Además atizó la cuestión alegando que “no dejaremos a países como China escribir las re­glas de la economía global. Nosotros de­bemos escribir esas reglas, abriendo nuevos mercados a los productos estadounidenses, es­ta­ble­ciendo altos estándares para la protección de los trabajadores y preservando nuestro me­dio ambiente”.

Muchos detractores de este superbloque económico consideran que representa las in­tenciones de los Estados Unidos por ampliar su radio de influencia en la zona del Pacífico. Pre­cisamente fue el entonces presidente George W. Bush quien informó al Congreso en el 2008 la intención de su país de adherirse a dicha negociación.

Alegan además que este incipiente acuerdo beneficiará principalmente a las multinacionales más poderosas.

Al interior de Estados Unidos varios sectores han expresado su preocupación por el se­cretismo con que se realizaron las conversaciones, así como lo referido a las patentes de productos farmacéuticos de última generación.

Para los exportadores, el acuerdo promete la expansión de los mercados, algo sumamente beneficioso. En cambio representantes de la cla­­se trabajadora han expresado su preocupación por la relocalización de empleos bien remunerados en países del sudeste asiático, donde la mano de obra es más barata.

Igualmente hace poco más de un año se extendió la opinión de que el TPP fue diseñado para favorecer a las grandes corporaciones transnacionales, luego de que el portal web WikiLeaks hiciera una filtración de las negociaciones en secreto, en específico sobre los capítulos de propiedad intelectual y derechos digitales.

Este documento publicado por WikiLeaks es, posiblemente, el de mayor controversia del TPP debido a sus efectos de largo alcance, sobre todo en detrimento de los países en desarrollo.

En el texto se indica la existencia de una es­trategia en marcha de privatización de am­plio alcance que tiene por objeto restringir se­ve­ra­mente a las empresas estatales.

Además el tratado, que podría eventualmente dar algunas cuotas de mercado a los países en vías de desarrollo, a cambio de compromisos regulatorios de largo plazo, deja en evidencia que los avances en materia de derechos de autor no hacen sino fortalecer la posición intransigente de los negociadores de los Es­ta­dos Unidos.

Las filtraciones de WikiLeaks señalan además que el TPP impondrá mayor vigilancia a las telecomunicaciones bajo el pretexto del com­bate a las descargas ilegales.

Otra de las áreas sensibles del acuerdo, se­gún el texto publicado en WikiLeaks, es la du­ración de las patentes médicas. En el documento filtrado en el 2013, se establece la extensión de la duración de las pa­tentes, lo que demora la aparición de medicamentos genéricos y en mu­chos países estos son usados por ley dentro de los organismos de salud pública. Según va­rios expertos esto po­dría tener un impacto negativo en el acceso asequible a medicamentos e incidirá en la sa­lud de millones de personas.

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Rafael Nuñez dijo:

1

7 de octubre de 2015

08:01:45


Estimado autor, el titulo de su articulo me con dudas y el contenido del mismo con mas dudas aun. Primero usted afirma que el TPP sin aun haber sido implementado e incluso ratificado por los estados seran un "fracaso" al igual que los Tratados de Libre Comercio de EEUU con algunos paises de America Latina. En el articulo usted no aporta datos ni cifras que me puedan aclarar si es cierto que dichos tratados han sido un "fracaso". Aceptar una teoria cuando es falsa nos conduce a un error de tipo 1, pero a su vez rechazar una teoria que pudiera ser valida, como el TPP es un error de tipo 2. Yo personalmente no me aventuro jamas a ser profetico, en proyectos socio economicos y geopoliticos como es este TPP prefiero darle el gran beneficio de la duda; nada fracasa hasta que se demuestre que fracaso, politizar la opinion nos hace cometer errores de juicio, la imparcialidad meridiana nos proteje de dichos errores. Solo el tiempo y los resultados que emanen del TPP nos dara la verdad evidente de si es un fracaso o un exito; a poco no?

rafael romero dijo:

2

7 de octubre de 2015

08:16:48


Realmente pienso igual que Nunez.Senor periodista por que omite al pais Viet Nam?

carlos cuevas dijo:

3

7 de octubre de 2015

12:08:09


los mexicanos podemos dar testimonio claro que estos han sido un fracaso y no dudamos de un nuevo fracaso con este tratado. los acuerdos entre desiguales beneficia a los mas fuertes y no para levantar al mas pobres.

José de Jesús Dueñas N dijo:

4

7 de octubre de 2015

14:06:07


Como mexicanos podemos dar cuenta de los depredador de este tipo de acuerdos comerciales. Se puede hablar en extenso, pero como dicen en mi pueblo "No hay más cera que la que arde". El TLCAN llevó a la ruina a millones de agricultores de mi país, muchos de ellos ahora son peones en su propia tierra, otros más migraron al extranjero, huertos de frutales fueron derribados, como los de manzana en Chihuahua al invadirse el mercado nacional con fruta a precios "dumping", ello solo mientras se destruía la oferta interna, luego los precios volvieron a los sacrosantos "precios de mercado". El TTP es otro nivel de compromisos comerciales, solo vale preguntar ¿Cómo competirá la incipiente industria farmacéutica nacional con los grandes consorcios internacionales? ¿Cómo nos curaremos los que necesariamente recurrimos a los medicamentos similares? ¿Qué carajo vamos nosotros a vender si hasta el tequila está hoy en manos extranjeras, virtud del TLCAN? finalmente ¿por qué las negociaciones del TPP debieron ser secretas hasta que no estuviese firmado?

Fernando dijo:

5

8 de octubre de 2015

03:05:59


La experiencia mexicana no es la mejor para evaluar lo que puede dar de si este tratado, Canadá, EU y Japón no son paises en vías de desarrollo, si en México ha ido mal, no ha sido por el tratado, ha sido por el gobierno que ha aceptado normas leoninas.

Berta Saldías Aldunate dijo:

6

8 de octubre de 2015

08:00:01


Estos tipos de tratados siempre benefician a los poderosos. No es necesario esperar a que entre en vigor, para saber que los peces grandes se comerán a los más chicos...y en estos últimos están los pueblos de Chile, México y Perú. Seguramente será un éxito para los grandes capitalistas de todos los países involucrados.

Karel dijo:

7

8 de octubre de 2015

22:02:38


Estimados Rafael Núñez y Rafael Romero: Los resultados del TLC, que sí ha sido un fracaso, no se pueden medir por los numeritos macroeconómicos que reflejan casi únicamente el aumento nominal global de los movimientos de dinero. Y esos movimientos se hacen para beneficio de un reducidísimo grupo de personas, casi se trata únicamente de unas cuantas familias que lo controlan todo a través de las más grandes y conocidas transnacionales. Los mexicanos, como algunos aquí han opinado, pueden dar buena fe de que el TLC, que es antesala histórica y económica de este, ha sido un rotundo fracaso para los pueblos, y no sólo el mexicano. En México había una clase media que creció sobre todo en la época de Lázaro Cárdenas, quizás la mejor para la nación azteca en todo el siglo XX y por supuesto lo que va del XXI. En México hay más pobreza absoluta que antes, casi el doble, y el desempleo alcanza a grandes masas, y los números se falsean día a día para no admitirlo. En México los gobiernos neoliberales han aumentado la deuda externa del país a niveles astronómicos e impagables, y la desigualdad ha escalado a niveles insoportables, lo que trae la violencia también insoportable que asola el país. En México los pequeños negocios quebraron en su gran mayoría para engrandecer a los grandes, y muchas empresas mexicanas prósperas fueron abatidas por las medidas proteccionistas que los EE.UU. y Canadá imponen como premisa para cualquier tratado. Firmar el TLC fue como un suicidio económico, y para eso hacía falta lo que había: un gobierno entreguista y corrupto que se enriqueció y le puso al norte las manos inermes para ser atadas y convertirse en su esclavo económico y sobre todo financiero. Hasta la producción de acero y otros metales, orgullo de México dentro de Latinoamérica, ha caído en estas últimas décadas, en favor de la industria siderúrgica norteamericana. Pero vamos a más, desde que Ronald Reagan aumentó los impuestos para las clases bajas y medias, y rebajó los impuestos a los multimillonarios, comenzó la cruzada reaccionaria, ultraconservadora, que está lentamente destrozando a la clase media estadounidense y aún la canadiense. Los bancos son los dueños absolutos de viviendas que no necesitan realmente, y hay cientos de miles, millones de gente sin casa propia que sí las necesitan. Sin embargo, los desastres hipotecarios son el pan de cada día, junto con los desahucios que traen. Y cuando la burbuja inmobiliaria explota, como en el 2008-2009, los gobiernos del Norte, que son el teatro de marionetas cuyos hilos mueven las superfamilias millonarias, corren y usan el dinero pagado por TODOS los contribuyentes para salvar a esos mismos cárteles y bancos usureros y despiadados que quitan las casas a la gente después que ya han pagado las tres cuartas partes de la hipoteca, si los pagos se hacen morosos. Y el TLC está en íntima relación con todo eso, porque las grandes empresas son las únicas que están en posición para resistir, y por tanto imponer, cláusulas y exigencias de calidad, real o supuesta, imposibles para las empresas menores del Primer Mundo y por supuesto las del Tercer Mundo. Más aún, los gobiernos del Norte, a través de estos tratados, imponen cosas inadmisibles para cualquier economía o gobierno, pero que son aceptadas porque los gobiernos del Sur, cuando son entreguistas y están allí puestos desde Washington, perdón, desde Nueva York (que es donde está el poder real), los admiten- Por ejemplo, la obligatoriedad de muchos cultivadores en Colombia de usar semillas transgénicas de Monsanto en muchísimos rubros agrícolas en los que Colombia tiene montones de variedades excelentes, no transgénicas. Que se prohíba a los campesinos usar sus semillas tradicionales, para IMPONERLES las transgénicas, es simplemente regalar el país, y hacer esclavos a sus habitantes. Ese es uno de los resultados de tratados como éstos. Con el TPP, las economías de México y Perú serán más esclavizadas, y sus habitantes más empobrecidos, para mayor enriquecimiento y control en manos del Norte. Y confieso no entender, hasta el momento, qué rayos hace Vietnam metido en eso. Tengo que investigar, a ver si le encuentro el ángulo positivo, porque el gobierno de Vietnam es otra cosa, no tiene nada que ver con gobiernos entreguistas como el mexicano o traidores a su pueblo como el de Humala. Saludos.