ROMA.— La escasez de agua y el cambio climático ponen en riego la vida rural africana, mientras que los gobiernos del continente buscan mayor cooperación internacional, advirtieron este martes aquí representantes de esos países.
En esa línea, los pocos recursos hídricos reducen el área cultivable, por lo cual muchas personas abandonan a sus familias en busca de empleo en otras partes, apuntó el inspector general del Ministerio de Agricultura de Chad, Omar Patcha, al indicar hasta dónde llega el impacto de ese déficit, informa PL.
Las mujeres se quedan al frente de los núcleos familiares y son quienes se reagrupan para poder avanzar, afirmó Patcha, que destacó la labor de las autoridades con las organizaciones internacionales para aumentar la producción de víveres y mejorar las condiciones de vida en las áreas afectadas por la falta de agua.
Así también ocurre en Níger, añadió por su parte el subsecretario ejecutivo del Comité interestatal para el control de la sequía en el Sahel, Ibrahim Idi-Isa, en una alocución sobre las tierras áridas de África realizada en la sede de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en esta capital.
El funcionario se pronunció por “identificar las causas del problema, determinar las prioridades de cada país para intentar que todas las partes se muevan en la misma dirección y adaptarse al choque que suponen los cambios medioambientales”, subrayaron los medios.
La situación es crítica en el Cuerno Africano y en la región del Sahel, que recibe menos de 200 milímetros de precipitaciones al año, lo que se considera prácticamente nada y que sufre grandes movimientos de arena.















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