ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
La noticia de la muerte de Osama bin Laden fue replicada por varios medios de comunicación del mundo. Foto: AFP

A partir del 11 de septiembre del 2001 Osama bin Laden se convirtió en la persona más buscada por los servicios de inteligencia norteamericanos.

EE.UU. persiguió al líder de la red terrorista Al-Qaeda, quien supuestamente organizó los atentados contra las Torres Gemelas en Nueva York, y puso el alto precio de 25 millones de dó­lares por su cabeza.

Enormes esfuerzos se dedicaron a buscarlo. Incluso una de las excusas para la invasión a Afganistán en el 2001 fue desactivar a Al-Qaeda y eliminar a Bin Laden. El conflicto terminó siendo uno de los más prolongados en la historia nor­teamericana, dejó miles de muertos y un país destruido, pero ningún rastro del terrorista.

Diez años tuvieron que pasar para que Es­tados Unidos anunciara con cierto bombo y platillo la muerte del enemigo público número uno de Washington. Pero aún persisten las du­das sobre qué fue lo que realmente sucedió el primero de mayo del 2011 en Abbottabad, Pa­kistán.

El presidente de EE.UU., Barack Obama, la entonces secretaria de Estado, Hillary Clinton, el vicepresidente Joe Biden y asesores militares supervisaron en tiempo real la operación. Foto: Reuters

El presidente de EE.UU., Barack Obama informaba desde la Casa Blanca de la operación realizada por fuerzas especiales estadounidenses que concluyó con la muerte de Bin Laden. Desde entonces las especulaciones en cuanto a la veracidad del hecho no cesan y para muchos quedan aún varias cuestiones sin respuesta.

Cómo murió Bin Laden es un enigma aún debido a que las autoridades estadounidenses decidieron no sacar a la luz los detalles de lo que pasó.

Operación lanza de Neptuno
Según informó Obama, la noche del primero de mayo del 2011 un equipo de élite de las fuerzas armadas norteamericanas abatió a Bin Laden en su refugio en la localidades de Abbo­tta­bad, en Pakistán.

La operación, que inicialmente tuvo como nombre en clave “Gerónimo” y después “Lan­za de Neptuno” fue ejecutada por unidades del Grupo de Desarrollo de Guerra Naval Especial de los Estados Unidos (los llamados SEAL) quienes en un tiroteo dieron de baja al número uno de Al Qaeda.

De acuerdo con la información oficial, el cuerpo sin vida del terrorista de origen saudita fue arrojado al mar tras comprobar, mediante pruebas de ADN, que se trataba del fugitivo más buscado por los estadounidenses en los últimos diez años.

La fuerza de asalto, supervisada en tiempo real por el exdirector de la CIA, Leon Panetta, estuvo en tierra menos de 40 minutos, tiempo suficiente para matar a Bin Laden y cuatro personas más que se encontraban junto a él.

Las autoridades estadounidenses informaron que desde el 2007 los servicios secretos se­guían la pista del kuwaití Abu Ahmmad, cuyo seudónimo había sido revelado por detenidos de la cárcel de Guantánamo como uno de los hombres de confianza de Bin Laden.

Luego de varias investigaciones, a principios del 2011 la inteligencia norteamericana fortaleció su teoría de que Bin Laden se encontraba en Pa­kistán y se dispuso a preparar la operación para su captura.

Un tiempo después el diario The Washing­ton Post publicó que durante el asalto se perdió un helicóptero estadounidense debido a un fa­llo mecánico y que fue destruido por la tripu­lación.

Ningún militar estadounidense falleció ni re­sultó herido en la operación. Además, de acuerdo con informaciones también facilitadas por la administración estadounidense, Bin Laden no estaba armado al ser abatido.

La Casa Blanca decidió no publicar ni las fotografías del evento, ni las muestras de ADN tomadas a Bin Laden, que fueron comparadas con las del cerebro de una hermana suya muerta en Estados Unidos de cáncer, medida que causó mucha polémica.

El gobierno pakistaní, por su parte, confirmó que Bin Laden murió en un enfrentamiento con militares de EE. UU., en una localidad al norte del país.

Estados Unidos también admitió que en la operación no solo participaron militares de la Navy SEAL, sino también miembros de los es­cuadrones de la CIA, aunque sin aclarar su pa­pel en el operativo.

Helicóptero estadounidense que debido a un fallo mecánico tuvo que ser abandonado y posteriormente destruido por la tripulación. Foto: Reuters

Dudas sobre lo ocurrido
El secretismo conque se desarrolló la operación y las posteriores informaciones causaron gran controversia acerca de la muerte del terrorista.

Entre las más relevantes se encuentra el mo­tivo por el que no lo arrestaron vivo, teniendo en cuenta su edad, estado de salud y el hecho de encontrarse desarmado.

Recientemente Seymour Hersh, ganador del premio Pulitzer, dijo que “la Casa Blanca miente sobre la muerte de Osama bin Laden”, lo cual levantó un revuelo global y puso una vez más el tema en el centro de atención me­diática.
En un artículo publicado en la revista Lon­don Review of Books, Hersh sostiene que la versión oficial está muy lejos de la realidad.

El famoso periodista sustenta sus argumentos con supuestas declaraciones de un alto cargo anónimo de la inteligencia estadounidense, dos consejeros que durante muchos años trabajaron para el Comando de Operaciones Es­peciales de EE.UU. y fuentes dentro de Pa­kistán.

“Cuando los efectivos estadounidenses descubrieron a Bin Laden, este no se encontraba en Pakistán refugiado, sino que la Dirección de Inteligencia Inter-Services (ISI, por sus siglas en inglés) —el mayor servicio de inteligencia en Pakistán— lo tenía prisionero. Es más, la inteligencia pakistaní mantenía preso a Bin Laden desde el 2006, con el objetivo de usarlo como palanca contra las actividades de los talibanes y Al Qaeda”, manifiesta Hersh.

El merecedor del Pulitzer también refuta la tesis de que Bin Laden fue localizado después de realizar un seguimiento de su mensajero de confianza. Hersh insiste en que fue un exoficial de la inteligencia pakistaní quien vendió a EE.UU. información sobre el paradero del terrorista a cambio de la recompensa ofrecida por el go­bierno.

El paradero del cadáver de Bin Laden es otro de los temas sobre el que se extiende una cortina de humo.

Washington dijo que el cuerpo de Osama había sido arrojado al océano Índico desde el portaaviones Carl Vinson pero, según Hersh, “un miembro del equipo SEAL se había jacta­do de que ‘habían destrozado el cuerpo de Bin Laden con fuego de fusil’ y que los restos del terrorista fueron metidos en una bolsa de plástico y esparcidos desde un helicóptero sobre las montañas del Hindu Kush”.

Por su parte el Gobierno de EE.UU. respondió a la investigación de Hersh tachándola de “falsedad”. Mediante un comunicado dijeron que la historia tenía “demasiadas imprecisiones y afirmaciones sin fundamento”.

Desde Alemania, medios de comunicación atizaron más la controversia al descubrir más contradicciones en la versión oficial de Wa­shington.

El diario Bild am Sonntag revela que fue el Servicio Federal de Inteligencia de Alemania (BND), quien proporcionó a EE.UU. datos so­bre el paradero de Bin Laden antes de que las fuerzas especiales estadounidenses lo mataran en Pakistán.

El BND informó a la CIA de que Bin Laden se ocultaba en Pakistán y que las fuerzas locales de seguridad eran conscientes de ello.

“La inteligencia alemana recibió estos da­tos de un informante dentro de la Dirección de In­teligencia de Pakistán” explica Bild am Sonntag.

El rotativo agrega que el reporte del BND confirmó las sospechas que la CIA ya tenía y que Alemania asistió a EE.UU. en las preparaciones para el operativo monitoreando desde su base, en la ciudad bávara de Bad Aibling, las comunicaciones telefónicas y electrónicas en el norte de Pakistán.

Recientemente el sitio web indio FirstPost también recopiló datos significativos sobre la muerte del número uno de Al Qaeda y que nuevamente difieren en algunos aspectos de la versión oficial.

FirstPost refiere los aspectos planteados por Hersh y alega que la información recuperada del recinto donde murió Bin Laden aporta poco. Su muerte fue “simple y llanamente una venganza por lo ocurrido en el 2001”.

“No había bolsas de basura llenas de computadoras y dispositivos de almacenamien­to, ni la esposa e hijos de Bin Laden fueron entre­­ga­dos a las autoridades estadounidenses por Pa­kistán para ser interrogados”, afirma Roy a la vez que destaca que la muerte del terrorista es­tuvo motivada por la campaña de reelec­ción del presidente estadounidense, Barack Obama.

“Diez años después del 11-S las fuerzas estadounidenses mataron a un anciano enfermo cu­yo valor era más que nada simbólico en aquel entonces”, afirmó.

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ALEJANDRO dijo:

1

29 de mayo de 2015

09:27:03


Y Snowden no ha revelado nada acerca de esto? Nada en wikileads????

Oswaldo dijo:

2

29 de mayo de 2015

12:13:46


Como ciudadano comun y corriente yo pienso que estas cosas que sale a diario, como ocurrio el derribo de las torre gemelas en new York? aqui hay muchas cosas que deberian dar luz a todo el mundo...aqui no se trata de bin laden...aqui hay mucho mas criminals que este subjeto...aun son intocables en el mundo...asi de verdad y a vista de muchos ciudadanos del mundo..no sabemos quienes fueron los autrores financieros y ideologos del mundo....asi que de bin laden es una Cortina de humo para hacer ver al mundo...ellos piensan que somos estupidos jamas...aqui hay mucho mas de eso...grandes intereses de algunos bandidos que son intocables....asi de facil...culpan a un simplen terrorista representante de los mafiosos....

Elizardosolis dijo:

3

29 de mayo de 2015

20:54:33


Es sabido a través de la historia q la mentira tiene patas cortas osama un chivo expiatorio lis verdaderos culpables estan aquí y todos lo saben uno y para mi el terrorista numero 1 es el entonces presidente no se olviden q gano las elecciones haciendo fraude y después todo los sucesos q le presedieron donde este es el verdadero asesino de lo q ocurrio el 11 de s