
Con los gobiernos de los presidentes Néstor y Cristina Kirchner, la Argentina de la última década recobró la memoria y la esperanza, expulsó sus miedos y logró que los jóvenes volvieran a participar en la política.
Con las administraciones de los Kirchner, ese pueblo sudamericano reconquistó su dignidad, tras el desastre nacional dejado por la tragedia que significó la dictadura militar del período de 1976 a 1983, que impuso la persecución de personas por motivos políticos, el secuestro, la tortura y el asesinato de manera secreta y sistematizada, alcanzando a relevantes figuras, incluidos sacerdotes y obispos, en el marco de lo que los militares golpistas denominaron pomposamente “proceso de reorganización nacional”, responsable de 30 000 detenidos-desaparecidos.
Asimismo, los argentinos también tuvieron que sobreponerse a la debacle política, económica y social que representó la entronización en el país del más puro modelo neoliberal aplicado por el entonces mandatario Carlos Menem(1989 a 1999), quien preconizó la política de alineamiento automático con Washington conocida sin sonroja alguna como “relaciones carnales con EE.UU.”

En este contexto no se puede olvidar que entre 1989 y 2004 rigieron las llamadas leyes de impunidad, que la Corte Suprema anuló en 2004, con el visto bueno y el impulso del entonces presidente Néstor Kirchner (2003-2007).
A partir de allí los tribunales inferiores no paran de enjuiciar a ex represores. Hasta el presente han sido condenados a 581 represores, mientras hay más de
1 400 militares procesados.
Para los analistas, uno de los hechos más diabólicos de la dictadura militar lo constituyó el secuestro y desaparición de militantes, el robo y ocultamiento de la identidad de hijos de detenidos-desaparecidos, a través de partos clandestinos en condiciones inhumanas y adopciones ilegales.
CON EL NIETO NÚMERO 75
Aprovechando su visita a La Habana, y en uno de los salones de Casa de las América, Granma Internacional conversa con el diputado argentino Horacio Pietragalla Corti, uno de esos niños a quien la dictadura robó parte de su vida.
Con la asombrosa naturalidad de una persona que logró espantar sus miedos, Pietragalla Corti relata que tras el asesinato de su mamá Liliana Corti en la casa de Villa Adelina, el 5 de agosto de 1976, por grupos de tareas de la dictadura, con solo 5 meses lo llevan a una clínica para colocar a los hijos de cautivos o asesinados, donde fue apropiado por el represor teniente general Hernán Tefzlaff.
Cuando el matrimonio al que pensaban entregarlo no lo acepta, la empleada doméstica que estaba en la casa de Tefzlaff pidió el bebé y se lo dieron.
“Recién me animé en el año 2002 y me acerco a las Abuelas de la Plaza de Mayo con mis dudas respecto a mi origen. Después de un análisis de ADN, el 4 de abril de 2003, confirmó que soy hijo de Horacio "Chacho" Pietragalla, quien fue secuestrado en la ciudad de Córdova y posteriormente asesinado el 15 de octubre de 1975, por la tristemente célebre Alianza Anticomunista Argentina, conocida como Triple A, grupo paramilitar y terrorista de extrema derecha.

“Bueno, mis supuestos padres me habían ocultado la verdad y por apropiadores de un bebé tuvieron que responder ante la justicia… De esta forma me convierto en el nieto numero 75 que las “Abuelas” logran devolverle su identidad”, afirma.
Pietragalla Corti, un hombre de casi dos metros de estatura y elocuente, es desde 2011 diputado de la Nación Argentina por el Frente para la Victoria, el mismo bloque que sustenta en el Congreso el proyecto político de los Kirchner.
A sus 39 años de edad, es de esos miles de jóvenes, muchos todavía estudiantes, que vuelven a la política en la nueva Argentina tras haber regresado el país de un abismo.
Pero también gusta presentarse a sí mismo como el "diputado de las Abuelas de Plaza de Mayo", ya que de la mano de esa organización de derechos humanos entró en la política para apoyar el proyecto de nación del matrimonio Kirchner. Sus venas literalmente se abren cuando de estos temas se tratan.
Hoy tenemos, destaca con orgullo, 116 nietos recuperados y hay 400 más que estamos buscando, que no sabemos donde están.
--¿Por qué esa necesidad de recuperar los bebes secuestrados?
“Porque es la historia de ellos y tienen derecho a saber su origen. Los militares intentaron borrar nuestra identidad, nuestra verdad, eliminar la historia del por qué lucharon nuestros padres, la historia revolucionaria de ellos, de nuestras familias”, asegura, mientras su rostro se contrae al sacar a relucir una dolorosa experiencia.
Explica que la dictadura quiso arrancar de raíz el germen revolucionario, de rebeldía que suponían tenían inoculado en sus genes los hijos de los detenidos-desaparecidos.
--¿Pudo tener tranquilidad y cerrar una página de su vida?
“Sí, tras recuperar mi pasado. A los tres meses se identifican los restos mortales de mi papá, y al año aparecen los huesos de mi madre. Y hoy se encuentran enterrados en Buenos Aires, junto a los de mi hermano, quien falleció de una enfermedad. Entonces para mi eso es una victoria simbólica, pues fracasó el plan de la dictadura”, puntualiza.
--Está a punto de terminar más de una década de gobierno kirchnerista. ¿Cuál es el principal legado de Néstor y Cristina?
“El mayor legado de todos es que hoy tenemos a miles de jóvenes militando políticamente en Argentina. “Eso nos asegura contar por muchos años un proyecto político vigente. No importa que la presidenta Cristina no esté en el poder.
“El kirchnerismo cautivó e interpeló a los jóvenes para que participaran y construyeran. La base de este proyecto es sin lugar a dudas la política de los derechos humanos. Terminó con la impunidad de los represores.
“Antes, el asesino de tu padre te lo podías encontrar en un bar, al cruzar la calle, debido a las leyes de perdón… pero Néstor y Cristina cambiaron eso. Cuando existe una sanción y la justicia actúa eso transforma a la sociedad”.
--La derecha continental se está desplegando con un ataque muy fuertes contra Venezuela, Ecuador, Brasil, Argentina, Bolivia y otros países progresistas. En el caso argentino se intenta utilizar a la institución judicial contra la presidenta Cristina Kirchner.
“Yo creo que el complot fracasará. Una de las virtudes que tuvieron nuestros lideres latinoamericanos progresistas y de izquierda como Mujica, Chávez, Correa, Evo, Lula, Dilma, Néstor, Maduro, Cristina y otros más es que mostraron a la sociedad quienes son los verdaderos enemigos del pueblo, quienes son los representantes de esa derecha, qué son los grupos hegemónicos de comunicación, y los emporios de empresarios, que pretenden mantener sus privilegios a costa de las mayorías.
“Los países de la Patria Grande de este continente hoy están unidos. Hoy existe una Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, tenemos una Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, el Mercado Común del Sur y contamos con la Unión de Naciones Suramericanas. Tenemos una unión latinoamericana muy, muy fuerte, que debemos seguir fortaleciendo.
“Ya no nos tomaran desprevenidos. De ahí esas embestidas tan duras de la derecha continental ahora, porque están desesperados ante el avance de los proyectos progresistas y un ejemplo es Brasil.
“¿Cómo puede ser que hace muy poco Dilma Rousseff ganó la elección presidencial y ya le están generando manifestaciones en su contra? Son unos golpistas, los llamamos golpes blandos, pues no vienen con tanques, pero son intentos desestabilizadores contra gobiernos legítimamente elegidos”.
Al volver al tema de su patria, el diputado Pietragalla Corti señala con evidente satisfacción que su país avanza en lo económico, se desendeuda y libra una batalla contra los fondos buitre (fondos especulativos). “Hoy el Fondo Monetario Internacional no le puede decir a la Argentina lo que tiene que hacer, qué políticas internas tiene que llevar adelante”, afirma.

“Nestor y Cristina salvaron la Argentina, no solo en lo económico, sino en lo humano, lo social y lo cultural. Crearon un futuro para la nación”, asegura.
Ya al final de la entrevista revela la estirpe legada por sus padres, esa que quisieron borrar en vano los militares: “Mi hija se llama Tania por esa gran revolucionaria argentina, Haydée Tamara Bunke Bider, Tania, la guerrillera, quien dio la vida en Bolivia con Ernesto Che Guevara”, añade.
Y a Cuba la califica de “tierra santa”.
“Yo amo a este país, a Fidel y a Raúl. No conocí a mis padres, pero me encantaría conocer a Fidel. “Ellos son líderes emblemáticos como lo fue Hugo Chávez y como lo son para mi Néstor y Cristina”.
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