“Quema el sol; muere el césped; arde el llano; reluce el mar: ¡Dios mío! . (José Martí, Obras Completas. Tomo 21, página 181).
“Una importante especie biológica está en riesgo de desaparecer por la rápida y progresiva liquidación de sus condiciones naturales de vida: el hombre. (Fidel Castro, Conferencia sobre Medio Ambiente y Desarrollo, 12 junio de 1992).
Ha transcurrido más de un siglo de la expresión martiana referida al clima, que encabeza este comentario y está recogida en sus obras completas. Pareciera como si el Apóstol compartiera y sufriera con nosotros este verano cubano del 2015.
Fidel, ese genio de los siglos XX y XXI, una vez más predijo antes que otros, una situación que ya es realidad. En aquel histórico discurso, en Río de Janeiro, explicó que “es necesario señalar que las sociedades de consumo son las responsables fundamentales de la atroz destrucción del medio ambiente”…“Han envenenado los mares y ríos, han contaminado el aire, han debilitado y perforado la capa de ozono, han saturado la atmósfera de gases que alteran las condiciones climáticas con efectos catastróficos que ya empezamos a padecer”, advirtió.
La realidad que se constata hoy no es fruto de especulaciones alarmistas ni de conclusiones apresuradas: lo real es que el cambio climático ya muestra sus tentáculos devastadores y el augurio para el futuro no pudiera ser más apocalíptico. Todo dependerá del hombre, que tiene en sus manos la posibilidad y la obligación de adoptar medidas para detener los efectos del clima.
Ese, sin lugar a dudas, será el gran reto que tendrán los jefes de Estado y Gobierno y científicos, cuando celebren la próxima Cumbre sobre Cambio Climático convocada para diciembre próximo en París.
El anfitrión de la cita, el presidente François Hollande, ha advertido recientemente que “la causa profunda de la crisis climática está en un modo de vida, un modo de producción y de consumo que ya no es compatible con el desarrollo humano”.
Es absolutamente real que la economía basada en el uso intensivo del carbono, entre otros aspectos, provoca el cambio climático, causa la muerte de alrededor de cinco millones de personas cada año y origina pérdidas económicas equivalentes al 1,6 % del Producto Interno Bruto mundial, como se expresa en un informe sobre Vulnerabilidad Climática, divulgado en Naciones Unidas.
También, James Hansen, uno de los principales climatólogos del mundo, ha señalado que el nivel del mar podría aumentar más de tres metros en los próximos 50 años debido al calentamiento global “altamente peligroso”.
Majendra Pachauri, presidente del Panel Internacional sobre Cambio Climático (IPCC) de la ONU y Premio Nobel de la Paz, ha advertido que “apenas tenemos tiempo antes de que sobrepasemos la ventana de oportunidad para mantener un margen razonable dentro de los 2 ºC de calentamiento. Si queremos tener posibilidades de permanecer por debajo de esos 2 ºC debemos reducir las emisiones entre un 40 y un 70 % a nivel mundial entre el 2010 y el 2050, y disminuirlas hasta un nivel nulo o negativo en el 2100”, advirtió.
Otro fenómeno adverso: el volumen de hielo en el Ártico se ha reducido un 36 % en la temporada de otoño y un 9 % en la de invierno entre los años 2003 y 2012, lo que viene a confirmar la disminución de la superficie del casquete en torno al Polo Norte, que ya alcanzó un mínimo histórico.
Según un equipo de investigadores que han trabajado con datos del satélite CryoSat, desde el 2008 se han perdido unos 4 300 kilómetros de hielo en el océano Ártico en otoño y alrededor de 1 500 kilómetros en invierno, destacó la Agencia Espacial Europea (ESA) en un comunicado.
En un estudio elaborado por 16 expertos y que publica la revista Atmospheric Chemistry and Physics Discussion, los científicos advierten que un aumento en las temperaturas globales promedio de solo 1°C podría dar lugar a cambios drásticos en el nivel del mar y el incremento de las tormentas de gran alcance, describe The Washington Post.
La subida del nivel del mar causaría “una fractura social y consecuencias económicas devastadoras”, advierten los científicos. Además, el citado estudio sugiere que la circulación de calor alrededor de los océanos podría colapsar por completo, dando lugar a tormentas más poderosas, que jamás se han visto.
Pondré ejemplos actuales solo como botones de muestra: una ola de calor hace solo un mes causó más de 3 000 muertos en la India y Paquistán; mientras en Egipto, por iguales causas, se reportan unos 100 fallecidos.
Se suman los grandes incendios de bosques en España y la mayor sequía por cuarto año consecutivo en California con incendios catastróficos; o el hecho de que en la región de Alta Guajira, Colombia, hace tres años que no llueve y exista allí una verdadera crisis humanitaria de consecuencias letales.
Despachos de prensa refieren que en el norte de la California rural, los incendios en las Montañas Rocosas ya han quemado 280 kilómetros cuadrados y destruido 43 viviendas.
Científicos estadounidenses alertan que el calentamiento superficial del océano Pacífico podría estar preparando algo especial. Un investigador refiere que “el fenómeno de El Niño que en estos momentos está empezando a manifestarse en el este y centro del Pacífico, está tomando fuerza. Lo único que no se sabe es si se tratará solo de un fenómeno importante o si será terrorífico”.
El evento del Niño ya provoca inviernos muy lluviosos en regiones del norte de Chile hasta Ecuador; mientras al noreste de Brasil provoca sequía y al norte de Argentina se registran inundaciones.
No pocos científicos coinciden en asegurar que la cumbre de París, entre el 30 de noviembre y el 11 de diciembre del 2015, “puede ser la última oportunidad real de negociar acuerdos que mantengan el calentamiento inducido por la humanidad por debajo de los dos grados”, tal como aparece recogido en una declaración que firmaron los alcaldes de África, América Latina, Asia, Estados Unidos y Europa, quienes recibieron la firma y apoyo del Papa Francisco, muy comprometido en la solución de este problema, reportó IPS.
El despacho noticioso cita parte de la declaración donde se pide a los gobernantes “llegar a un acuerdo audaz que restrinja el calentamiento mundial a un límite que sea seguro para la humanidad, y que proteja a los pobres y los vulnerables”.
París bien vale un acuerdo; y cumplirlo es una responsabilidad de todos.
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Vivian dijo:
1
11 de septiembre de 2015
09:13:04
eduardo dijo:
2
11 de septiembre de 2015
12:29:14
Idnar Rotcéh dijo:
3
11 de septiembre de 2015
13:51:58
mario dijo:
4
11 de septiembre de 2015
14:33:41
Milka dijo:
5
11 de septiembre de 2015
14:38:23
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