LONDRES.—El primer ministro británico, David Cameron, anunció el miércoles la elaboración de un plan para reducir la inmigración de ciudadanos provenientes de países fuera de la Unión Europea (UE).
Durante una comparecencia ante la Cámara de los Comunes, precisó que las nuevas normativas se centrarán en disminuir la demanda de mano de obra de otras naciones y dificultar los procesos de contratación en el exterior por empresas británicas.
Cameron criticó que muchas entidades prefieran emplear a trabajadores de otros países en lugar de capacitar fuerza de trabajo propia.
Entre las medidas en proceso de análisis se encuentran la reducción de las visas de trabajo, el incremento de los impuestos y el aumento del salario mínimo establecido para los empleados extranjeros con el propósito de disminuir el interés de las empresas en contratarlos.















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