Las relaciones entre China y Cuba se encuentran en su mejor momento de la historia, según reconocen autoridades de ambos países. Cuando se celebran 55 años del establecimiento de nexos diplomáticos entre ambas naciones, un aire de hermandad se respira en el ambiente.
“Los cubanos y los chinos somos buenos camaradas, buenos hermanos y buenos amigos”, afirmó el Embajador de la República Popular China en La Habana, Zhang Tuo.
Con motivo de esta significativa fecha, el representante del gigante asiático aceptó conversar con Granma sobre el futuro de estos fuertes lazos y las importantes transformaciones económicas de su país.
“Ser amigos significa lealtad, confianza, esta es la característica más destacada de las relaciones entre China y Cuba”, enfatizó.
Según el Embajador, el buen ambiente que existe entre los países se evidencia en diversos aspectos, como los intercambios políticos, comerciales, culturales y entre los propios pueblos.
“China concede importancia a Cuba y viceversa. Nuestras relaciones bilaterales son prioridad en la diplomacia de ambos países”, comentó Zhang. Los vínculos de cooperación y amistad, sostuvo, han superado la prueba del tiempo y la historia.
En el futuro, amén de cualquier cambio en la situación internacional, no van a cambiar, aseguró. “Los lazos de amistad entre la Isla y mi país poseen una sólida base y raíces populares. Se expresan más allá del entorno político y económico”.
En cada uno de nuestros países hay un pedazo de cultura del otro. El pueblo chino, por ejemplo, gusta mucho de la salsa y el tabaco cubano. Mientras aquí se populariza la práctica del tai-chi, añadió Zhang.
“La vitalidad y potencialidad de nuestros vínculos es gracias al esfuerzo de ambos gobiernos y partidos. En el futuro lograremos resultados aún más positivos”.
Actualmente China es el principal inversor en Cuba y su segundo socio económico. Sobre las posibilidades de incrementar aún más el intercambio comercial, el embajador del país asiático dijo tener la convicción de que próximamente “la cooperación económica aumentará mucho más rápido y se corresponderá con nuestro alto nivel político”.
“En los primeros siete meses de este 2015 el comercio bilateral alcanzó el mismo nivel de todo el año pasado, clara señal de que vamos por buen camino, a pesar de la difícil situación internacional”, señaló.
Ante la interrogante sobre algunas claves para potenciar aún más el intercambio, el señor Zhang mencionó la necesidad de conocerse mejor.
“Es muy conveniente saber bien que productos podemos intercambiar, las oportunidades de inversiones y los proyectos concretos que se pueden realizar entre las empresas.
“China es el segundo mercado del mundo y primer proveedor de productos globalmente; partiendo de esa realidad tenemos que mirar hacia el futuro, porque mi país será dentro de poco el primer comprador y vendedor de productos”, indicó.
“En el anhelo por estrechar nuestros vínculos, mi última recomendación se basa en una conocida cualidad china: la paciencia. Trabajaremos sin prisa pero sin pausa”, sugirió el señor Zhang Tuo.
FORO CHINA-CELAC: UN PUENTE PARA EL DESARROLLO
El año pasado se estableció la Asociación de Cooperación Integral China-América Latina y el Caribe. Caracterizada por la igualdad, beneficio recíproco y el desarrollo compartido, se ha convertido en un instrumento vital de las relaciones internacionales.
“El foro China-Celac, que tiene como objetivo estrechar nuestra relación, se adapta a las corrientes de este tiempo de paz, desarrollo, cooperación y ganancia compartida”, sostuvo el embajador.
El jefe de la diplomacia china en La Habana adicionó que juntos representan la quinta parte de la superficie terrestre, la tercera parte de la población y la octava parte de la economía.
Esto proporciona enormes ventajas y valiosos recursos para el pleno desarrollo de la relación entre ambas regiones. “Este foro es una nueva plataforma para la cooperación. Tenemos todas las posibilidades para escribir juntos un nuevo capítulo de la asociación de cooperación integral y procurar nuevos avances en todos los sectores”.
REFORMA Y APERTURA
Hace más de 30 años que la República Popular China, bajo la dirección de su Partido Comunista inició una reforma que revitalizara su depreciada economía y fuera capaz de lograr un fuerte crecimiento económico para el bienestar de los ciudadanos.
“Consideramos que la reforma y apertura es la garantía del desarrollo de China”, expuso el embajador.
“El 2014 cumplimos nuestra meta de crecimiento que era de 7 % y en realidad hemos llegado a 7.4 %. Este año nuestro objetivo es igualar el crecimiento sostenido de la economía y ya en el primer semestre lo hemos conseguido”, reveló.
Mantener ese régimen ascendente en torno al 7 % es posible, según el diplomático, por el esfuerzo mancomunado de todo el pueblo chino.
“Justamente por la reforma y apertura hemos sido capaces de continuar el camino de la prosperidad. Para el futuro inmediato, China tiene diseñados otro grupo de cambios”.
Entre ellos se encuentra, explicó, la simplificación de los trámites administrativos a cambio de una vitalidad e independencia de la economía.
Gracias a esta iniciativa aumentó la creación de empresas casi un 50 % y con ellos nuevos puestos de trabajo. Las más de 150 000 empresas estatales que existen en China también estarán sometidas al proceso de reforma, anotó.
“Nuestro objetivo es lograr una economía y propiedad mixtas y por lo tanto necesitamos insertar otros capitales (extranjero, individual o colectivo) que puedan participar en las empresas gubernamentales y convertirse en actores más competitivos”.
China pretende aplicar reformas financieras y de urbanización. Construir un mejor mercado, incentivar la creación de negocios propios y desarrollar el mercado inmobiliario, constituyen pasos claves en nuestro camino al progreso, señaló.
También la cooperación internacional respecto a la capacidad productiva entre los países desarrollados y aquellos en vías de desarrollo es una necesidad para nuestro cambio, dijo.
Otra de las principales reformas que realiza el gigante asiático es el cambio de una economía centrada en las inversiones a una centrada en el consumo interno. “Promover el consumo interno será el núcleo del desarrollo de nuestra economía”, explica el embajador Zhang.
“Constituye un viraje estratégico para hacer ajustes de la estructura económica, es una base indispensable para elevar el nivel del pueblo chino porque más consumo significa mejor nivel de vida y también es la garantía fundamental para el desarrollo económico sostenible y sano. Este cambio permitirá disminuir la dependencia de la inversión y exportación”.
El gigante asiático se dispone a fomentar el consumo popular, no elitista, consumo de informatización, de educación y cultura, para los más ancianos, consumo de turismo nacional, entre otros.
Una de las reformas más importantes que China encara para el futuro es la inversión en ciencia, tecnología e innovación. Creemos que en el siglo XXI, el núcleo de la capacidad competitiva de los países radica en el nivel de sus investigaciones en ciencia y tecnología, refirió.
“Nuestro deseo es incentivar el estudio, la creatividad y proporcionar todos los recursos necesarios para convertirnos en una de las mayores potencias en la creación científica”.
CHINA Y EL DESARROLLO GLOBAL
Mi país está totalmente comprometido con el futuro de nuestro planeta, sostuvo el embajador Zhang. En este sentido, a pesar de la complicada situación internacional, China mantiene la demanda de importaciones de materias primas como hierro, alimentos o petróleo, algo que beneficia a los países exportadores.
“Nuestra contribución al crecimiento económico mundial sigue siendo igual o mejor”.
Otras de las preocupaciones de mi gobierno es el cambio climático, dijo.
“Teniendo en cuenta que los países desarrollados son los principales emisores de CO2, consideramos que la responsabilidad ante este problema medioambiental debe ser compartida pero a la vez diferenciada”.
El gobierno chino ha demostrado su responsabilidad concreta con la mitigación del cambio climático con la aplicación de varias leyes y el consumo de energías renovables. Además prometió reducir a la mitad las emisiones de CO2 hasta el 2020. Hace casi un mes, China celebró un desfile militar realizado con motivo del aniversario 70 de la victoria contra el fascismo, donde mostró al mundo un moderno armamento de fabricación 100 % nacional.
Esta parada, comentó el embajador, estuvo dedicada a recordar la historia y nuestros mártires antifascistas. Asimismo sirvió para demostrar al mundo la capacidad del pueblo chino y de las fuerzas armadas de salvaguardar la soberanía y mantener la paz.
“Los principios de mi país en este aspecto son muy claros. La suerte de China y del mundo está conectada, su prosperidad y estabilidad son nuestra oportunidad, por lo que el desarrollo pacífico de China también beneficia al mundo”, enfatizó.
“China continuará su camino del desarrollo pacífico, así como la aplicación de una política exterior de paz, independencia, autodecisión y defensa nacional. China quiere la paz”, concluyó.















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