CARACAS.—La oposición al Gobierno de Nicolás Maduro ha quedado expuesta una vez más. Aunque han variado en los métodos el objetivo sigue intacto: derrocar al Presidente y provocar caos en la nación. Con las legislativas tocando a las puertas, la presión interna por controlar el país con las mayores reservas probadas de petróleo del mundo se hace cada día más fuerte.
Son los mismos nombres de siempre los que salen a la luz pública por sus nexos con grupos criminales para fomentar un clima de inestabilidad en la nación: el diputado a la Asamblea Nacional por el partido Alianza Bravo Pueblo, Richard Blanco; la exdiputada de la Mesa de la Unidad Democrática, María Corina Machado; el exalcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledesma; y el gobernador del estado Miranda (centro-norte), Henrique Capriles. Todos confabulados para realizar hechos violentos orquestados desde Colombia por el expresidente de la ultraderecha Álvaro Uribe.
La información la dio a conocer José Pérez Venta, involucrado en el asesinato de Liana Hergueta, de 53 años, cuyo cuerpo desmembrado fue hallado la semana pasada en el interior de un vehículo en Caracas. El crimen, según el Ministerio venezolano de Justicia, fue ejecutado por el paramilitarismo y el hampa común con fines políticos.
Este joven de 27 años fue identificado junto a otra persona como autor material del crimen de Hergueta. Según el ministerio venezolano de Justicia, “están dando aportes importantísimos” sobre financiamiento, operadores políticos, modos operandi, sitios de entrenamiento y todo un esquema “que el hampa organizada tiene con fines políticos”.
El testimonio de Pérez, divulgado en un video por el Gobierno venezolano, indica que estando en Carabobo recibió entrenamiento de lucha “no violenta” para “actuar ante un disturbio (y saber) cómo enfrentar a los cuerpos de seguridad del Estado”.
En el material el joven confiesa que en un “terreno de las afueras de Cúcuta (Colombia) había un militar venezolano (del cual no recuerda el nombre); y muchos muchachos de San Cristóbal (estado Táchira) que estaban presenciando los entrenamientos”.
Destacó que había paramilitares por la “manera en que decían las cosas, en como impartían el orden cerrado; cómo enfrentarte, cómo detectar situaciones de emergencia para evacuar todo este tipo de cosas”.
Se revela además la vinculación del congresista republicano de Estados Unidos, Marco Rubio, y el encargado de negocios del gobierno estadounidense en Venezuela, Phil Laidlaw, este último contactado por Gabriela Arrellano, dirigente estudiantil vinculada a grupos promotores de violencia.
Pérez declaró a las autoridades que el general retirado Antonio Rivero (opositor al Gobierno venezolano) lo entrenó mientras trabajaba como parte del anillo de seguridad de voceros del partido Voluntad Popular (partido de oposición de Leopoldo López) por varios años.
La respuesta del presidente Maduro ha sido invariable ante los planes desestabilizadores. El Ejecutivo que lidera opta por la vía pacífica y el diálogo para resolver las diferencias políticas. En ese sentido, manifestó que “mantendrá su política nacional e internacional de paz”.















COMENTAR
Luis dijo:
1
20 de agosto de 2015
14:36:24
CHE dijo:
2
20 de agosto de 2015
16:12:54
Karel dijo:
3
21 de agosto de 2015
19:21:30
Pie grande dijo:
4
22 de agosto de 2015
04:28:09
Responder comentario